La administración del presidente estadunidense Barack Obama pidió a México el beneplácito para Earl Anthony Wayne, actual número dos de su embajada en Afganistán, para suplir al polémico Carlos Pascual.
Comentando la noticia, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Europa del Senado méxicano, el perredista José Guadarrama Márquez, señaló en entrevista que los senadores siempre estarán demandando y reclamando que los diplomáticos, particularmente de nuestro vecino del norte, “sea alguien que venga con toda la convicción de un buen vecino y de alguien que enriquezca la relación”.
En ese sentido, mencionó que “ante cualquier perfil que no corresponda ahí, desde luego nosotros tendremos el cuidado y el derecho que tenemos de que los diplomáticos se conduzcan como corresponde al país”.
“A lo largo de la historia siempre hemos tenido un posicionamiento muy estricto, con mucha autoridad, de demandar de que los embajadores, pero particularmente en el caso de los Estados Unidos, en primera, se respete nuestra soberanía, se ajuste estrictamente a la conducta que debe observar un diplomático que tiene una responsabilidad en un país y cualquier situación que exceda los límites”, subrayó el legislador del sol azteca.
Destacó que en este caso, “cualquier condición de conducta (del nuevo embajador) que no corresponda deberá ser observada y señalada oportuna, puntual y enérgicamente por los actores del Estado mexicano”.
–Este perfil de terrorismo, de trata de personas, ¿qué lectura le da que manden a una persona así?—se le preguntó a Guadarrama Márquez.
–El gobierno de los Estados Unidos tiene sus intereses, tiene su esquema que define para mandar a sus representantes, pero nosotros tenemos muy claro los aspectos constitucionales para cómo deben conducirse.
Entonces, abundó, “en ese aspecto pues podrá ser el interés de los Estados Unidos algún perfil en específico, pero a quienes nos corresponde exigir que se conduzcan de acuerdo a una buena relación entre dos países vecinos y en una prioridad importantísima de nuestras representaciones diplomáticas, tanto la nuestra allá como ellos acá, tiene que ser para cómo enriquecer esta relación”.
–¿Esperarían que no fuera un diplomático tan entrometido en las decisiones de México, y más enfocado en la libertad la buena relación entre los dos países?
–Tenemos que esperarlo, y debe saberlo el que viene denominado como embajador, de que esa es la función que debe traer y cualquier exceso, nosotros tenemos que señalarlo y tenemos que exigir que se conduzca de acuerdo a lo que corresponde al trabajo de un diplomático.
–¿No se permitirá entonces otro embajador incómodo?
–No podemos permitirlo los mexicanos bajo ninguna circunstancia.
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¿QUIÉN ES EARL ANTHONY WAYNE?
Earl Anthony Wayne, número dos de la Embajada de Estados Unidos en Kabul, Afganistán, emergió como candidato para sustituir a Carlos Pascual como embajador de Estados Unidos en México.
Es originario de California y aunque es considerado un diplomático de primer nivel, no tiene antecedentes en relación con México.
En 2010, fue elevado por el presidente Barack Obama al rango de embajador de carrera.
Entre sus activos están su experiencia en dos temas: desarrollo económico y el combate al terrorismo.
Tiene una licenciatura de la Universidad de California, Berkeley, y maestrías de la Universidad de Harvard, de la Universidad de Princeton, y de la Universidad de Stanford.
De junio a la fecha es el número dos de la Embajada de Estados Unidos en Kabul.
De 2006 a 2009, fue embajador de Estados Unidos en Argentina.
De 2000 a 2006, ocupó el cargo de secretario adjunto de Estado para Asuntos Económicos y Empresariales, en el Departamento de Estado.
De 1997 a 2000, fue principal vicesecretario adjunto para Asuntos Europeos (EUR).
De 1996 a 1997, fue vicesecretario adjunto para Europa.
De 1996 a 1998, se encargó de las relaciones entre Estados Unidos y Canadá.
De 1993 a 1996, fue jefe adjunto de la Misión de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE), en donde desempeñó un papel clave en la negociación del Nuevo Programa Transatlántico entre EU y la UE.
De 1991 a 1993, fue director de Asuntos de Europa Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), donde supervisó las relaciones con los países de Europa Occidental y las Comunidades Europeas.
De 1989 a 1991, fue director de Asuntos Regionales para el Embajador Itinerante de Antiterrorismo de Estados Unidos, cargo en que formuló y puso en práctica las normas de cooperación antiterrorista de Estados Unidos.
Entre 1987 y 1989, se ausentó del Servicio Diplomático y Consular para ocupar el cargo de corresponsal de asuntos de seguridad nacional del periódico Christian Science Monitor.
De 1984 a 1987, fue primer secretario de la Embajada en París, Francia, y asistente especial de los secretarios de Estado Haig y Shultz entre 1981 y 1983.
Además, fue miembro de la Secretaría Ejecutiva del Departamento de Estado de EU, funcionario para Asuntos Políticos en la Embajada de Rabat, Marruecos, y analista de política nacional e internacional de China en la Dirección de Inteligencia e Investigación.