“La reacción del establishment demuestra que la estrategia de Assange ha funcionado. El sistema está perplejo al ver su propia debilidad mental reflejada en un enorme espejo digital”
Salvador López Arnal...
Pepe Escobar es un documentado y finísimo analista geopolítico que ya ha sido entrevistado en varias ocasiones por rebelion.org, además de publicar artículos en su página. Es autor, entre otras publicaciones, de Globalistan: How the Globalizad World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y Red Zone Blues: a shapshot of Baghdad during the surge.
Más recientemente ha publicado Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009), un libro que merece ser traducido al castellano con la máxima urgencia.
Sobre Wikileaks, asunto central de la conversación, acaso sea conveniente recordar lo siguiente: Wikileaks es una Web dedicada a la publicación de informaciones anónimas y filtraciones sensibles, especialmente de carácter gubernamental, aunque, según se afirma, también bancario, religioso y empresarial.
Su base de datos alberga, hasta la fecha, más de un millón de documentos, cuya publicación comenzó en 2007, aunque fue en abril de 2010 cuando ha alcanzado una repercusión mundial tras hacer público un vídeo en el que mueren por disparos estadounidenses dos empleados de Reuters. En julio de 2010, protagonizó la filtración masiva de unos 77.000 documentos sobre la guerra de Afganistán; tres meses después, el portal filtró casi 400.000 archivos sobre la guerra de Irak.
El cofundador y actual director, el australiano Julian Assange, 39 años, antiguo hacker, vive escondido en el sur de Inglaterra. Tiene una demanda de arresto internacional emitida por INTERPOL tras una orden de la justicia sueca por una presunta violación. La policía británica está informada actualmente de su paradero. Sus abogados temen que si el Reino Unido lo entrega a Suecia, la fiscalía sueca pueda entregarlo a Estados Unidos.
La plantilla estable de la Web Wikileaks es de una veintena de personas y cuenta con casi un millar de colaboradores entre periodistas, abogados y personal informático. Una conexión cifrada permite a cualquier persona enviar a Wikileaks, de forma anónima y sin dejar rastro, cualquier tipo de archivo.
El soldado estadounidense perteneciente al departamento de inteligencia Bradley Manning, destacado en Bagdad (Irak), está detenido bajo la acusación de haber entregado a Wikileaks documentos secretos. Entre ellos, el vídeo de 39 minutos en el que un helicóptero Apache abate en la capital iraquí, junto a otras diez personas, a dos empleados de la agencia Reuters
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¿Qué opinión te merece Wikileaks? ¿Quiénes financian sus actividades?
Veo a Wikileaks como un incisivo neo-baudelaireano paraíso artificial en conjunción con un sistema triádico de anarquismo, libertarismo y altísima tecnología. En sus inicios Wikileaks era un colectivo que incluía disidentes chinos como Xiao Qiang e Wang Dan; periodistas opuestos a dictaduras militares; matemáticos y especialistas en ciencias de la información... Una multinacional de cerebros, digámoslo así, de EEUU, Europa, Australia y Taiwan.
Wikileaks tenía diversos apoyos económicos. Por ejemplo, de Associated Press, Los Angeles Times y Reporteros sin Fronteras. Actualmente, y por diversos motivos, estos grupos han cancelado su ayuda. Permanecen, por el contrario, una miríada de micro-colaboradores que apoyan económicamente vía PayPal.
Tampoco siguen en Wikileaks una docena de antiguos colaboradores de Assange. Permanecen unos cuarenta colaboradores próximos, y unos 800 que ayudan desde fuera.
Todo se mantiene con un presupuesto anual minúsculo de unos 200.000 euros. No hay un lugar que sea propiamente una sede, una base física de la organización.
Por lo que cuentas, es casi un milagro económico.
Exactamente. Wikileaks es, sin el “casi”, un milagro económico. ¡200.000 euros son suficientes para desnudar el Imperio, como lo fueron los 500.000 dólares que costó el 11-S!
Wiki funciona en una especie de universo paralelo con una impenetrable seguridad interna. Daniel Ellsberg, quien reveló los Papeles del Pentágono (Pentagon Papers) en 1971, ve a Assange como un héroe. La portavoz de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, sostiene que la base de la organización continua siendo un “gateway for whistleblowers” [literalmente: una puerta de entrada para denunciantes]. No se identifican sus fuentes de información.
