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El Salvador: ¿FMLN a la oposición y ARENA al gobierno?


El tercer aniversario de la presidencia Funes


Un poderoso pretendiente está poniendo en peligro la estabilidad matrimonial del presidente Funes y el FMLN. Luego de casi tres años de un matrimonio tempestuoso, parece ser que las diferencias tienden a agravarse. Y lo que el expresidente Saca no pudo lograr, podría hacerlo el expresidente Cristiani. Lograr el divorcio.

Ya no se trataría solo de dormir en camas separadas sino de abandonar el hogar. Hay señales inequívocas que del simple coqueteo iniciado en noviembre de 2011 con la creación del Consejo Nacional para el Crecimiento (con los grandes empresarios Murray Meza, de Sola, Callejas, Eserski y Poma) se ha pasado a comer la fruta prohibida de la infidelidad. Y las próximas semanas serán clave para confirmar o negar en los hechos este nuevo romance.

Efectivamente, el jueves 17 de este mes sucedió en la Asamblea legislativa un hecho insólito: ARENA votó junto con GANA, CN y PES para aprobar una reforma del presupuesto general de la nación y otorgar a la Administración Funes una reasignación de fondos de un préstamo del BID por 100 millones de dólares, para resolver el financiamiento de los subsidios.

El FMLN, partido de gobierno, se abstuvo y no respaldó la solicitud del Ejecutivo en el que participa con varios ministros. Posteriormente, el Ejecutivo autorizó al Alcalde Norman Quijano para desarrollar un proyecto urbanístico en la Calle Arce. Favor con favor se paga. Y este es un favor hecho a la derecha.

Es evidente que mientras el FMLN decide alejarse públicamente del presidente Funes, ARENA no oculta su acercamiento. Hablan de una “nueva relación” a partir de los resultados electorales de marzo de este año que les adjudicaron 33 diputados y la mayoría de alcaldías del gran San Salvador. Hablan de “ser responsables.”

¿Estará ARENA dispuesto a llenar el vacío de una hipotética retirada del gobierno por parte del FMLN? No lo sabemos, pero no puede descartarse, lo que ya en si es paradójico. Y Arena decidió revelar en vísperas del tercer aniversario de la llegada a la presidencia de Funes esta nueva situación. De ahora en adelante para los tricolores, las baterías estarán enfiladas contra el FMLN con exclusividad. Funes va ya de salida. Todos contra el FMLN es la consigna.

Mientras tanto, el FMLN se desmarcó claramente de apoyar esta reasignación presupuestaria y continuo con su estrategia de separarse de aquellos aspectos de la agenda del presidente Funes que puedan golpearlos electoralmente, en especial los vinculados a reducir subsidios (transporte, gas, energía) para cumplir con las exigencias del FMI. “Estamos lejos de salir de la crisis” aseguran.

ARENA por su parte, presento su balance de los tres años de la Administración Funes y habló exclusivamente del FMLN, de un “gobierno del FMLN: 3 años de retroceso. Economía débil, mayor desempleo, aumento de la pobreza, perdida de oportunidades de inversión, populismo, indisciplina, clientelismo político, despilfarro y quiebra fiscal” y enfatizaron que el “país está en bancarrota.”

En respuesta a ambos partidos el presidente Funes explicó refiriéndose a ARENA que “estamos viviendo la oposición de los que no quieren perder privilegios”, y con respecto al FMLN “estamos viviendo la oposición de los que no han entendido que no se pueden hacer cambios de la noche a la mañana, porque demagógicamente así se lo prometieron a la gente, quizás querían hacer del gobierno su patrimonio”. Palabras estas últimas fuertes y probablemente injustas.

El presidente Funes adopta la misma tesis que fue usada en los años ochenta del siglo pasado por el presidente Duarte: un gobierno de centro asediado por la izquierda y la derecha. Y esto no es casual ya que sus asesores principales parecen proceder del mismo lugar, de las oficinas para América Latina del Departamento de Estado USA. Y es por esto que se habla de “gobierno de unidad nacional.”

En este marco no se descarta la posibilidad que el presidente Funes incluya a partir del cuarto año de su gobierno, a funcionarios procedentes de los partidos GANA, CN y PES al gabinete, incluso del mismo ARENA, esto en armonía con la tesis de “gobierno de unidad nacional.”

Pero esta decisión el presidente Funes debe meditarla concienzudamente. La gente ha aceptado a regañadientes a un presidente de izquierda que aplica políticas de derecha, en particular en el área económica. Pero la gente puede rechazar y con fuerza, a un presidente de izquierda con un gabinete de ministros de derecha. Las habilidades de equilibrista pueden fallarle y puede fácilmente caer al vacío. Aun contando con un padrino poderoso.

Iglesia Católica retira apoyo a Obispo Colindres

El arzobispo de San Salvador, Monseñor Escobar Alas, agradecido y aliviado, informó que la Iglesia se retiraba de su papel como mediador entre las pandillas rivales MS y 18. Parece ser que al Obispo Colindres le serrucharon el piso y a altos niveles. La derecha no podía permitir que le estuviera haciendo los favores al presidente Funes y logró pararlo. Y en seco. Escobar Alas justificó esta postura afirmando que ya habían cumplido con su “oportuno” rol y que correspondía hoy al gobierno asumir esta responsabilidad. La lucha de clases penetrando en los resquicios de las catedrales.

