
EL FARO – El coronel retirado Inocente Orlando Montano,
implicado de confabulación en el homicidio de seis sacerdotes jesuitas
en 1989, fue acusado formalmente el martes en Boston de perjurio y
falsificación de datos en formas de inmigración en un trámite para
permanecer en Estados Unidos.
(Contrainjerencia: cargos menores que tienen sin dudas como objetivo de congelar una eventual solicitud de extradición).
Montano es uno de los 20 salvadoreños acusados a principios de año en
España por los homicidios cometidos durante la guerra civil de 12 años
en El Salvador.
El coronel, ex viceministro de Seguridad Pública, es implicado en el
asesinato de los jesuitas porque “participó activamente en la decisión y
diseño del asesinato, el 16 de noviembre de 1989, de los sacerdotes
jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, de su
empleada doméstica y de la hija de esta”, según el auto de la Audiencia
Nacional española emitido por el juez Eloy Velasco.
El documento de la Audiencia agrega que Montano, “además de oficial
del ejército y miembro del gobierno, tenía a su cargo la Radio
Cuscatlán, emisora oficial del Estado desde el 11 de noviembre de 1989,
que difundió, días antes de los asesinatos, amenazas de muerte contra el
rector de la UCA, Ignacio Ellacuría y los jesuitas de esa universidad, a
los que se acusaba de ser terroristas y cerebro del Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional”.
Según documentos desclasificados y los testimonios de expertos en el
juicio, Montano participó en reuniones celebradas el 15 de noviembre de
1989 “en la Escuela Militar y en los cuarteles del Comando Conjunto del
Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, donde el Alto Mando del
Ejército de El Salvador, con la aquiescencia de altos funcionarios del
gobierno, se adoptaron medidas urgentes como el asesinato de civiles de
gran relevancia intelectual y política, estando presente, Inocente
Orlando Montano junto a otros oficiales, cuando el coronel Emilio Ponce
dio la orden al coronel Guillermo Alfredo Benavides de asesinar
concretamente al padre Ignacio Ellacuría y asegurarse de no dejar
testigos, y hacer uso para llevar a cabo tal asesinato, del comando del
Batallón Atlacatl (destacado en San Salvador desde el 13 de noviembre de
1989)”.
El ex militar, de 69 años, ha vivido con su nombre en la ciudad de Everett en el estado de Massachusetts.
El martes fue acusado en una corte federal de Boston de mentir sobre
sus antecedentes militares y su participación en la muerte de los
religiosos jesuitas con la intención de obtener la situación de
protección temporal en Estados Unidos.
De momento no fue establecida fecha para el juicio.
Montaño había negado anteriormente cualquier implicación en los
homicidios.
Su abogado no respondió de inmediato un telefonema en busca
de declaraciones.