El lanzamiento de dos misiles en el Mediterráneo detectado por los sistemas rusos de alerta temprana tenía como fin comprobar la capacidad de los sistemas sirios de defensa aérea y ejercer presión psicológica sobre Damasco, opinan expertos rusos.
El presidente de la Fundación rusa para la Investigación de los Problemas de la Democracia, Maxim Grigóriev, indicó, citado por el periódico ‘Vzgliad’, que este lanzamiento, del que se responsabilizó Israel, buscaba lograr dos objetivos: “presionar psicológicamente a Damasco” e “intentar comprobar la eficacia actual de la defensa aérea” del país árabe.
A pesar de que el Pentágono aseguró que las pruebas de misiles en el Mediterráneo realizadas de forma conjunta por EE.UU. e Israel no estaban vinculadas con la operación militar planificada en Siria, el experto considera que “las declaraciones de los militares frecuentemente confirman precisamente lo que pretenden negar”.
Otro experto militar ruso comparte la opinión de su colega y expresó, bajo la condición de anonimato, que “no se trataba de ningún ensayo” y que este lanzamiento realmente tenía como objetivo poner a prueba los sistemas antiaéreos sirios y, además, observar la reacción al respecto de los países aliados a Siria.
“El incidente no pudo ser una coincidencia, especialmente en esta zona. Incluso si admitimos que se trata de unas pruebas pacíficas planificadas desde hace meses, en las actuales circunstancias de tensión que vive la región tendrían que haber sido canceladas”, cree el analista.
Asimismo, el experto militar ruso agregó que la declaración de Damasco de que los radares sirios no detectaron el lanzamiento de dos misiles no debe interpretarse como una señal de que la defensa de Siria sea débil.
El presidente de la Fundación rusa para la Investigación de los Problemas de la Democracia, Maxim Grigóriev, indicó, citado por el periódico ‘Vzgliad’, que este lanzamiento, del que se responsabilizó Israel, buscaba lograr dos objetivos: “presionar psicológicamente a Damasco” e “intentar comprobar la eficacia actual de la defensa aérea” del país árabe.
A pesar de que el Pentágono aseguró que las pruebas de misiles en el Mediterráneo realizadas de forma conjunta por EE.UU. e Israel no estaban vinculadas con la operación militar planificada en Siria, el experto considera que “las declaraciones de los militares frecuentemente confirman precisamente lo que pretenden negar”.
Otro experto militar ruso comparte la opinión de su colega y expresó, bajo la condición de anonimato, que “no se trataba de ningún ensayo” y que este lanzamiento realmente tenía como objetivo poner a prueba los sistemas antiaéreos sirios y, además, observar la reacción al respecto de los países aliados a Siria.
“El incidente no pudo ser una coincidencia, especialmente en esta zona. Incluso si admitimos que se trata de unas pruebas pacíficas planificadas desde hace meses, en las actuales circunstancias de tensión que vive la región tendrían que haber sido canceladas”, cree el analista.
Asimismo, el experto militar ruso agregó que la declaración de Damasco de que los radares sirios no detectaron el lanzamiento de dos misiles no debe interpretarse como una señal de que la defensa de Siria sea débil.
“No significa nada, pues ya ha empezado el juego”, explica el analista, y añade que los sirios podrían haber fingido no darse cuenta de que estaban siendo puestos a prueba.
“No se trata de un lanzamiento de cohetes norcoreanos que todas las partes están interesadas en detectar. En estas circunstancias se trata de lo contrario: cada una de las partes intenta proporcionar información falsa.
“No se trata de un lanzamiento de cohetes norcoreanos que todas las partes están interesadas en detectar. En estas circunstancias se trata de lo contrario: cada una de las partes intenta proporcionar información falsa.