¿Por qué ha habido que cerrar el aeropuerto de Tampa para repintar las señales de sus pistas?
¿Qué tienen que ver con el polo norte las líneas de un aeródromo situado en la calurosa y soleada Florida?
En la segunda pregunta está la respuesta a la primera. Mucho, tienen que ver mucho.
El polo norte magnético se mueve más de lo algunos pensaban, y ya se están empezando a notar los primeros efectos.
Los científicos llevaban un tiempo anunciándolo: el polo norte magnético se está desplazando desde Alaska en dirección a Rusia, y lo hace a una velocidad de casi 65 kilómetros al año, tan rápido que algunos pronostican que en 50 años estará ya en asentado en Siberia. Esto, tarde o temprano, tendrá consecuencias en nuestra vida cotidiana.
En un futuro, por ejemplo, las auroras boreales perderán protagonismo en Alaska y ganarán en belleza e intensidad en el norte de Europa. Pero los primeros efectos de los que ha habido noticia se han registrado en otra parte del mundo, y no precisamente cerca de los hielos polares.
De momento, el aeropuerto internacional de Tampa, en Florida, ha tenido que cerrar su pista principal hasta este jueves para repintar las indicaciones numéricas que guían a los aviones y modificar la señalización. Puede ser el primero de una lista más larga. Y todo por culpa de las variaciones en el polo magnético.
La Tierra tiene dos tipos de polos, los geográficos y los magnéticos. El polo norte geográfico se sitúa en el eje vertical que divide la Tierra, pero el segundo varía con el paso del tiempo y en función del lugar, ya que la brújula se alinea con el campo geomagnético local. El polo norte magnético está actualmente en la isla de Bathurst, en los Territorios del Noroeste de Canadá, mientras el segundo se localiza en Adelia, en la Antártida, y es el que se mueve con más rapidez, lo que puede llegar a causar problemas para la navegación.
Como explica el portal científico fierasdelaingenieria.com, el norte magnético (la dirección en la que apunta la aguja de una brújula) sólo coincide exactamente con el Polo Norte geográfico en los puntos del hemisferio norte situados en el mismo meridiano en el que se encuentra el norte magnético.
Problemas para la brújula
Los pilotos han volado tradicionalmente con una brújula magnética (aún se sigue utilizando en muchos casos pese a los avances en sistemas de localización por GPS, como ocurre también en los barcos), por lo que es importante que la señalización de cada pista refleje exactamente su ubicación.
Las cifras que marcan las pistas de aterrizaje y despegue de un aeropuerto, así como las líneas blancas que las delimitan, sirven para señalizar la dirección de la pista en grados magnéticos, eliminando la última cifra. Por lo tanto, una pista cuya dirección es, por ejemplo, hacia el este (90 grados), tendrá consecuentemente como denominación 09, y una pista cuya dirección es hacia el suroeste (225 grados), se identificará como 22.
Más ruido para los vecinos de Tampa
La Administración Federal de la Aviación estadounidense requiere que las designaciones de las pistas puedan cambiarse para tener en cuenta el cambio en el polo norte magnético. Por lo tanto, y tras la última modificación, la pista de más tráfico se llamará ahora 19R/1L en las cartas de navegación, en lugar de 18R/36L, como se denominaba hasta ahora para indicar su alineamiento en torno a 180 grados al norte y 360 al sur.
A finales de enero, además, las otras dos pistas del aeropuerto serán cerradas también al tráfico para adoptar sus nuevas numeraciones. Estos mínimos cambios supondrán más actividad para la pista este y más ruido para las áreas residenciales del sur de la ciudad, según el periódico "Tampa Bay Online".
Quién se lo iba a decir a los vecinos de esta ciudad de Florida donde, por más que lo intenten, el polo norte jamás dejará de ser una imagen de postal.