La líder estudiantil chilena Camila Vallejo, respondió hoy a descalificaciones en su contra del historiador local Gabriel Salazar y aclaró que su militancia en las Juventudes Comunistas es un acto de convicción propia.
Quisiera aclararle al profesor Salazar que los jóvenes comunistas no militamos para ser manipulados o "utilizados", militamos porque tenemos la clara convicción de que Chile necesita profundas transformaciones, afirmó a través de su blog.
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile expresó hoy su incomodidad por el "claro sesgo machista" del Premio Nacional de Historia, quien instó a la joven a renunciar a su militancia y le enrostró sus cualidades como líder social.
"Si Camila Vallejo es suficientemente inteligente, debe abandonar el Partido Comunista..., es una máquina que controlan viejos", afirmó el académico.
Ante esa sugerencia, la líder estudiantil defendió con énfasis su militancia en una colectividad que acaba de cumplir 100 años de historia.
"Hemos sido y seguiremos siendo parte vital de los movimientos sociales y del pueblo organizado más allá de lo coyuntural", remarcó.
Nunca hemos necesitado dejar nuestra militancia para trabajar codo a codo con los movimientos sociales y el actual escenario político tampoco nos llama a eso, sino a todo lo contrario, añadió.
Calificó además de reduccionismo y de equivocada e irresponsable la idea de que lo joven es puro y bueno y lo viejo es sucio y corrupto.
Camila discrepó también del criterio de Salazar de "limpiar" el movimiento social de toda militancia.
Ello, opinó la joven, además de un discurso agotado de larga data histórica en los debates del mundo social, devalúa el importante trabajo que miles de jóvenes militantes de la Jota (Juventudes Comunistas) y de otras agrupaciones políticas de izquierda han realizado durante muchos años por el movimiento social.
Soy una convencida, enfatizó, de que la democracia es el gobierno del pueblo.
Camila consideró erróneo fortalecer al movimiento social de espaldas o al margen de la institucionalidad política a la que el profesor llama mañosamente "clase" política.
De actuar así, esa institucionalidad intacta seguirá operando sin nosotros y contra nosotros, gracias a que le hemos delegado esa responsabilidad por omisión, acotó.
Lo que necesitamos en Chile, subrayó, es una gran alianza social y política que resguarde la independencia y la autonomía de los movimientos sociales, pero que posibilite la construcción y aplicación conjunta de un programa de transformación social.
Quisiera aclararle al profesor Salazar que los jóvenes comunistas no militamos para ser manipulados o "utilizados", militamos porque tenemos la clara convicción de que Chile necesita profundas transformaciones, afirmó a través de su blog.
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile expresó hoy su incomodidad por el "claro sesgo machista" del Premio Nacional de Historia, quien instó a la joven a renunciar a su militancia y le enrostró sus cualidades como líder social.
"Si Camila Vallejo es suficientemente inteligente, debe abandonar el Partido Comunista..., es una máquina que controlan viejos", afirmó el académico.
Ante esa sugerencia, la líder estudiantil defendió con énfasis su militancia en una colectividad que acaba de cumplir 100 años de historia.
"Hemos sido y seguiremos siendo parte vital de los movimientos sociales y del pueblo organizado más allá de lo coyuntural", remarcó.
Nunca hemos necesitado dejar nuestra militancia para trabajar codo a codo con los movimientos sociales y el actual escenario político tampoco nos llama a eso, sino a todo lo contrario, añadió.
Calificó además de reduccionismo y de equivocada e irresponsable la idea de que lo joven es puro y bueno y lo viejo es sucio y corrupto.
Camila discrepó también del criterio de Salazar de "limpiar" el movimiento social de toda militancia.
Ello, opinó la joven, además de un discurso agotado de larga data histórica en los debates del mundo social, devalúa el importante trabajo que miles de jóvenes militantes de la Jota (Juventudes Comunistas) y de otras agrupaciones políticas de izquierda han realizado durante muchos años por el movimiento social.
Soy una convencida, enfatizó, de que la democracia es el gobierno del pueblo.
Camila consideró erróneo fortalecer al movimiento social de espaldas o al margen de la institucionalidad política a la que el profesor llama mañosamente "clase" política.
De actuar así, esa institucionalidad intacta seguirá operando sin nosotros y contra nosotros, gracias a que le hemos delegado esa responsabilidad por omisión, acotó.
Lo que necesitamos en Chile, subrayó, es una gran alianza social y política que resguarde la independencia y la autonomía de los movimientos sociales, pero que posibilite la construcción y aplicación conjunta de un programa de transformación social.