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KAREN LEE WALD – Hace diez años, la entonces principal
analista del Departamento de Defensa, la puertorriqueña Ana Belén
Montes fue arrestada por haber seguido su conciencia y haber entregado
información clasificada al gobierno cubano.
Ella lo hizo porque sentía que el gobierno de EE.UU. había tratado
siempre el pueblo cubano de una manera tremendamente injusta.
Al
hacerlo, ella cometió espionaje, aunque muchos de nosotros encontramos
dignas de elogio sus razones para hacerlo.
En esto, ella se diferencia de los hombres que se conocieron como
“los Cinco Cubanos”, porque estos nunca tuvieron acceso a la clase de
información clasificada que ella tenía, y por lo tanto no pudieron haber
cometido espionaje.
Para evitar que el tribunal – era después del 11 de septiembre de
2001 – ordene la ejecución de la Sra. Montes, el abogado contratado por
su familia (que incluye miembros de las Fuerzas Armadas y del FBI) hizo
una reprobable (y en términos internacionales, completamente ilegal)
arreglo con los fiscales de EE.UU..
En lugar de la pena de muerte, la Sra. Montes – de 45 años de edad –
pasaría los siguientes 25 años de prisión, sin posibilidad de libertad
condicional.
En comparación con las sentencias (cadena perpetua y doble cadena
perpetua) impuesta a los cubanos que en realidad no cometieron espionaje
(aunque al igual que la Sra. Montes, estaban tratando de proteger al
pueblo cubano de la enemistad no provocada y del terrorismo que emana de
los EE.UU.), la sentencia impuesta a Ana Belén Montes no parece tan
horrible – hasta que se aprenda de las condiciones añadidas: un
aislamiento total y completo.
La Sra. Montes no puede recibir cartas, llamadas telefónicas o
visitas de nadie, excepto de los miembros de su familia inmediata (padre
militar y sus hermanos del FBI) – ni siquiera un consejero espiritual o
un médico personal.
No existe un comité de defensa de Ana Belén Montes, y si hay mucha
gente en todo el mundo que admiran lo que hizo, ella no tiene forma de
saberlo.
Lo que es peor, en algún momento fue trasladada a Carswell – una
prisión federal especial para los presos con problemas de salud física o
mental, aunque no tenía nada de eso en el momento de su incarceration.
Que está sucediendo a Ana Belén Montes?
Que le han hecho sus
captores?
¿Por qué no se permite visitarla a nadie para averiguarlo?
Estas son algunas preguntas que todos deberíamos hacernos.