Pablo Gonzalez

Comer huevos es tan nocivo como fumar


El colesterol que contiene una yema de huevo tiene prácticamente el mismo efecto dañino sobre los vasos sanguíneos que el humo del cigarrillo, de acuerdo con un estudio canadiense recientemente publicado.

La citada investigación, realizada por médicos y químicos de aquel país norteamericano, ha sido analizada por expertos de medios europeos, lo que ha reabierto el debate sobre las consecuencias nocivas de los componentes que se integran en un cigarrillo y las que provoca comer más de dos huevos a la semana.

El resultado del experimento no deja lugar a dudas: la yema es casi tan mala para las arterias como la nicotina, el alquitrán, el amoniaco y demás sustancias contenidas en un cigarrillo.

EL DOCTOR SPENCE ACONSEJA NO COMER MÁS DE DOS HUEVOS A LA SEMANA, PERO ECHARLE MUCHOS A LA VIDA

El Dr. David Spence y su equipo de expertos en la Universidad de Western Ontario (Canadá) examinó las consecuencias directas del exceso de grasa en el cuerpo.
 
 Los grupos de células grasas obstruyen poco a poco las arterias, pueden bloquear el flujo de sangre y originar un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ACV).

Los investigadores analizaron la formación de tales placas de grasa en la arteria carótida de más de 1.200 pacientes canadienses, con una edad promedio de 61 años. 
 
Además del consumo semanal de yemas de huevo, los participantes también indicaron su consumo de cigarrillos.

El equipo de científicos observó igualmente que la formación de la placa grasa se aceleró de manera significativa en pacientes que acostumbran a consumir yemas de forma regular, sobre todo entre aquellos que ingerían huevos más de tres veces por semana. 
 
Los vasos sanguíneos, venas y arterias de estos últimos pacientes, no fumadores, presentaron daños similares a los producidos por el consumo de un paquete diario de cigarrillos.

El estudio recomienda a las personas que ya se han visto afectadas por una alteración arterial, que no ingieran más de dos huevos a la semana, lo que limitaría la entrada de colesterol en la sangre a un nivel de 300 miligramos, tope recomendado a todos los pacientes que padezcan de hipertensión.

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