La 41 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que arrancará este domingo en El Salvador, tendrá como objetivo discutir y tomar medidas contra el crimen organizado en toda su magnitud, pasando por el narcotráfico, comercio ilegal de armas, lavado de dinero y trata de personas.
En esta ocasión la cita tiene lugar en El Salvador, el más pequeño país de la América continental y uno de los más violentos y peligrosos del mundo por sus elevadas tasas de homicidios, robos, violaciones sexuales, extorsiones y secuestros.
Para garantizar la seguridad de los delegados y periodistas que cubrirán el evento, el gobierno salvadoreño hará un amplio despliegue en los alrededores del Centro de Ferias y Convenciones de policías, soldados y del Batallón Presidencial, un cuerpo élite que vela por el mandatario Mauricio Funes, Casa Presidencial y su residencia.
A la cita de San Salvador acudirán los ministros de Relaciones Exteriores, o sus representantes, de los 34 Estados miembros de la OEA, la mayor y más antigua organización continental, fundada en 1948.
Por otra parte, temiendo a críticas que usualmente se hacen a las resoluciones de la OEA, su actual secretario general, Miguel Insulza, aseguró que en esta reunión ordinaria “la expectativa es tener resultados concretos porque solamente con declaraciones no vamos a enfrentar el tema del crimen organizado transnacional en nuestra región”.
“La gente espera de El Salvador no solamente declaraciones, porque tenemos muchas declaraciones, muchos diagnósticos, muchas cifras sobre el crimen en la región”, recordó el jefe de la OEA, según recoge la agencia Andina.