Una decena de organizaciones feministas y de homosexuales de Euskal
Herria ha presentado una denuncia contra el Papa Benedicto XVI, en la
que solicitan su detención "en territorio español" por "encubrimiento de
pederastas de forma sistemática y organizada".
La
denuncia fue registrada el pasado día 11 ante el Juzgado de Guardia de
Donostia, pero fue dada a conocer el jueves.
La denuncia, a la que ha
tenido acceso Efe, alude a los casos de pederastia ocurridos en el seno
de la Iglesia Católica y recuerda que "no existe inmunidad de los jefes
de Estado sobre actos que representen crímenes de lesa humanidad".
El
texto recuerda que "cualquier tribunal puede ejercer la jurisdicción
universal" sobre delitos como "los actos generalizados de tortura,
abusos sexuales y encubrimiento de los mismos, apología de la misoginia y
la homofobia y persecución por motivos políticos, étnicos, de género o
de orientación sexual".
El escrito exige a las instituciones
públicas que la Iglesia Católica "deje de recibir dinero público, que a
sus agentes no se les permita acercarse a los menores de edad, y que su
jerarquía sea investigada por posibles crímenes contra la humanidad".
Finalmente,
la denuncia reclama que "se proceda a la detención e ingreso en prisión
sin fianza" de Joseph Ratzinger "hasta la celebración del juicio donde
se dicte sentencia conforme proceda en Derecho".
"Eclipse de Dios"
Por
su parte, Benedicto XVI continúa su programa de actos en la capital
española al calor de los miles de fieles que le siguen en las calles.
El
Papa opinó ayer que en la sociedad actual se constata "una especie de
eclipse de Dios, un rechazo al cristianismo y la negación de la fe
recibida, y que se corre el riesgo de perder lo que más profundamente
"nos caracteriza".
El pontífice hizo estas manifestaciones ante
1.664 religiosas, menores de 35 años, con las que se reunió en el Patio
de los Reyes del Monasterio de El Escorial.
El pontífice afirmó que era
un "gozo" poder reunirse con las monjas, muchas de ellas de vida
consagrada y otras dedicadas al cuidado de enfermos y a la educación, y
dijo que "la elección de consagrarse a Cristo cobra gran relevancia en
la actualidad".
Sin embargo, la visita papal sigue generando
polémica tras las nuevas cargas policiales contra laicos anoche en
Madrid, en las que al menos cuatro personas resultaron heridas.
Ante
1.200 jóvenes profesores universitarios con los que se reunió en la
basílica del Monasterio de El Escorial, Benedicto XVI ha hablado de lo
que considera "abusos" de una ciencia "sin límites" y ha asegurado que
"cuando se elimina toda referencia a Dios se puede llegar al
totalitarismo político".