Los órganos del Estado afilan sus espadas

En la próximas semanas está programado ya en cartelera, el mano a mano entre los partidos políticos FMLN, GANA, CN, PES y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Y quizás hasta participe el presidente Funes. Van a medir fuerzas. Están en juego posiciones claves del ajedrez institucional, incluso la presidencia de la CSJ. Va ser un combate que permitirá medir recursos y argumentos de ambos contendientes. Al final, un desgaste para el presidente Funes y en especial para el FMLN.

Lo que esta de telón de fondo es la voluntad de sectores de la oligarquía interesados en reducir el rol de los partidos políticos para poder influenciar desde la “sociedad civil” e imponer una agenda política y económica de naturaleza neoliberal. Por su parte, los partidos políticos defienden sus prerrogativas constitucionales. El problema está en que la mayoría de partidos son de derecha y el FMLN no debería asumir su defensa. No le corresponde autoproclamarse defensor de este sistema.

Por su parte, el movimiento popular se mantiene al margen de este altercado, cuando debería incidir, construir su propia visión ya que resulta negativo defender los privilegios partidarios pero a la vez no se debe de ceder ante la prepotencia oligárquica, disfrazada esta vez de “sociedad civil.”

Visiones en pugna

Existen diversas visiones sobre cómo enfrentar la actual crisis, que tiene un fuerte componente internacional, que la agudiza. Estas visiones responden a los distintos intereses económicos y políticos que se han ido configurando en la formación social salvadoreña.

El sector económico determinante es el de las transnacionales junto con el bloque de la oligarquía transnacionalizada. Este sector, que fue clave en la alianza que llevó a Funes a la presidencia logra hoy incidir decisivamente en el principal instrumento político de la derecha, el partido ARENA. Y es el sector que lleva como candidato al Alcalde Quijano, en disputa con el sector vinculado a Francisco Flores, con su candidato Laínez. Al final, Cristiani, aconsejado por Calderón Sol, le terminó perdonando a Quijano el desliz de su relación con Saca. Y ya desayunan juntos.

Existen otros sectores del capital nacional mediático, comercial e industrial que no coinciden con este enfoque. La ANEP ha pasado a simbolizar la punta de lanza de este agrupamiento y Jorge Daboub es el principal gladiador, pero acompañado por Javier Siman de la ASI. Y han logrado acumular fuerza social por medio de Aliados por la Democracia. Y tiene capacidad de propuesta por medio de FUSADES. Pretenden desgastar el sistema de partidos políticos y gobernar desde “la sociedad civil.” Para esto necesitan acumular fuerza social. Pueden incluso asumir una actitud crítica ante el FMI.

En el campo popular también coexisten diversas visiones. La más poderosa y representativa es la influenciada por el FMLN, como quedo demostrado el pasado 21 de mayo. Pero hay una gran variedad de expresiones de izquierda, que muchas veces permanece en el anonimato.

Existen tres visiones: la que considera que se debe apoyar incondicionalmente a este gobierno, y que se va expresar pública y políticamente este próximo domingo 27 con una marcha. La que considera que se debe apoyar lo positivo y rechazar lo negativo, y que participa del gobierno, como es el FMLN y su base social. Y la que considera que este es un gobierno de derecha, al que hay que denunciar y combatir, que se expresa en el MDP.

El partido ARENA y sus cadáveres en el closet

Las clases dominante son muy hábiles para ocultar sus conflictos internos así como para distorsionar y ampliar los existentes en los sectores populares y en la izquierda. Pero es claro que la derecha atraviesa por serias dificultades en hacer coincidir enfoques, estrategias, personajes e instrumentos para avanzar en el proceso de recuperar el ejecutivo en el 2014. Es una tarea compleja.

Hay conflictos entre sectores empresariales, entre empresarios y partidos de derecha, entre los partidos de derecha, y al interior de cada partido. En particular las decisiones de Cristiani y del COENA no son obedecidas. Hay conflictos entre el COENA y la Fracción Legislativa. Dentro mismo de la fracción legislativa entre los nuevos y los “experimentados.” Hay el fundamentado temor a lo que llaman “transfuguismo” y un fétido ambiente de persecución hacia los posibles desertores.

También ARENA está midiendo las consecuencias de su acercamiento al presidente Funes. Para su base social va ser difícil explicar las motivaciones de esta riesgosa maniobra de cercanía. Pone en peligro parte sustancial de su voto duro. Y pone en peligro también el voto de sectores indecisos que no van saber a quién estarán apoyando. Están revisando, temen “quemarse.”

Por otra parte, han empezado a soñar con una victoria en la ciudadela del imperio, con un triunfo del candidato republicano Mitch Romney, que venga a terminar con la “pesadilla” de Obama.

