Carola Labrador es la madre de Candela Rodríguez, la nena de 11 años que murió luego de ser secuestrada, hace un mes.
Si bien la sociedad argentina apoyó a Carola durante los primeros días del hecho, tras la muerte de la niña y la revelación de algunos datos, ahora la opinión pública considera a Carola, casi una culpable más del hecho.
En especial, porque se cree que la madre de Candela escondió información vital a las autoridades, como por ejemplo llamadas de los secuestradores o como que el asesino tenía vínculos con su familia.
Quizás, todo esto pudo haber evitado la muerte de Candela.
Por tal motivo, Carola Labrador recurrió al sacerdote Julio César Grassi, uno de los religiosos más polémicos de Argentina, condenado a prisión por abuso sexual y corrupción de menores.
Grassi es el fundador de Felices los Niños, una entidad que brinda asilo y educación a menores excluidos.
Grassi visita a Carola una vez a la semana para brindarle apoyo espiritual y fue él quien le recomendó contratar a Fernando Burlando como abogado.
Burlando es uno de los abogados penalistas más caros de Argentina.
Hay rumores que dicen que sería el propio Grassi (quien está en libertad pese al fallo judicial) quien paga los honorarios del abogado.
En uno de sus primeros pasos, Burlando logró que el juez incorpore a la causa a Carola Labrador como 'parte damnificada', por lo que se la exime de ser investigada (por encubrimiento, por ejemplo).
El cura Grassi fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por el abuso de dos menores que vivían en su fundación.
Un año después, el tribunal de Casación rechazó los recursos presentados por la defensa y ratificó la sentencia. De todos modos, aún la sentencia no está firme.
Hasta ese momento, Grassi seguirá libre.