Assange cambia permanentemente sus servidores de Internet. Tiene también una “arma secreta”, una selección de documentos encriptados, que se han bajado, vía Twitter, a las computadoras de centenares de partidarios. Si algo le sucede, el conocido “accidente” del mundo del espionaje, podría iniciarse automáticamente la divulgación del password que permite acceder a todos esos documentos secretos que por el momento permanecen encriptados.
Una buena estrategia de defensa.
Sí, sí, lo es. Assange es ahora una especie de enemigo número uno del establishment de EEUU. Por causa de la demanda de arresto de INTERPOL, que, según mis fuentes de información es una sucia invención sueca, Assange debe de estar actualmente escondido en algún lugar del sudeste de Inglaterra [Escobar afirmaba esto último antes de que la noticia fuera pública].
Scotland Yard sabe su paradero y puede ser aprehendido en cualquier momento. McLuhan estará seguramente riendo, o acaso llorando, en su tumba. Si el medio es el mensaje y no puedes eliminar el mensaje, ¿por qué no el medio?
En tu opinión, lo que está sucediendo, ¿representa realmente una amenaza para los secretos de las grandes potencias? ¿Pueden existir aquí juegos con caras insospechadas? Tú mismo has afirmado en un artículo reciente que publicó rebelión que no es probable que “los 1,6 gigabytes de archivos de texto que contenían 251.287 cables filtrados del Departamento de Estado de EE.UU. de más de 250 embajadas y consulados provoquen “una catástrofe política”, como dijo la revista alemana Der Spiegel, respecto a la política exterior de la hiperpotencia mundial”.
¿Estás tan seguro? No se conocen hasta ahora muchos de esos documentos pero lo que se sabe no parece una simple nota a pie de página o un comentario malhumorado. Se habla de presiones, chantajes, descalificaciones.
Lo sabido o sospechado por todos pero documentadamente, con papeles.
Me gustaría extenderme un poco en la respuesta.
Hazlo. No tenemos ninguna urgencia.
Para empezar. Permíteme explicar lo que sería el credo, déjame usar este término en desuso, de Assange, de acuerdo con sus propias palabras. Tomo pie en “State and Terrorist Conspiracies”. Aquí puede leerse: “Para cambiar radicalmente el comportamiento del sistema, debemos pensar con claridad y audazmente, porque si algo hemos aprendido es que los regímenes políticos no desean ser transformados. Tenemos que pensar más allá de aquéllos que nos han precedido, y descubrir cambios tecnológicos que nos animen con formas de actuación que nuestros antecesores no pudieron usar.
En primer lugar, debemos entender qué aspecto de la conducta del gobierno o de las grandes corporaciones queremos cambiar o eliminar. En segundo lugar, debemos desarrollar una forma de pensar acerca de ese comportamiento que sea lo suficientemente consistente para llevarnos a través del fango del lenguaje políticamente distorsionado y conducirnos una posición clara. Por último, debemos utilizar esta información para que nos ayude a emprender un camino que desemboque en una acción noble y eficaz” [1].
Assange ve Wikileaks como un anti-virus que nos puede ayudar a combatir la distorsión del lenguaje político. Cree sustancialmente que revelar secretos llevará a la parálisis desinformativa en este ámbito, a la no producción de más secretos en el futuro. Sin duda, lo admito, es una visión anárquica-romántica-utópica.
Assange imagina, esencialmente, a los EEUU como una gran, como una enorme conspiración autoritaria. Chomsky podría sostener lo mismo. La diferencia es que él cree que tiene una estrategia de combate contra esta conspiración: degradar la habilidad, la capacidad del sistema para conspirar. Es aquí donde entra la metáfora de una red de computación.
Assagne quiere combatir el poder del sistema tratándolo como un ordenador que está afectado, estropeado por “las arenas del desierto”. ¡Cómo me gustaría ver al gran Borges escribiendo un cuento basado en este tema!
A mí también desde luego.
En mi opinión, Assange está contraatacando con la propia doctrina estadounidense de la contrainsurgencia aplicada en Iraq y Afganistán. Él no quiere “encontrar a los talibanes” para luego llevárselos. Esto es apenas un detalle, no tiene importancia. Si la conspiración es una network electrónica, algo así como “The (foreign policy) Matriz”, lo que interesa a Assange es golpear sus habilidades cognitivas debilitando la calidad de la información.
Aquí hay otro elemento importante. La habilidad de la conspiración para engañar a los otros a través de propaganda masiva es equivalente a la tendencia de la conspiración para engañarse a sí misma a través de su propia propaganda.
