Estados Unidos no debe suministrar armas al Ejército ucranio, concluye 'The Washington Post', que argumenta esta postura con la baja moral, la indisciplina y la falta de profesionalidad de los militares.
En medio del debate político en EE.UU. sobre si se debe apoyar con armas la operación militar contra las autodefensas del este de Ucrania, el diario señala que el hecho de que los 311 efectivos de la 72.ª Brigada Mecanizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania depusieran armas y cruzaran la frontera hacia Rusia es un fuerte argumento en contra.
"En el mejor de los casos esto indica deficiencias en la logística y planificación operativa. En el peor, significa que las armas enviadas por EE.UU. a Ucrania podrían terminar en manos rebeldes o rusas", escribe.
Kiev no controla estos grupos, que además no tienen instrucción profesional
Además, el rotativo señala que los militares ucranianos han violado en numerosas ocasiones las normas de combate internacionales abriendo fuego contra civiles.
Cita los datos de Human Rights Watch, que demuestran que más de una docena de civiles fallecieron en un ataque indiscriminado de artillería ucraniana contra la ciudad de Donetsk.
Lo que complica la situación, continúa 'The Washington Post', es que el Ejército tiene el apoyo de paramilitares, como el Batallón Donbass y grupos menores que actúan en varias zonas del este.
"Kiev no controla estos grupos, que además no tienen instrucción profesional. Las armas estadounidenses podrían caer en sus manos también, con consecuencias imprevistas", recalcó el diario, explicando que sería una tragedia si las armas estadounidenses se utilizaran contra civiles.
"Si las armas estadounidenses terminaran en las manos de grupos paramilitares pro-Kiev no oficiales, Washington perdería el derecho moral de acusar a Moscú de suministrar armas a las autodefensas del este", escribió.
La creciente importancia del papel de estos elementos no oficiales, aunque apoyen el Gobierno, aumenta la posibilidad de que el poder del Estado pase a caudillos locales.
El diario acentúa que los éxitos militares que podría garantizar el apoyo estadounidense no tendrían sentido si el Ejercito ucraniano no consigue la legitimidad y la confianza en las zonas que está tratando de recuperar.