(PL) La postura indómita de las tribus de Bani Walid obligó hoy a
líderes rebeldes a intensificar las negociaciones para pactar una
rendición pacífica, mientras reportes contradictorios aluden a
movimientos de tropas en el sur de Libia.
El principal bastión de resistencia de los leales a Muamar El Gadafi continúa sitiado por los insurgentes subordinados al Consejo Nacional de Transición (CNT) y apoyados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero renuente a someterse, al igual que Sirte.
Bani Walid, situada en pleno desierto de Sahara unos 150 kilómetros al sureste de Trípoli, es clave porque alberga a la mayor y más poderosa tribu libia, la Warfalla, que apoya a El Gadafi, mientras Sirte, en la costa mediterránea, es la tierra natal del mandatario.
Los negociadores rebeldes intentaron desde hace días lanzar mensajes confusos para mellar la moral de los residentes y combatientes de Bani Walid y Sirte, y mientras hablaban de diálogo la OTAN realizaba el domingo 52 bombardeos aéreos, básicamente en la segunda ciudad.
El bloque atlántico que desde marzo condujo la agresión extranjera contra este país norafricano prosiguió sus incursiones aéreas y los vuelos de vigilancia sobre el territorio, a la vez que apoya a los alzados a consolidar su control en gran parte de la nación.
Hasta el momento Bani Walid ha quedado exenta de las incursiones aéreas de la OTAN debido a que parte de los insurrectos que pretenden tomarla pertenecen a los Warfalla y tienen familiares allí, según explicaron fuentes noticiosas libias.
Asimismo, informes sin confirmación independiente refirieron que los jefes tribales de la mencionada localidad se reúnen para tomar una decisión antes de que venza el ultimátum dado por el CNT para la rendición a más tardar el sábado.
Por su lado, el portavoz de El Gadafi, Moussa Ibrahim, afirmó que el ahora evadido líder tiene "un espíritu muy alto" y "está en Libia en un lugar en el que no será encontrado por los grupos cascarrabias (sic)", negando así rumores de que había salido hacia un país subsahariano.
Fuentes militares dijeron que una caravana de entre 200 y 250 vehículos procedente de Libia atravesó anoche el desierto y cruzó la frontera con Níger, donde fue escoltada por el Ejército de esa excolonia francesa hasta Agadez.
Sin embargo, ninguna fuente pudo confirmar que El Gadafi o sus hijos viajaran en ese convoy, que presumiblemente lo integraron trabajadores de países africanos subsaharianos que habían quedado atrapados en el conflicto libio, aunque otros medios aludieron a tropas regulares.
mv/ucl
El principal bastión de resistencia de los leales a Muamar El Gadafi continúa sitiado por los insurgentes subordinados al Consejo Nacional de Transición (CNT) y apoyados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero renuente a someterse, al igual que Sirte.
Bani Walid, situada en pleno desierto de Sahara unos 150 kilómetros al sureste de Trípoli, es clave porque alberga a la mayor y más poderosa tribu libia, la Warfalla, que apoya a El Gadafi, mientras Sirte, en la costa mediterránea, es la tierra natal del mandatario.
Los negociadores rebeldes intentaron desde hace días lanzar mensajes confusos para mellar la moral de los residentes y combatientes de Bani Walid y Sirte, y mientras hablaban de diálogo la OTAN realizaba el domingo 52 bombardeos aéreos, básicamente en la segunda ciudad.
El bloque atlántico que desde marzo condujo la agresión extranjera contra este país norafricano prosiguió sus incursiones aéreas y los vuelos de vigilancia sobre el territorio, a la vez que apoya a los alzados a consolidar su control en gran parte de la nación.
Hasta el momento Bani Walid ha quedado exenta de las incursiones aéreas de la OTAN debido a que parte de los insurrectos que pretenden tomarla pertenecen a los Warfalla y tienen familiares allí, según explicaron fuentes noticiosas libias.
Asimismo, informes sin confirmación independiente refirieron que los jefes tribales de la mencionada localidad se reúnen para tomar una decisión antes de que venza el ultimátum dado por el CNT para la rendición a más tardar el sábado.
Por su lado, el portavoz de El Gadafi, Moussa Ibrahim, afirmó que el ahora evadido líder tiene "un espíritu muy alto" y "está en Libia en un lugar en el que no será encontrado por los grupos cascarrabias (sic)", negando así rumores de que había salido hacia un país subsahariano.
Fuentes militares dijeron que una caravana de entre 200 y 250 vehículos procedente de Libia atravesó anoche el desierto y cruzó la frontera con Níger, donde fue escoltada por el Ejército de esa excolonia francesa hasta Agadez.
Sin embargo, ninguna fuente pudo confirmar que El Gadafi o sus hijos viajaran en ese convoy, que presumiblemente lo integraron trabajadores de países africanos subsaharianos que habían quedado atrapados en el conflicto libio, aunque otros medios aludieron a tropas regulares.
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