Tras diez años de permanecer prófugo de la justicia nicaragüense, este martes fue presentado ante los medios de prensa el individuo Miguel Ángel Reñazco Padilla, presunto autor del asesinato atroz de cuatro policías, que la noche del 4 de mayo del 2004 estaban de turno en la delegación de Bluefields.
Vestido de camiseta azul, jeans y tenis color café, Reñazco fue entregado por las autoridades policiales de Costa Rica, país donde aparentemente se mantuvo prófugo tras cometer el brutal crimen.
El presunto criminal ingresó por el puesto fronterizo de Peñas Blancas a eso de las 9 de la mañana, donde fue entregado a jefes policiales de la Dirección de Auxilio Judicial y trasladado a la capital, a través de un dispositivo fuertemente custodiado por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE).
Como se recordará, esa noche del 4 de mayo de 2004, según las investigaciones policiales, Reñazco Padilla junto al colombiano Robert Wilson alias “Calidad” y el ex policía Delvin Jirón, entre otros, cometieron el crimen espeluznante contra el subcomisionado Juan José Fúnez, la suboficial Ruth González García, el suboficial Roger Villachica y el suboficial Johnny Dometz Henry.
Los delincuentes vinculados al narcotráfico, tras reducir a los agentes policiales les amarraron de manos y pies, posteriormente los degollaron dejando una estela de sangre y dolor dentro de las filas policiales. La teniente Ana Estela Valderrama tras poner resistencia fue herida de gravedad y logró escaparse por una ventana para salvar su vida.
La Primera Comisionada Aminta Granera, Directora de la Policía Nacional, no pudo evitar llorar al recordar este crimen contra los agentes policiales, señalando que esa noche del 4 de mayo, la institución recibió “uno de los golpes, por no decir el golpe más fuerte, que hemos tenido en nuestra historia institucional”.
“Recordamos aquella noche con rabia, con dolor. Prometimos a su familia justicia”, dijo Granera.
De los seis presuntos autores de este crimen, solamente Wilson y Jirón cumplen condena de 30 años de cárcel. Mientras un jurado de conciencia declaró no culpable a otros tres señalados. En la vivienda de Reñazco Padilla fue encontrado un fusil AK que fue sustraído por los delincuentes del puesto policial.
Granera señaló que desde el 2006 se vienen realizando coordinaciones con las fuerzas policiales de Costa Rica, quienes lograron dar con la captura de este sujeto. De acuerdo a una nota publicada en un diario costarricense, Reñazco Padilla fue detenido en la localidad de Pocora, jurisdicción de la ciudad de Puerto Limón, ubicada en el Caribe.
El detenido fue llevado a la Academia de Policía “Walter Mendoza”, lugar donde Granera y todo el mando de la Fuerza Pública realiza la Reunión Nacional de Mando, misma que será clausurada por el Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega Saavedra.
Anunció que el sujeto será remitido inmediatamente ante los tribunales de justicia, donde demostrarán su participación directa en este crimen. Para sustentar sus investigaciones, van a presentar la declaración de 20 testigos que conocieron de las acciones de este grupo vinculado al narcotráfico.
Lo degollaron sin piedad
“La prueba fundamental es que una vez que fue allanada su vivienda con la orden del juez, encontramos ahí el fusil que fue sustraído del puesto de mando donde fueron asesinados atrozmente nuestros cuatro hermanos de Bluefields”, dijo Granera visiblemente consternada.
El Comisionado Mayor Luis Barrantes, que en esa época fungía como jefe policial de la RAAS, indicó que era muy duro recordar la noche del crimen, sobre todo cuando fue el primero en llegar y ver la sangre de sus compañeros esparcida por el piso del puesto de mando.
“Es duro recordar esos momentos y estamos aquí con esos principios y esa convicción que nos han enseñado nuestros héroes, nuestros mártires para seguir luchando y atacando fuertemente a la delincuencia y hoy tenemos a ese delincuente capturado que en aquel momento participó de manera directa asesinando a nuestros hermanos, a los cuales les tapó su boca con cinta adhesiva, les amarraron los tobillos con la misma cinta, los ataron de sus manos y luego los degollaron cobardemente y huyeron del lugar”, relató.
El anunció de la llegada de Reñazco a la Academia Policial se dio precisamente cuando Granera brindaba un informe a la estructura de mando de todo el país, quienes inmediatamente se levantaron de sus silla y al unísono exigieron “¡justicia, justicia, justicia!”.