El número de personas que recibe ayuda alimentaria de la fundación británica Trussell Trust se quintuplicó desde 2010, según señala este miércoles un informe de la organización caritativa.
Según el texto, 346.992 personas recibieron alimentos de emergencia en el período de 12 meses que finalizó el 31 de marzo, en comparación con los 61.468 beneficiados por esa ayuda en igual etapa del año anterior.
Según el texto, 346.992 personas recibieron alimentos de emergencia en el período de 12 meses que finalizó el 31 de marzo, en comparación con los 61.468 beneficiados por esa ayuda en igual etapa del año anterior.
El texto de Trussell Trust, una de las mayores organizaciones británicas de caridad que ofrecen ese servicio, difundió que entre quienes recibieron ayuda el año pasado, 126.889 eran niños.
“La mera cifra de personas que están llegando a los bancos de alimentos porque no pueden comprar comida es un llamado de alerta para el Reino Unido, no podemos ignorar el hambre en nuestro propio territorio”, dijo Chris Mould, director de la fundación.
De acuerdo con la organización, los recortes al sistema de beneficios sociales aplicados este mes por el Ejecutivo de David Cameron ya están llevando a un incremento en la cantidad de necesitados.
Estamos viendo todo tipo de personas que piden alimentos: gente trabajadora, madres que dejan de comer para alimentar a sus hijos y personas desempleadas que no logran encontrar trabajo, causa consternación que la gente pase hambre en el Reino Unido en el siglo XXI, apuntó Mould.
La organización ayudó a cerca de 100.000 personas más de lo que había anticipado para los últimos 12 meses, y espera ver a muchos más en esas condiciones, como resultado de las medidas neoliberales del Gobierno británico.
En declaraciones a la versión británica del periódico Huffington Post, el director de Trussell Trust afirmó que con la disposición de cambiar los beneficios, el Ejecutivo tomó la decisión deliberada de restringir el poder adquisitivo de las personas vulnerables.
Muchos millones de personas se ven obligadas a sobrevivir con los ingresos que ya son precarios, sin la garantía que puedan seguir proporcionándose alimentos, manifestó.
Para Mould, cuando los alquileres y los precios de la energía suben y la gente debe escoger entre mantener un techo sobre sus cabezas o pasar hambre, prefieren reducir el gasto en alimentos.
El director de la organización contra la hambruna, Oxfam, en el Reino Unido, Chris Johnes, consideró que esas cifras alarmantes muestran el saldo de los crecientes costos de vida, la falta de puestos de trabajo decentes y seguros, y los recortes en los beneficios sociales.
Johnes sostuvo el criterio de que el Gobierno no puede ignorar esta situación por más tiempo, y en lugar de recibir dinero de personas que no pueden alimentarse por sí mismos, debe centrarse en las empresas y los individuos ricos que esquivan los impuestos.
Fuente: http://aporrea.org/internacionales/n227654.html
“La mera cifra de personas que están llegando a los bancos de alimentos porque no pueden comprar comida es un llamado de alerta para el Reino Unido, no podemos ignorar el hambre en nuestro propio territorio”, dijo Chris Mould, director de la fundación.
De acuerdo con la organización, los recortes al sistema de beneficios sociales aplicados este mes por el Ejecutivo de David Cameron ya están llevando a un incremento en la cantidad de necesitados.
Estamos viendo todo tipo de personas que piden alimentos: gente trabajadora, madres que dejan de comer para alimentar a sus hijos y personas desempleadas que no logran encontrar trabajo, causa consternación que la gente pase hambre en el Reino Unido en el siglo XXI, apuntó Mould.
La organización ayudó a cerca de 100.000 personas más de lo que había anticipado para los últimos 12 meses, y espera ver a muchos más en esas condiciones, como resultado de las medidas neoliberales del Gobierno británico.
En declaraciones a la versión británica del periódico Huffington Post, el director de Trussell Trust afirmó que con la disposición de cambiar los beneficios, el Ejecutivo tomó la decisión deliberada de restringir el poder adquisitivo de las personas vulnerables.
Muchos millones de personas se ven obligadas a sobrevivir con los ingresos que ya son precarios, sin la garantía que puedan seguir proporcionándose alimentos, manifestó.
Para Mould, cuando los alquileres y los precios de la energía suben y la gente debe escoger entre mantener un techo sobre sus cabezas o pasar hambre, prefieren reducir el gasto en alimentos.
El director de la organización contra la hambruna, Oxfam, en el Reino Unido, Chris Johnes, consideró que esas cifras alarmantes muestran el saldo de los crecientes costos de vida, la falta de puestos de trabajo decentes y seguros, y los recortes en los beneficios sociales.
Johnes sostuvo el criterio de que el Gobierno no puede ignorar esta situación por más tiempo, y en lugar de recibir dinero de personas que no pueden alimentarse por sí mismos, debe centrarse en las empresas y los individuos ricos que esquivan los impuestos.
Fuente: http://aporrea.org/internacionales/n227654.html