Pablo Gonzalez

Los derechos humanos en Cuba y en España

La Comunidad de Madrid mantiene una fuerte competencia con la ciudad de Miami, cuando se trata de agredir y orquestar campañas contra la Revolución Cubana. 
 
El Sitio Cubainformación publicó el pasado 15 de marzo una noticia con el título, Madrid: el gobierno de Aguirre se defiende atacando a Cuba, donde expresa que ante la denuncia que realizó el diputado de Izquierda Unida, Mauricio Valiente, en la Asamblea de Madrid, de las continuas redadas de identificación, por parte de la policía, a los colectivos de inmigrantes, el consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria del Partido Popular, replicó pidiendo a la bancada de Izquierda Unida que no sólo se queden en denunciar las discriminaciones y las detenciones por el color de la piel, sino también “las detenciones políticas que se practican en Cuba a los que no coinciden con su ideología”.
 
Añorando la época en que España era potencia colonial, los representantes del partido de gobierno, se arrogan el derecho de criticar los derechos humanos de los cubanos; sin embargo se olvidan de que en España existe un 23,3% de desempleo, la más alta de la Unión Europea, que afecta en lo fundamental a la juventud y el consumo y el tráfico de drogas crece con la crisis económica.
 
La situación de las cárceles es un desastre. 
 
Según informe publicado en el sitio elmundo.es , España es el país de la Unión Europea con un mayor número de presos respecto a la población: 155 por 100.000 habitantes. 
 
En el 2010 Alfredo Calcedo-Barba, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, expresó que “en las prisiones hay entre tres y cuatro veces más enfermos mentales graves que en el conjunto del territorio nacional y que las circunstancias en las que se encuentran los afectados por patologías mentales en las cárceles españolas son lamentables”.
 
Las manifestaciones en contra de la política económica neoliberal del gobierno se enfrentan por la policía a golpes y porrazos, como ha ocurrido con los Indignados en varias ciudades españolas.
 
Contrario a lo que transmiten algunos medios de comunicación como El País, y personeros del gobierno español, en Cuba el nivel de desempleo está por debajo del 4%, y a partir del perfeccionamiento del modelo económico cubano, se incrementan de manera ordenada nuevas formas de gestión y el trabajo por cuenta propia.
 
El tráfico y consumo de drogas en la mayor de las Antillas no existe a nivel de la sociedad, a partir de medidas eficaces adoptadas por el gobierno, como lo reconoce hasta el mismo gobierno de Estados Unidos
 
Si de oportunidades se trata, Cuba es el país del mundo que tiene la mayor tasa bruta de matrícula universitaria, con el 109 por ciento y una tasa de alfabetización de un 99,8%.
 
Los detenidos están recluidos en condiciones que les permiten conservar su dignidad humana. 
 
Aproximadamente el 70% de los reclusos realiza una actividad que es remunerada de las misma manera que para cualquier ciudadano libre y tienen acceso a la cultura y a la salud.
 
A diferencia de España, el presupuesto de 2012 del Estado Cubano, dedica más de un 65% del total a la salud, educación, desarrollo cultural, la asistencia y seguridad social del pueblo cubano.
 
A Cuba se le acusa de no ser un país democrático, porque no practica el modelo de “democracia” capitalista que hoy sume en la pobreza material y espiritual a una buena parte de los habitantes del planeta. 
 
Como dijera el filósofo suizo Jacobo Rousseau, “era imposible la democracia en una sociedad donde unos pocos tuvieran demasiado y muchos carecieran de todo”.
 
En el sistema político cubano el hombre es el centro de todo y lo más importante, es autóctono, único, fruto de la historia, de la ideosincracia, de la cultura, educación y necesidades de nuestro pueblo.
 
Quienes acusan a Cuba de violar los derechos humanos, pretenden que en la isla existan 10, 15 y más partidos. 
 
Ese pluripartidismo y el sistema de democracia representativa, vigentes hasta 1959, no solo no era capaz de eliminar los grandes males acumulados durante siglos de colonialismo, sino que, como elemento consustancial a él, los reproducía.
 
Pretenden reinstaurar el enorme desempleo que heredó la Revolución, la prostitución, la miseria, la insalubridad, el desalojo de los campesinos de sus viviendas, el analfabetismo, la discriminación racial, de las mujeres y religiosa, y sobre todo, la entrega de la soberanía e independencia a un gobierno extranjero.

El consejero de Asuntos Sociales del PP en la Comunidad de Madrid, debiera pronunciarse, primero, por solucionar los serios problemas sociales que afectan la sociedad española, y luego estudiar la historia y la realidad cubana, antes de hablar sobre los derechos humanos en Cuba.
 
(Artículo publicado en La pupila insomne)

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