Pablo Gonzalez

Extracción del esquisto sacude la tierra


En los EEUU se hicieron frecuentes los terremotos en los estados que siempre habían sido considerados tranquilos desde el punto de vista sísmico. 

En Oklahoma, desde 2009 los temblores suceden ahora decenas de veces más. Algunos científicos opinan que la actividad sísmica no es de carácter natural, sino está relacionada con la actividad humana en la extracción del gas de esquisto, que se hace por medio de la llamada fracturación hidráulica.

En la víspera de la Navidad católica Oklahoma fue sacudida por temblores de 4.5 puntos de magnitud. El anterior sismo muy fuerte, de 5.6 puntos, tuvo lugar en ese estado hace tan sólo dos años. 

Según dicen los geólogos, en los años 80-90, esta región era considerada tranquila desde el punto de vista sísmico, pero en los últimos cuatro años la actividad sísmica ha subido ahí aproximadamente treinta veces. No se conocen las causas exactas que hayan provocado el aumento de los desastres naturales en América del Norte. 

Los científicos no excluyen que los temblores pueden ser consecuencia de la intromisión activa del hombre.

En Oklahoma existen más de cuatro mil pozos de petróleo y gas, comenta Alexánder Gorshkov, secretario académico del Instituto de la teoría de pronósticos de sismos y geofísica matemática de la Academia rusa de las Ciencias:

–El hecho de que la actividad sísmica haya crecido en los lugares donde se realizan extracciones del gas de esquisto, no es contradictoria. En Estados Unidos, en Denver, Colorado, se ha observado que en la medida en que aumentaba la extracción, se hacía más frecuente la actividad sísmica.

Durante la producción de petróleo y gas, que yacen en las rocas de esquisto del subsuelo, se utiliza muy a menudo el llamado Fracking, abreviado del término “fracturación hidráulica del estrato” (Hydraulic Fracturing, en inglés). 

En el pozo se inyecta agua a enorme presión, las rocas no lo resisten y se fracturan liberando hidrocarburos. En realidad, es un pequeño temblor artificial, que no representa demasiado peligro. Pero, a escala industrial, esa clase de fracturas pueden provocar alteraciones en la estructura de la corteza terrestre. Los investigadores ya llevan años discutiendo acerca de los resultados a los eso puede llevar. Alexánder Gorshkov comenta:

–El efecto del aumento de la actividad sísmica se observa bastante a menudo en las regiones, donde se lleva a cabo explotación industrial de yacimientos de petróleo y gas, eso se debe a que en los pozos se inyecta agua, para subir su rendimiento, lo que altera la presión interior en las capas. Eso provoca la formación de nuevas grietas, y, como dicen, las rocas empiezan a quebrarse.

 Pueden suceder temblores bastante fuertes.

Los industriales y el gobierno estadounidenses insisten en que dicha tecnología es segura. Los ambientalistas no están de acuerdo, relacionando la explotación de yacimientos de esquisto con desastres naturales y contaminación del medio ambiente. La población de muchos países se pronuncia en contra de la utilización del método de hidrofractura, señala el ecólogo Alexei Yáblokov:

–Esas tecnologías representan peligro para la naturaleza. 

Como habitualmente sucede a la hora de implementar nuevas tecnologías, los ecólogos tienen muchos reclamos, mientras que los defensores de las nuevas tecnologías afirman que no hay nada grave.

 Creo que se necesita tomar todo tipo de medidas adicionales, para que no se hunda la superficie terrestre, ni haya temblores, ni contaminación de las aguas del subsuelo, aunque no entiendo bien cómo hacerlo.

Desde 2008 la extracción de hidrocarburos en EEUU aumentó más del 50 %.

 Desde esa misma época más o menos, los norteamericanos empezaron a observar sismos más frecuentes.

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