De todo lo anterior deriva la estrategia de Assange de utilizar leaks [fugas, rendijas] como parte fundamental del paisaje informático. Esto nos lleva a un punto crucial: no es tan importante qué leaks particulares sean efectivos específicamente. La idea básica, el postulado esencial, sin duda muy, muy ambicioso, es la de minar el sistema de información de la “conspiración” y, de este modo, forzar la ruptura del sistema, el crash del ordenador, haciendo que la conspiración se revuelva contra sí misma en su propia autodefensa.
Sucintamente entonces.
Muy brevemente: se destruye la conspiración volviéndola alucinadamente paranoica en relación consigo misma. Todo esto nos lleva también a una cuestión también crucial, básica.
¿Qué cuestión es esa?
Casi todo el tsunami global de comentarios alrededor del “cablegate” [cables diplomáticos] ha pasado de largo. ¿Por qué esa fuga de telegramas diplomáticos? De hecho, no hablan directamente de las guerras del Imperio. Gran parte de los cables son chismorreos, charlatanería de telenovela y de la prensa de escándalos pop.
Muy bien, perfecto. Ésta es la manera de Assange de ilustrar la conspiración. Nos está mostrando que una minoritaria y envejecida élite nos gobierna, en nombre del interés general, de acuerdo con informaciones a las que sólo ellos tienen acceso y no, en cambio, los ciudadanos.
Pero toda persona más o menos informada ya sabía eso.
Toda persona más o menos inteligente ya podía suponer ese estado de cosas. Es cierto. Pero Assange no se interesa por el elemento de “novedad” periodística per se. Lo que le interesa es estrangular los links que hacen la conspiración posible, que hacen el sistema “dumb and dumber” [uno tonto y el otro más]. Y lo que hace el “cablegate” es ciertamente mostrar que el Departamento de Estado estadounidense está poblado de gente “dumb and dumber”.
Se habla ya en círculos políticos internacionales de que la diplomacia nunca más será la misma después de estos leaks. Ya es, lo han conseguido, una victoria de una organización de noticias sin estado, diferente de todo que se ha visto hasta ahora, que está haciendo cosas que los periodistas deben o deberían hacer. Y más cosas aún desde luego.
Y todo esto, no lo olvidemos, dentro de un cuadro general, dentro de un intento que aspira a cambiar radicalmente el comportamiento del sistema.
Y, además, vendrán más leaks.
Vendrán más, claro. Deben venir más leaks sobre un gran banco estadounidense, posiblemente el Bank of America. Leaks de secretos rusos, leaks de secretos chinos.
Para concluir este punto, admito que una cuestión paralela me obsesiona. La siguiente: ¿por qué, técnicamente, el Pentágono, con toda su competencia y sus medios electrónicos, no pudo (o no quiso) eliminar Wikileaks de la red?
No sé responderte, me temo que no puedo eliminar tu obsesión. Los portavoces de Wikileaks han pactado con cinco grandes diarios del mundo la edición paulatina y controlada de esos documentos que son críticos de la forma de hacer de los gobiernos y la diplomacia internacional. ¿No es un poco raro? ¿No son Le Monde, El País, Der Spiegel, The Guardian o The New York Times diarios muy afines al sistema que supuestamente se critica? Incluso parece que, en esta ocasión, estén organizados en un cártel coordinado.
Yo veo el proceso como una astuta estrategia sobre los medios de información para garantizar el máximo impacto mediático. Assange, al principio, excluyó The New York Times de la lista.
Pero después el diario neoyorquino hizo su propio trato con The Guardian. Los de Nueva York sabían que no podían estar al margen. Esta es una historia que generará titulares de prensa durante días, semanas y tal vez meses. The Guardian es el más progresista de los diarios citados; todos los demás son de centro o de centro-derecha. Pero son respetados en sus propios países e internacionalmente.
Es ellos quienes tienen que hacer el filtraje de este número casi infinito de informaciones. Claro, obviamente, están haciendo su propio “hilado”, tejen según sus intereses. pero como dije en la respuesta anterior, éste no es el kernel, éste no es el núcleo de la cuestión.
Para mí lo mas interesante, lo que debemos tener más en cuenta en este asunto, es la reacción del oficialismo.
¿Y cuál ha sido la reacción del oficialismo en tu opinión?
