
PL - El ministro de Seguridad Pública de Panamá, José Raúl
Mulino, justificó los engaños a que recurrieron en la llegada al
aeropuerto y el traslado al penal El Renacer, del exgeneral Manuel Antonio Noriega, que provocó críticas y airadas protestas.
Mulino insistió en que la prioridad era garantizar la seguridad e
integridad física del extraditado y señaló que ni siquiera la ministra
de Gobierno, Roxana Méndez, conocía el plan de usar un señuelo para
crear una falsa llegada del reo a la prisión donde había piquetes de
opositores.
Admitió que ese tema del señuelo es algo que hay que manejarlo con
mucha delicadeza pues cualquier desliz que se cometa puede ser utilizado
como una violación de los derechos de la persona.
También estimó que no
se podía ver al exgeneral Noriega, porque “la ley no lo permite”,
aunque no dio detalles, y confirmó que la persona que fue presentada es
Noriega.
Explicó que fue introducido en un
vehículo con el señor procurador José Ayú Prado para ingresar al centro
penal El Renacer porque la meta, repitió, era la seguridad de Noriega
que es el imputado y el condenado.
Por su parte Aurelio Barría, líder de la Cruzada Civilista, puso en
duda el protocolo que usaron las autoridades penitenciarias para
trasladar y llevar a Noriega a la cárcel, y cuestionó que no se les
permitió ver su rostro ni confirmar que efectivamente se trataba del
exdictador.
“¿Por qué tanto misterio y protección?”, se preguntó al tiempo que
renovó sus críticas al sistema penitenciario que, según él, le ha
faltado transparencia.