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Los 'señores de la guerra' de EE.UU. determinan la política exterior del país


Si bien la comunidad internacional está tratando de alcanzar una solución pacífica al conflicto sirio, las empresas estadounidenses de armamento se frotan las manos esperando obtener contratos multimillonarios si se acaba interviniendo en Siria.

De acuerdo con Obama, "las fuerzas estadounidenses permanecen listas para atacar Siria si Damasco se niega a cumplir con las condiciones presentadas por la comunidad internacional".

La intervención no estaría exenta de riesgos pero supondría, no obstante, grandes ganancias para la industria armamentística estadounidense, a la que algunos consideran el verdadero 'señor de la guerra' mundial. 
 
Una de las principales empresas de este sector es la compañía Raytheon, fabricante de misiles BGM-109, más conocidos como misiles 'Tomahawk'. Cada uno de estos misiles cuesta aproximadamente un millón de dólares y han sido utilizados por EE.UU. en todas sus campañas militares de los últimos 20 años.

Según el diario 'The Wall Street Journal', las ganancias de esta empresa, uno de los tres grandes pilares de la industria armamentística estadounidense, ascendieron en 2010 a más de 20.000 millones de dólares, tras la venta de 252 de sus misiles. 
 
Según los expertos, una intervención en Siria multiplicaría la venta de estos misiles y por ende, los beneficios de la empresa.

Otro jugador crucial en el mercado de armas mundial es la empresa estadounidense Lockheed Martin. La compañía utiliza tecnología avanzada para la producción de misiles guiados y no guiados, sistemas tripulados y no tripulados, así como aviones militares.

En 2010, los ingresos brutos de Lockheed Martin no superaron los 3.000 millones de dólares y la compañía resultó duramente afectada por la crisis fiscal sufrida por EE.UU. en 2012. 
 
Sin embargo, justo antes de las últimas elecciones presidenciales, Lockheed Martin amenazó con reducir la mayor parte de su personal (123.000 trabajadores), por lo que el Gobierno no dudó en rescatarla, y sus acciones han subido ahora como la espuma, ante la perspectiva real de una probable intervención militar en Siria.

La tercera pata de la industria la conforma la empresa de defensa Boeing, que suministra al Ejército de EE.UU. misiles estratégicos y sistemas GPS y electro-ópticos que se utilizarían en Siria si Washington decide iniciar las hostilidades.

Durante las elecciones de 2010, Boeing, Lockheed Martin y Raytheon han donado cerca de tres millones de dólares cada uno a los candidatos que están a cargo de la política exterior de su país. Cuanto más se involucre EE.UU. en diversos conflictos militares, mayor será el poder económico de estas corporaciones y su ámbito de influencia en las decisiones que guían la política exterior de EE.UU.

 

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