
Los congresistas republicanos han rechazado el nuevo plan del
presidente, Barack Obama, pensado para salvar el presupuesto de EE. UU.
Mitch McConnell, que representa a la minoría republicana del Congreso
estadounidense, definió la iniciativa de Obama como un “aumento de
impuestos masivo” que no lleva al “crecimiento económico ni al aumento
de empleos ni a la reducción de déficit”.
Según el plan de Barack Obama,
presentado el lunes 16 de septiembre, más de tres billones de dólares
durante los próximos diez años podrían salvar el presupuesto de EE. UU.
El presidente estadounidense intentaba obtener alrededor de la mitad de
estos fondos gracias a la introducción de impuestos adicionales sobre
los segmentos más acomodados de la población y las grandes
corporaciones.
El plan establecía la introducción de la 'regla de Buffet'.
El
multimillonario Warren Buffet expresó su indignación porque los ricos en
Estados Unidos paguen menos impuestos que los pobres.
Este gravamen
incluido en el mensaje del presidente al Congreso de EE. UU. debía
extenderse a todos los estadounidenses que ganan más de un millón de
dólares anuales.
Además, Obama ha ofrecido reducir la financiación del sistema de salud
pública (250.000 millones de dólares) y ahorrar un billón de dólares con
la retirada de las tropas de EE. UU. de Afganistán e Irak.
El paquete, de acuerdo con Barack Obama, no sólo reduciría la deuda
nacional, sino que allanaría el camino financiero para crear puestos de
trabajo en EE. UU., lo que requiere la asignación de 447.000 millones de
dólares.
La tasa de desempleo en EE. UU. se mantuvo en el 9,1% (unos 14
millones de estadounidenses).