Afectado por la crisis, EE. UU ha visto reducirse la venta de casas, de
autos e incluso de zapatos, pero un producto que parece venderse 'como
rosquillas' son las armas de fuego, cuyas ventas se triplicaron
registrando cifras récord durante el 'viernes negro', el día de mayores compras del año por las grandes rebajas de los comercios.
En total, se vendieron casi 130.000 armas y no se trata de un producto
barato. Una pistola, incluso con descuentos, cuesta una media de 350
dólares.
Estos datos se basan en el número de peticiones de permiso de venta
enviados al Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en
inglés) por los armeros.
Sin embargo, la cantidad de artículos vendidos
puede ser aún mayor, ya que las cifras oficiales no incluyen las armas
vendidas por tiendas privadas, en ferias o por ciudadanos particulares.
Según opinan representantes de varias empresas armeras, la percepción
de inseguridad en el país ha impulsado a muchos a comprar armas para
protegerse de otros civiles.
Los ataques del 11 de septiembre, el caos civil después del huracán Irene
y ahora la incertidumbre económica y el temor al crimen, han generado
un clima de inquietud y conmoción en el país, señaló al respecto Robert
Cottrol, profesor de Historia y Leyes de la Universidad George
Washington.
Una población 'armada hasta los dientes'
El portavoz de la Fundación nacional para los deportes de tiro, Larry
Keane, opina que el aumento de las ventas también se debe a una "mayor
toma de conciencia de los estadounidenses de su derecho constitucional a
portar armas".
La Constitución de EE. UU. en su Segunda Enmienda reconoce el derecho
de la población a poseer y mantener armas, por lo que uno de cada dos
ciudadanos tiene por lo menos un arma de fuego bajo su techo. Además,
durante años el propio Gobierno ha patrocinado ejercicios militares en
los que participan ciudadanos comunes.
En los últimos años incluso las mujeres se han convertido en activas
compradoras de armas tanto para tiro deportivo, como para garantizar su
propia seguridad.
Arma de doble filo
Pese a que la mayoría de los ciudadanos piensa que tener un arma de
fuego aumenta su seguridad, numerosos expertos aseguran que la venta de
armas provoca un aumento de los crímenes
. De acuerdo con el Centro de
Políticas Contra la Violencia para muchos la compra de armas tiene poco
que ver con la defensa personal y por el contrario terminan utilizándose
para matar “a gente en disputas en aparcamientos o partidos de fútbol y
en peleas familiares”.
Según datos del Centro de Control de Enfermedades, dos tercios de los
homicidios ocurren en el hogar, y la primera causa de estas muertes son
conflictos personales.
En los casos de violencia doméstica, el revolver
es el arma más utilizada para asesinar a la pareja.
Los periodicos locales no cesan de informar sobre tiroteos en lugares
públicos.
Así, uno de los casos recientes ocurrió en California, donde
al menos ocho personas murieron y una resultó gravemente herida durante
un episodio de este tipo en una peluquería de California.