El partido FMLN y sus temores

Para el FMLN la actual situación es un callejón con salidas peligrosas y desgastantes. El alejarse, distanciarse o e incluso llegar a la ruptura con el presidente Funes es una decisión que necesita meditarse, definirse, calcularse, medirse con la mayor frialdad. Lo mismo sucede con la selección del candidato presidencial.

Un paso en falso conducirá a una caída de la cual será difícil levantarse. La derecha espera que el FMLN se aparte del Gobierno para ellos ocupar este espacio. Las consecuencias de abandonar el barco deben de ser analizadas desde la óptica de costos y beneficios ya que equivocarse sería políticamente fatal.

El factor decisivo a tomar en cuenta radica en la certeza que el voto duro, histórico, tanto para el FMLN como para ARENA, no garantiza el triunfo. Se necesita buscar, encontrar, la fórmula para cautivar, enamorar a medio millón de votante indecisos. ¿Apartarse del presidente Funes permitirá acercarse a este núcleo poblacional?

Por otra parte continuar acompañando políticas que perjudican a la población tiene también su costo. Y grave. Y costo electoral. La campaña presidencial real inició el 12 de marzo y ayer apareció la primera encuesta en la Prensa Gráfica que naturalmente beneficia a Norman Quijano. Estamos de nuevo en campaña.

En este sentido es muy oportuno y claro el comunicado de la dirección del FMLN del 21 de este mes en el que señala que “es urgente hacer un viraje a fondo del modelo con el que estamos gestionando la economía nacional y las políticas públicas que la acompañan.” Se refieren al modelo neoliberal, sin mencionarlo expresamente.

Y agregan que “es inaceptable golpear a los sectores populares…no aceptaremos eliminar subsidios a los sectores populares…mientras no se cambia el rumbo de la economía se deben de mantener las políticas redistributivas vigentes en este primer Gobierno del Cambio.” En este primer gobierno del cambio, bien dicho.

Es un comunicado que recupera la capacidad de análisis y de posicionamiento. Debe de vincularse a la necesidad de ir definiendo y explicando los mecanismos amplios de consulta para la selección del candidato así como para definir el programa, la estrategia, los ejes y el concepto de campaña. El desafío rebasa al FMLN. Hablamos de la izquierda. Ojala que se entienda en este sentido.

Estos próximos doce meses del cuarto año del gobierno del FMLN y del presidente Funes son cruciales. La derecha va tratar de romper esta alianza. Y avanza fuertemente en esta dirección. La derecha va tratar de lograr que sea un gobierno fracasado, fallido. Y hay una avalancha mediática para convencernos de la validez de este enunciado. La derecha va tratar de convencernos que ya estamos derrotados. Y la pelea recién comienza.

Es por lo tanto clave garantizar que este primer gobierno de izquierda, con todas sus dificultades y deficiencias, problemas y carencias, que reflejan nuestras incapacidades y errores como izquierda política y social, culmine de manera exitosa su gestión. Este gobierno del FMLN y del presidente Funes debe concluir como el primer gobierno que se interesó realmente por sacar a nuestro país de la crisis en que fue hundido por la derecha y la oligarquía.

No podemos asumir una actitud de observadores imparciales, es nuestro gobierno, hay que acercarnos, criticar, cuestionar, señalar, proponer, hacernos escuchar, incidir, lo que no podemos hacer, lo que es imperdonable, es entregarle de nuevo el país a la derecha. Es una tarea de honor.

Los desafíos del movimiento popular

El movimiento popular debe pelear sus propias batallas, que son muchas, empezando por la necesidad de responder a la ofensiva del Fondo Monetario Internacional para imponer la eliminación de los subsidios. Esto está vinculado a la lucha por el empleo, por la seguridad y por detener el alza en el costo de la vida. Tres banderas de lucha esenciales para modificar el rumbo de este gobierno y obligarlo a alejarse del ahogante modelo neoliberal.

Y en estas luchas los sectores populares necesitamos aglutinar fuerzas. Tanto la Concertación Popular por un País sin Hambre y Seguro, CONPHAS como el Frente Social por un Nuevo País, FSNP de la corriente pro FMLN, como la recién creada Unidad Nacional por la defensa de los Cambios, UNDC, en apoyo al presidente Funes; e incluso el Movimiento por una Democracia Participativa, MDP, vinculado a la TR, podrían buscar acuerdos mínimos para enfrentar estos desafíos.

Sería un gravísimo error de sectarismo considerar a la UNDC como enemigos, es un esfuerzo legítimo de construir base social. Que lo logren son otros cinco pesos. Pero tienen derecho a intentarlo. Lo mismo el Movimiento Nuevo País. Incluso en la misma agrupación Aliados por la Democracia, al servicio de las causas de la derecha, hay que saber diferencias a empleados de la ANEP de personas e instituciones que han sido arrastradas a estas posiciones debido a nuestra incapacidad para convencerlas, pero que obviamente han abordado un vehículo equivocado, y van a terminar en un lugar equivocado, del cual les será difícil regresar.

Lo interesante y urgente es buscar puntos de encuentro del movimiento popular y social desde los que podamos empezar a caminar y a reconocernos como expresiones diferentes de un mismo proyecto histórico de cambio social. Fuente: http://alainet.org/active/55131

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