Por un lado, el gobierno estadounidense y la gran mayoría de las corporaciones afirman, y gritan, que no hay nada nuevo bajo el sol, que no hay nada nuevo en los cables diplomáticos. Ejemplo típico: un documento secreto donde la Secretaria de Estado Hillary Clinton ordena a diplomáticos estadounidenses espiar a otros diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU e incluso al Secretario General. Nos lo podíamos imaginar antes, pero ahora es oficial. Y esto es algo sumamente grave. Si Ban-ki Moon no fuera un pobre payaso, el escándalo sería monumental.
Por otro lado, el gobierno de EE.UU. y prácticamente todo el establishment, de derecha o de izquierda muy moderada, muy integrada, quieren hacer todo lo que sea necesario para cerrar inmediatamente Wikileaks, y, por qué no, eliminar Assange, como quería hacer Bush con Osama bin Laden.
Sarah Palin, la alocada Sarah Palin, sostiene que Assange es peor que al-Qaeda. La histeria Assange, 24 horas después de la publicación, llegó hasta el punto de que una radio de Atlanta, Georgia, preguntara a sus oyentes si creían que Assange debía ser ejecutado o encarcelado. No había una tercera opción.
¿Y que resultó de esa consulta?
La mayoría de los oyentes quería fusilarlo. Mike Huckabee, el pastor baptista que fue gobernador del Arkansas y que estaba en tercer lugar en la candidatura republicana a la presidencia en 2008, también dice que Assange debe ser ejecutado. Esto sí que es una locura: ¡un autodenominado hombre de Dios solicita, exige más bien, al gobierno de EEUU que elimine un ciudadano nativo de Australia!
¿En quien confiar? ¿En estos alucinados o en dos frustrados investigadores federales estadounidenses que escribieron en Los Angeles Times que si Wikileaks hubiera estado activa en 2001 hubiera previsto el 11-S?
Según se ha afirmado, esos mismos diarios de los que antes hablábamos han acordado con instituciones del gobierno estadounidense qué documentos no debían editarse para no poner en peligro personas o proyectos políticos en marcha. ¿No es demasiado “responsable” esa actitud, o demasiado servil como prefiera?
Servil, claro está. Los diarios tuvieron mucho tiempo para contactar con el gobierno estadounidense y certificar así, con seguridad, que no estarían sujetos a complicados procedimientos legales y, sobre todo, que no correrían el riesgo de perder el tan precioso acceso a entrevistas, almuerzos, confidencias, revelaciones en off, etc.
Filósofos franceses desesperados por tener un poco de participación en el debate alimentan tesis de la conspiración y se lamentan porque Wikileaks da a los medios de información poderes sin precedentes. Otras personas e instituciones, por otra parte, se quejan de Internet y actúan como “ogros” contra los periodistas. La belleza de los leaks es que ofrecen materia para todo tipo de conspiraciones…
¿Por qué los ciudadanos seguimos sin poder acceder a los documentos en la Web de Wikileaks? ¿Qué habría qué pensar de ello? Desde su twitter, como ha señalado el periodista español Pascual Serrano, Wikileaks remite a estos diarios asumiendo que su página queda fuera de servicio y lo que anuncia en la red social son enlaces a las páginas de los periódicos.
Wikileaks sufrió un serio ataque de hackers, probablemente con conexiones en la contrainteligencia de EE.UU. Más tarde, el senador de Connecticut, Joe Lieberman, un payaso del lobby de Israel, amenazó tan claramente a Amazon que esta empresa, esta gran corporación, expulsó a Wikileaks de su servidor. Ahora ya se pueden volver a ver los cables en su lugar, en Uppsala, Suecia; el nuevo host es sueco [2].
Además, The Guardian y Der Spiegel tienen portales donde se puede acceder a los cables originales y donde se pueden leer sin filtros. Cada lector puede llegar a sus propias conclusiones.
¿Crees que a raíz de la publicación de estos papeles puede haber algún conflicto entre el gobierno USA y sus aliados? Por ejemplo, el primer ministro italiano no queda muy bien parado. No es el único. Zapatero es tildado, qué cosas, de “izquierdista trasnochado”.
Es interesantísimo escuchar lo que dice un viejo topo de la Guerra Fría, que fue asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter a finales de los setenta, Zbigniew Brzezinski. En una entrevista a la PBS estadounidense, el doctor Zbigniew dijo que el “cablegate” está “seeded”, sedimentado, con informaciones “sorprendentemente precisas”, y que hacer este “seeding” es muy fácil.
Ejemplo de ello: los cables que dicen que los chinos están inclinados a cooperar con los EEUU en una posible reunificación de las Coreas sobre el liderazgo de Corea del Sur. En mi artículo anterior, al que antes hacías referencia [3], dejé claro que esto es “wishful thinking”, simple pensamiento desiderativo de los estadounidenses oficialistas.
