Con el polémico anuncio del supuesto asesinato de líder de al-Qaeda, Osama Bin Laden, realizado por el mandatario estadounidense, “Obama legitima la ejecución sin juicio, como política imperialista e institucionaliza la prolongación de la doctrina Bush de Guerra Permanente, transformándola ahora de manera literal en Guerra a Muerte contra el terrorismo”, indicó el diputado Carolus Wimmer (PCV), al ser consultado sobre su opinión tras el pronunciamiento de la Casa Blanca.
“Esa práctica deslegitima el derecho internacional y las instituciones que ellos mismos crearon dentro del sistema de Naciones Unidas, para condenar crímenes de lesa humanidad, como la Corte Penal Internacional. ¿Para qué va a existir si se aplica el ajusticiamiento y no se permite ninguna defensa de la contraparte”, prosiguió Wimmer.
Para todos los de la lista
Aunque aún hay factores que opacan la veracidad de esta información emitida por Obama, para Wimmer lo más importante es el mensaje político que encierra.
“Se ve claramente que las ejecuciones sin juicio serán aplicables a todo el que sea incluido en la lista de adversarios, enemigos o personas incómodas para el imperialismo.
Es la misma visión con la que fue bombardeada la residencia de Gadafi con el propósito de asesinarlo, y la del ex – presidente de Costa de Marfil.
En ambas ocasiones fallidas, se trató de Jefes de Estado en funciones. En Libia, lo siguen intentando”, destaca el parlamentario comunista.
Wimmer resalta además, que esta estrategia no es exclusiva para el Medio Oriente. En América Latina, donde se han iniciado procesos de liberación nacional y cobran fuerza gobiernos progresistas de carácter anticapitalista y antiimperialista, con amplio respaldo de los movimientos populares, también han tratado y seguirán tratando de llevar a cabo acciones de este tipo.
“Aquí en 2002, lo vivimos con el golpe de Estado del 11 de abril; en Bolivia lo pretendieron en 2008; en Ecuador, en 2010.
En los tres casos, los Presidentes salieron ilesos de esos intentos de secuestro y magnicidio. Pero esos planes forman parte de la política belicista de EEUU”, indicó.
Borrar al enemigo
También, el diputado llama la atención sobre la banalización que hace la prensa burguesa de las constantes denuncias que ha hecho el presidente Chávez de intenciones de magnicidio.
“Esa es una realidad que forma parte de las acciones que el imperialismo cree necesarias para borrar del mapa a sus enemigos.
Fíjense que los medios no señalan nunca la total violación del derecho internacional por parte del Pentágono”, enfatizó.
Como se sabe, tras la noticia, algunos medios de manera irresponsable trucaron una fotografía de Bin Laden para mostrar el supuesto cadáver, pues hasta los momentos no hay testimonio gráfico oficial suministrado por las tropas que realizaron la operación.
Algunos cables internacionales han citado a funcionarios gringos que a través de la gran prensa estadounidense han dicho que “el cuerpo de Bin Laden fue sepultado en alta mar de acuerdo a los ritos musulmanes”.
Obama en entredicho
Sobre este último aspecto, Wimmer indicó que dejar que el Presidente de la “nación más poderosa” haga un anuncio de esta magnitud sin contar con las pruebas en la mano, para luego montar un show mediático y especular sobre el paradero del cadáver, da cuenta de “lo debilitado que está Obama en el círculo de poder del Pentágono.
Prácticamente lo usaron como bufón para luego ponerlo en entredicho y cuidado si él, en un futuro, no es víctima de su propia praxis.
No olvidemos que hay toda una campaña para cuestionar su nacionalidad y quien quita y termina ubicado en una de sus listas de terroristas”.
Por último, añade Wimmer, es muy importante la postura de la cancillería iraní que ha expresado que tras la muerte de Bin Laden, EEUU ya no tiene nada que hacer en esa región.
“Creo que los pueblos del Oriente Medio y del norte de África, y del Medio deben plantearse solicitar la desocupación de las tropas estadounidenses de sus territorios tras la desarticulación de al-Qaeda, porque esa era su principal excusa para estar allí”, finalizó.
