Cuando la moral y la política se encuentran suceden muchos exabruptos, porque la moral es la herramienta que ha servido a lo largo de la vida de la humanidad para cohesionar sociedades, y para ordenar la anarquía de los seres humanos, aunque esta en diferentes etapas de la historia haya tenido un cierto fundamento.
Hoy la moral es pieza de museo en el campo de la sociología y de Historia pero en política es más necesaria que nunca para fabricar ángeles en la diestra y demonios en la izquierda.
Todas las tentativas de cambio han sido satanizadas de forma sistemática hasta el punto en que buscan que estas se suavicen, se institucionalicen y pierdan el espíritu y el empuje de su creación.
Algo parecido le está pasando al nuevo Partido Libre de Honduras, quien ha sufrido una embestida descomunal por los medios de comunicación alineados, por las ejecutorias jurisdiccionales de los Tribunales de Justicia sobornados, por las redes sociales que tomaron por asaltos los grupos de la extrema derecha de Honduras, y por todos los aparatos ideológicos y represivos del Estado que se han puesto a la orden para desmantelar este proyecto político que pese a muchos errores no tiene marcha atrás.
La derecha en Honduras ya ha comprado al Periodista Julio Ernesto Alvarado de Radio Globo quien paradójicamente salió electo de Diputado al Parlamento Centroamericano por Libre.
Tiene entre sus Filas al diputado Eduardo Coto quien fue electo como Diputado por Libre, pero en la primera sesión de legislatura se desmarcó de su partido, y se entregó a la derecha.
Se rumora que muchos Diputados de Libre están en la lista de espera para engrosar el número ignominioso de otra historia de traidores que le darán la espalda al pueblo por dinero. Sin embargo, Libre prepara un Código de Ética
para no aceptar ninguna prebenda ni canonjía del poder de turno, y la radicalidad del instrumento normativo, lleva a la expulsión inmediata del miembro del Parlamento que muestre titubeos de tentación por el dinero.
En el otro frente de ataque de la derecha están las personas insobornables que por no controlar con dinero son acusadas de delitos espurios, fútiles e insubstanciales para borrarlos del mapa político a como dé lugar, y relegarlos de los puestos de decisión para ir domesticando la nueva fuerza política de Honduras, y convertirla e introducirla en la lógica de un Tripartidismo que no le mete miedo a nadie, y que comulgará con el liberalismo clásico con fachada de científico pero con fondo de saqueo.
En este grupo de insobornables está Enrique Flores Lanza, un revolucionario con una clarividencia marxista a prueba de fuego y de interpretaciones de las coyunturas sociopolíticas. En este Grupo está Enrique Flores Lanza quien fue el Ministro de la Presidencia en el progresista gobierno de Manuel Zelaya Rosales.
A él lo acusan de haber sacado en caretilla 40 millones de lempiras de las bóvedas del Banco Central de Honduras que serviría para celebrar la Cuarta Urna, y que provocó el Golpe de Estado.
Los militares asaltaron el poder en un cruento golpe de Estado que la derecha mundial maquilló como light, y hoy la derecha en Honduras sigue su línea de persecución política que nació al ilegalizar un normal proceso constituyente.
El dinero no se perdió, lo afirmó el Ministro de Seguridad Rodas Gamero que hizo la transacción, y que claudicó y se quedó con el gobierno usurpador.
La Ex Presidenta del Banco Central de Honduras declaró que el dinero fue sustraído por Rodas Gamero y el Magistrado del Tribunal Superior de Cuentas, Renán Sagastume, declaró que el dinero fue retirado en carretilla por el Militar Rodas Gamero.
Estos dos funcionarios pertenecen a la derecha pero con una conducta honrosa. A Flores Lanza le tienen miedo.
A Flores Lanza le están cobrando en una vendetta política su abierta participación en Pro de los Trabajadores de Honduras por el decreto de un salario mínimo que dignificó la clase trabajadora que impulso como Ministro en el Gobierno de Zelaya.
Le están cobrando el hecho que haya quitado el negocio de los combustibles a la Exxon, Texaco y la Oil.
Le están cobrando la Adhesión a Petrocaribe y la Alba, y sobre todo ser parte esencial en el cambio de la conciencia en el pueblo de Honduras.
Por eso a Flores Lanza lo quieren desaparecer, lo quieren fuera, porque nadie como él los pone contra la pared.
Saben con certeza que es el estratega de Libre con una honestidad clarividente en el proceso de cambio que requiere el país centroamericano.
A este plan manido le apuesta la derecha. Hace algunos años la Revista Forbes divulgó mundialmente que Fidel Castro era el hombre más rico de Cuba. Hace apenas un tiempo acusaron al Presidente venezolano Hugo Chávez de fasto.
Y hoy continúan acusando al Presidente Morales y al Presidente Correa de Ecuador. Y las fuerzas de la derecha aprietan la soga en la Venezuela de Maduro.
Esto no es nada nuevo, porque en el enfoque marxista, la Ley, La Prensa, Los Juzgados, La policía y las cárceles forman parte de la superestructura, de aquella que justifica las relaciones injustas de producción.
De ahí pues, hay que meter preso a quien ponga en riesgo que las maquinas sigan funcionando, que se amenace el saqueo de las transnacionales, y que se ponga en tela de juicio, la imposición de los organismos de Crédito internacional para evitar su curso resabido de convertir el dinero en un fetiche para cobrar intereses más altos que la deuda principal por el orden de mil por ciento.
Si Enrique Flores Lanza, el Ex Ministro es deshonesto como lo acusan, no hay duda que ya le hubieran comprado con una carretilla llena de millones, con la condición de que se perdiera del mapa hondureño, y viviera un exilio de rico con perfil de intrascendencia, y para tasar sus voz para ser el nuevo e intrépido apologista en los altoparlantes del sistema.
La derecha de Honduras ni tan siquiera hubiese invertido más de tres millones de dólares junto con la extrema derecha de Miami para calumniarlo.
Si eso pasa es que Enrique Flores es insobornable.
Los líderes políticos de Libre que son auténticos deberían de leer Marxismo para comprender la realidad sociopolítica, confiando que sus ingenuidades al dudar de la honorabilidad de Flores Lanza no está ya tarifada. Los
refundacionales que son un grupo disidente en el interior de Libre, pero que lanzan dardos solamente contra Libre el único partido que les da participación, deberían desenmascar el genocidio humano de la derecha que sucede diariamente, y que solo aparece en cifras rojas cuando se toca la estadística, confiando también que no están ya hartándose de las mieles del poder en forma furtiva.
Los dirigentes del Partido Libre alguna vez se han preguntado porque solamente a Enrique Flores denigran y persiguen. Es sintomático que pase solo con el Ex Ministro.
Si no hay Solidaridad con Flores Lanza después vendrán otros y otros, y el partido Libre será menos peligroso que un puré de berenjenas, y recordarán a Bertold Brecht: “…Ahora me llevan a mí pero ya es muy tarde.”