La periodista y editora del sitio Cubadebate
Rosa Miriam Elizalde dijo que en Cuba existe “una gran frustración” por
la imposibilidad de un mayor uso de Internet a causa de la escasa
conexión de la isla debido al bloqueo norteamericano, mientras
Washington beneficia, con una red a la carta, a supuestos “líderes de la
sociedad” civil.
“Es lógico
que ante un cuadro difícil algunos sectores reaccionen con paranoia
sobre los riesgos de internet, pero el debate se dirimió con que podemos
contrarrestar los efectos negativos en la medida en que tengamos más
presencia y seamos más fuertes en la red; esa batalla está muy clara hoy
en el país”, aseguró Elizalde.
Periodista, master en Ciencias de la
Comunicación y docente de Nuevas Tecnologías en el Instituto José Martí,
es una de las creadoras de Cubadebate y trazó un complejo diagnóstico
sobre lo que significa Internet para la isla, desde las dificultades de
conexión hasta el logro de los insumos básicos, a diferencia de “quienes
están dispuestos a servir a los intereses de Washington, que tienen
todas las comodidades”.
Cubadebate surgió en 2003 “de
manera espontánea y medio loca”, y “en medio de una campaña,
probablemente la más brutal, que haya vivido Cuba desde el triunfo de la
Revolución”, afirmó Elizalde.
“Teníamos un experimento que permitía
hacer, con algo más de retraso, lo que hacemos hoy; una herramienta
simple para quienes no tenían conocimientos de Internet”, contó.
La situación cambió en 2007, cuando Fidel
Castro resolvió “dialogar con la población a través de sus
reflexiones”, pero “no quería que se publicara en el Granma, porque ya
no estaba en la dirección del partido, y tampoco quería que pasara mucho
tiempo entre que escribía y se publicaba”, explicó la periodista.
La segunda versión de Cubadebate
está en la red desde junio de 2009, cuando el sitio -hecho por la Unión
de Periodistas de Cuba- se asoció con la Universidad de Ciencias
Informáticas.
Elizalde destacó que aunque esta
aplicación “está muy integrada a las dinámicas actuales de Internet,
mantiene su idea original de filtrar información confrontándola con lo
que generalmente se excluye”.
Consultada sobe cómo ubica a Cubadebate
respecto de los medios de la isla, Elizalde la define como “un sitio que
se reconoce afiliado a la Revolución y al pensamiento de Fidel”.
La docente cuestionó a quienes “quieren
desacreditar la información que se da desde acá” y subrayó que “la
Revolución no es una gripe que a uno le dio y pasó, sino algo que está
pasando ahora mismo, por lo que seguimos reivindicando el derecho a la
crítica, a la autocrítica, a la profundidad de la información, a
defender lo que pensamos, y a darle espacio incluso a quienes no
piensan” parecido.
Elizalde utiliza la idea de “una
guerrilla loca” para hablar de quienes hacen Cubadebate, un concepto que
“tiene que ver más que nada con los problemas técnicos” y las
dificultados para acceder a Internet en el país, debido fundamentalmente
al bloqueo de Estados Unidos contra la Isla.
“Cuba tiene una conexión de 412 megabytes
para todo el país; eso significa, por ejemplo, la conexión de una
universidad argentina, o de cuatro cybercafés de Buenos Aires; o sea,
cuatro cafés tienen lo mismo que toda una isla con 11 millones de
habitantes”, advirtió.
Según Elizalde, “si uno está en contra de
la Revolución, afiliado a los intereses de Washington, en cambio, tiene
todas las condiciones para hacer Internet” pero “hacerlo desde Cuba es
casi un martirologio: somos mártires de Internet”.
Oficialmente, en Cuba hay unas 700.000
computadoras, pero “esa cifra no incluye las que se hicieron
artesanalmente, con una parte de acá y otra de allá”, porque existe en
la isla, según la periodista, “una altísima alfabetización digital”.
“Las estadísticas de la ONU ubican a Cuba
en el cuarto lugar en capacidad de uso de la informática, pero entre
los últimos lugares en infraestructura digital”, comparó, y llamó la
atención sobre la existencia de una población que “no sólo conoce las
formas y tiene la capacidad de usar internet, sino que además siente la
necesidad” de hacerlo.
En ese marco, Elizalde aceptó que “hay
una gran frustración”, porque la gente “sabe que esa computadora es el
punto, la posibilidad de conexión, de acceso al conocimiento”, un rasgo
de peso en “un país al que su condición de insular lo hace mirar hacia
afuera”.
Elizalde lamentó las dificultades para
acceder a software y cuestionó que “el país que creó el problema y lo
mantiene, con su estrategia de destruir a Cuba, también procura crear
una red a la carta para quienes sirvan a sus intereses”, lo que explica
la presencia de “supuestos blogueros disidentes con celulares con
roaming”.
“La gran paradoja es que hay
‘oficialistas’ pasando las de Caín y otros con todas las facilidades,
los que sirven para políticas de ellos, supuestos líderes de la sociedad
civil”.
Sobre la postura del gobierno acerca de
Internet, Elizalde expresó que “el primer convencido de los beneficios
es Fidel, que ya a finales de los 90 dijo que `la Internet parece
inventada para nosotros`, porque siempre tuvo claro que era una
posibilidad extraordinaria de acceso al conocimiento”.
“Y no hay nada
más socialista que el acceso”, amplió.
Finalmente, renovó sus críticas a Estados
Unidos y la llamada Ley Torricelli, que “establece que Cuba se puede
conectar, pero no participar del comercio electrónico, y dispone que
cada megabyte que Cuba contrate tiene que ser aprobado por el
Departamento del Tesoro”.
“No se puede bajar ni un programa de
Photoshop; cada vez que uno trata de cargar un software, aparece un
cartel que dice `país prohibido`.
Ni siquiera dice que esto está
prohibido para su país.
Es `país prohibido`.
Y trabajamos como todos los
pobres de este mundo, con programas crackeados”, concluyó la docente.
Ariel Bargach/ Télam
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