Mientras que el cambio climático
amenaza con ahogar a algunas islas, en los países de la línea
ecuatorial, como Ecuador, su efecto es un aumento en el número de casos
de cáncer de piel por el debilitamiento de la capa de ozono, que actúa
como un protector natural de los rayos solares, según dijeron expertos a
EFE.
Se trata de una "consecuencia directa de una alteración de una variable
climática", aseguró Ronnie Nader, director de operaciones espaciales de
la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA), para quien decir lo
contrario sería intentar "tapar el sol con un dedo".
"Aún si hubiese algún tipo de duda, es preferible errar por el lado
sano y simplemente protegerse del sol", señaló el experto de Ecuador, un
país donde sus residentes conviven con un enemigo invisible, los rayos ultravioletas, que golpean en especial a Quito por estar a 2.850 metros de altura.
El cáncer de piel ha aumentado más de un 65% entre los hombres y un 41%
entre las mujeres en el país desde finales de la década de los 80, un
incremento "impresionante", según Patricia Cueva, directora del Registro
Nacional de Tumores de Ecuador.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima como máximo tolerable
un nivel 11 en el índice de rayos ultravioleta, pero "Quito siempre está
arriba de 16" y a veces llega a 25, según Nader, para quien la zona
ecuatorial es la más afectada por la destrucción de la capa de ozono.
Se debe al hueco que hay en el Polo Sur, donde se acumulan los
clorofluorocarbonos, que se usaban en los aerosoles en los años 50 y 60,
y que han sido llevados allí por los patrones de viento, donde seguirán
hasta 2060 ó 2070, de acuerdo con Nader.
El ozono se produce todos los días justamente sobre la zona ecuatorial,
pero migra hacia el Polo Sur y allí la concentración de átomos de cloro
de los antiguos aerosoles "actúa como una especie de desagüe, donde se
destruye hasta el 70% del ozono", dijo el experto.
"El efecto neto es que en el ecuador del planeta, que es donde más se
produce ozono, es donde está más debilitado, porque no alcanza a cubrir
la demanda que le genera el hueco", señaló, al ejemplificarlo con un
balde al que por un lado se introduce agua por una manguera, pero por el
otro lado tiene un agujero.
En Ecuador la situación es "más severa" porque cuenta con un alto
porcentaje de población en los Andes, comentó al señalar, por otra
parte, que este país andino ha cumplido "bastante con el tratado de
Montreal de eliminar los clorofurocarbonos".
Ante la situación,
lo que corresponde es un cambio de mentalidad de las personas para que
eviten exponerse al sol cuando es muy fuerte o usar algún tipo de
protección para que los rayos solares no peguen directamente a la piel por mucho tiempo.