Tradicionalmente asociada al consumo de hombres, la cerveza se ha convertido en una marca de masculinidad gracias a series como Reyes de la Colina o Los Simpsons.
La categoría, claro está, cae por su propio peso, y desde luego que la cerveza no es patrimonio sexual masculino ni mucho menos.
Sin embargo, es un hecho que al menos en términos generales se la asocia acompañando a un par de testículos y a una charla sobre automóviles.
Derribando una vez más los innecesarios estereotipos, la ciencia tapa la boca al saber popular, en esta ocasión la historiadora británica Jane Peyton ha editado un libro en el que se demuestra que la cerveza tiene matriz femenina.
Peyton hace un recorrido por la historia de la cerveza, en el que va desde la raíz de la misma hasta el siglo XVIII, demostrando que detrás de su elaboración ha estado siempre una mano femenina.
Derribando una vez más los innecesarios estereotipos, la ciencia tapa la boca al saber popular, en esta ocasión la historiadora británica Jane Peyton ha editado un libro en el que se demuestra que la cerveza tiene matriz femenina.
Peyton hace un recorrido por la historia de la cerveza, en el que va desde la raíz de la misma hasta el siglo XVIII, demostrando que detrás de su elaboración ha estado siempre una mano femenina.
Así, por ejemplo, hace 7.000 años en Mesopotamia y Sumeria las mujeres se encargaban de elaborar la bebida, actividad que era patrimonio femenino.
Posteriormente, el origen de la cerveza en Finlandia también era propio de las mujeres, que incluían miel y saliva entre los ingredientes.
Posteriormente, el origen de la cerveza en Finlandia también era propio de las mujeres, que incluían miel y saliva entre los ingredientes.
Además, en Inglaterra también era tradicionalmente preparada por mujeres, y la Reina Isabel I la comsumía para el desayuno y en otros momentos del día.
El descubrimiento no es un 'descubrimiento' propiamente dicho, pues tradicionalmente los alimentos han sido elaborados por las mujeres hasta la revolución industrial, cuando la maquinaria reemplazó el trabajo humano.
Igualmente, las palabras de Peyton son ciertas:
El descubrimiento no es un 'descubrimiento' propiamente dicho, pues tradicionalmente los alimentos han sido elaborados por las mujeres hasta la revolución industrial, cuando la maquinaria reemplazó el trabajo humano.
Igualmente, las palabras de Peyton son ciertas:
“Sé que los hombres estarán muy sorprendidos al descubrir esto, pero tienen que agradecerle a las mujeres por la cerveza”.
http://www.ojocientifico.com/2010/03/31/le-debemos-la-cerveza-a-las-mujeres
