Uno de los países más tranquilos de Europa, fue presa del pánico tras un atentado con explosivos
que se cobró las vidas de al menos cuatro personas e hirió a 75, entre
ellas un niño de dos años, en una estación de autobuses de Lieja, en
Bélgica, informan las autoridades locales.
Los detalles del ataque
El ataque con granadas en Lieja no está relacionado con el terrorismo,
según el Ministerio de Interior.
Además, sólo había un atacante, Nordine Amrani, de 32 años, que murió en el incidente, según fuentes de la Policía.
Además, sólo había un atacante, Nordine Amrani, de 32 años, que murió en el incidente, según fuentes de la Policía.
Anteriormente se informó que el ataque fue perpetrado por algunas
personas que lanzaron granadas contra una multitud reunida en una parada
de autobuses en la plaza de San Lamberto. Algunos testigos, a su vez,
dijeron que escucharon cuatro explosiones.
Según los representantes de la oficina del alcalde, los atacantes
estaban tratando de liberar a alguien que estaba en ese momento en el
Palacio de Justicia.
Según el periódico The Telegraph, el ataque puede estar relacionado con
un caso de ‘crimen de honor’ (asesinato de una mujer a manos de
miembros de su familia por cuestiones de honor) que afectaba a una
familia pakistaní.
Cuatro miembros de la misma (el padre y los hermanos
de la víctima, llamada Sadia Sheikh), fueron condenados por un tribunal
belga el pasado lunes por este suceso.
Ese mismo día se produjo una
alerta de bomba.
La Policía llegó al lugar de los hechos y ordenó a los residentes que
mantuvieran sus ventanas cerradas y a las personas presentes que se
refugiasen en las tiendas cercanas.
Se estableció un perímetro de
seguridad mientras que las sirenas no cesaban de sonar en la ciudad y
los helicópteros federales patrullaban la zona en busca de un segundo
atacante.
Los equipos de rescate instalaron rápidamente un hospital de
emergencia y las víctimas han sido trasladadas casi de inmediato a las
clínicas más cercanas.
Ahora la zona de la plaza de San Lamberto está
acordonada y los equipos de investigadores trabajan sobre el terreno.
Precedentes de atentados
La zona central y norte del Viejo Continente no suele registrar con
frecuencia atentados de este tipo en los últimos años. Pero la historia
contempla precedentes en la región.
En diciembre de 2010 la capital de Suecia, Estocolmo, se vio conmocionada por los atentados con bomba
en una calle céntrica. En una de las explosiones también murió el
suicida, que hizo detonar los artefactos en una zona de compras.
En julio pasado Anders Breivik
hizo estallar un coche bomba en un complejo gubernamental de Oslo,
donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la
isla de Utoya, a 45 kilómetros de la capital noruega, donde disparó de
forma indiscriminada matando a otras 69.
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_33588.html
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