(EFE, Madrid, 05/04/2012 ) El Gobierno pone fin al apoyo económico a los disidentes cubanos y sus familiares acogidos en España entre julio de 2010 y abril del pasado año porque el programa pactado y ya prorrogado seis meses ha concluido, informan fuentes de este departamento, que rechazan cualquier vinculación con los recortes.
El colectivo, entre disidentes y familiares, está ahora en torno a 500 personas.
Las fuentes consultadas subrayan que el acuerdo impulsado por el entonces ministro Miguel Ángel Moratinos y firmado por cada ex preso tenía un plazo fijado y un límite de 18 meses que ya ha sido cubierto en la mayoría de los casos.
Las fuentes consultadas subrayan que el acuerdo impulsado por el entonces ministro Miguel Ángel Moratinos y firmado por cada ex preso tenía un plazo fijado y un límite de 18 meses que ya ha sido cubierto en la mayoría de los casos.
Por eso, niegan que su coincidencia con este momento de recortes tenga relación alguna.
Entre julio de 2010 y abril de 2011 llegaron a España un total de 115 ex carcelados cubanos y 647 familiares. El plan de ayuda que estipuló el anterior Ejecutivo fue por un año, con opción a una prórroga de seis meses, que finalmente se ejecutó.
Entre julio de 2010 y abril de 2011 llegaron a España un total de 115 ex carcelados cubanos y 647 familiares. El plan de ayuda que estipuló el anterior Ejecutivo fue por un año, con opción a una prórroga de seis meses, que finalmente se ejecutó.
Exteriores no se plantea una nueva ampliación del plan, por lo que los ex presos formarán parte del colectivo de inmigrantes.
Las prestaciones incluían hasta 700 euros para alquiler una vivienda, una partida para manutención de unos 180 euros por persona, abono transporte y cobertura médica, informa Efe.
El ministerio que dirige José Manuel García-Margallo está dispuesto a colaborar para encontrar una solución con el de Empleo, del que dependen los asuntos de inmigración, con el fin de que los excarcelados "no se queden desamparados".
Las prestaciones incluían hasta 700 euros para alquiler una vivienda, una partida para manutención de unos 180 euros por persona, abono transporte y cobertura médica, informa Efe.
El ministerio que dirige José Manuel García-Margallo está dispuesto a colaborar para encontrar una solución con el de Empleo, del que dependen los asuntos de inmigración, con el fin de que los excarcelados "no se queden desamparados".
Según las fuentes consultadas, el apoyo de Exteriores se centrará en cuestiones burocráticas y técnicas y no económicas.
El colectivo asegura que la mayoría se encuentran aún sin trabajo debido a la crisis económica y a que no han podido homologar sus títulos profesionales.
El colectivo asegura que la mayoría se encuentran aún sin trabajo debido a la crisis económica y a que no han podido homologar sus títulos profesionales.
Por ello, demandan al Gobierno que les siga prorrogando la ayuda hasta que consigan un empleo.
'Lo único que pido es trabajo'
Omar Rodríguez Saludes, uno de los excarcelados al que se le acabaron las ayudas el pasado enero, ha subrayado la preocupación por la que queda este colectivo.
"Es un momento de incertidumbre", ha confesado a Efe Rodríguez, residente en Gijón (Asturias).
Julio César Gálvez, otro de los acogidos en la primera tanda que llegó en julio de 2010, ha denunciado la misma situación:
Julio César Gálvez, otro de los acogidos en la primera tanda que llegó en julio de 2010, ha denunciado la misma situación:
"No tengo un céntimo en los bolsillos".
"Lo único que pido es trabajo y así, en vez de recibir, podré ayudar. No se trata de que me den un pescado para comer, sino de que me enseñen a pescar", ha comparado Gálvez.
Regis Iglesias, integrante también del llamado "Grupo de los 75" que fue condenado en Cuba en la primavera de 2003, ha visto también terminada su prestación:
"Lo único que pido es trabajo y así, en vez de recibir, podré ayudar. No se trata de que me den un pescado para comer, sino de que me enseñen a pescar", ha comparado Gálvez.
Regis Iglesias, integrante también del llamado "Grupo de los 75" que fue condenado en Cuba en la primavera de 2003, ha visto también terminada su prestación:
"La ONG que me atiende me ha dicho que se han acabado las ayudas y que no hay dinero para renovarla". Iglesias ha manifestado que "más que caridad", lo que busca es poder insertarse en la sociedad española con un empleo.
"Estamos muy agradecidos a España, y la ayuda tenía que terminar algún día, pero en el actual momento nos deja en un situación de desventaja total", ha comentado Iglesias, quien tiene a cuatro familiares a su cargo.
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