El Dr. Zbig sostiene que Wikileaks “puede estar recibiendo material de sectores de inteligencia interesados que quieren manipular el proceso y obtener objetivos muy específicos”. Podría ser, sin duda, que fuerzas y elementos del interior de los EEUU quieran perjudicar al gobierno de Obama. Pero el Dr. Zbig sospecha también de “elementos extranjeros” y el primero de la lista no podía dejar de ser el estado de Israel.
¿Y tu opinión sobre esto?
La duda es muy importante pero no tiene respuesta concluyente. Wikileaks podría ser la cara visible de una campaña de desinformación israelí. Podría serlo. Esto se afirma, entre otros motivos, porque los cables que han salido a la luz desestabilizan la relación EEUU-Turquía. Israel está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para alcanzar un consenso árabe sunni que permita atacar a Irán; y, además los cables no contienen, al menos hasta ahora, nada que demuestre que Israel puede provocar, como así sería, un inmenso perjuicio a los intereses estyadounidenses.
En su entrevista a Larry King, Putin dijo casi lo mismo: los cables son parte de un complot deliberado para desacreditar a Rusia. Interesante es tener cuenta que también Ahmadinejad dijo casi lo mismo en relación a Irán.
En lo que concierne el Medio Oriente, no es ninguna novedad que todos los países de la zona, desde Turquía a los Emiratos, quieren armarse más y más. Quieren armas, muchas armas, o al menos drones, y el nuevo superstar del fetichismo de la mercancía que sería el MQ-9 Reaper, más conocido como Predator B, cuya exportación está restringida a muy pocos país. Israel ya los tiene, claro está
Tras lo sucedido, ¿serán creíbles los mensajes lanzados desde ese falso teatro publicitario en que se ha convertido la política internacional?
Todas las personas que siguen la geopolítica saben de las alianzas transnacionales de Washington con dictadores, tiranos, señores de la guerra, traficantes y barones de la droga, etc, aunque sean secretos muy bien guardados. La diferencia, que considero importante, es que ahora ya no se pueden esconder. Volvemos de nuevo a la estrategia de Assange; la noción estadounidense de “national security” se revela como un concepto que tiene una total duplicidad.
Los cables filtrados, señalas también en tu artículo, prueban que Europa, que ya estaba siendo marginada durante la era de Bush II, lo está más aún ahora cuando la administración Obama se concentra en Asia-Pacífico. ¿Es así en tu opinión? ¿Europa no juega apenas ningún papel en los grandes asuntos de la geopolítica internacional?
No, yo creo que no, que Europa no juega ningún papel. Sólo como partenaires menores en la OTAN. Creo que debe aparecer en los próximos días al menos un cable de un diplomático estadounidense ridiculizando la marginalidad de los países europeos frente a los grandes problemas geopolíticos.
Como muy bien dijo Gore Vidal, Europa en el futuro será una boutique. Ya lo es, de hecho, para los ciudadanos que no sufren la crisis. Por cierto, una boutique que en el futuro será invadida por ciudadanos chinos muy consumistas.
En cuanto a los motivos…
Se habla mucho de los “motivos” de Wikileaks para soltar esos leaks. Como hemos dicho antes al hablar del pensamiento de Assange, no hay un “motivo”.
La incapacidad intelectual y el autismo político de la clase política estadounidense son evidentes por sí mismos. Son incapaces de comprender al otro. Ven el mundo, no es una reducción cinematográfica pueril, en términos de buenos y malos, de good guys y bad guys.
La reacción del establishment demuestra, en mi opinión, que la estrategia de Assange ha funcionado. El sistema está perplejo al ver su propia debilidad mental reflejada en un enorme espejo digital.
Gracias, estimado y admirado Pepe Escobar.
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Nota del editor:
[1] El párrafo traducido es el siguiente: “To radically shift regime behavior we must think clearly and boldly for if we have learned anything, it is that regimes do not want to be changed. We must think beyond those who have gone before us, and discover technological changes that embolden us with ways to act in which our forebears could not. Firstly we must understand what aspect of government or neocorporatist behavior we wish to change or remove. Secondly we must develop a way of thinking about this behavior that is strong enough to carry us through the mire of politically distorted language, and into a position of clarity. Finally we must use these insights to inspire within us and others a course of ennobling, and effective action.”
[2] Según parece, las instituciones estadounidenses han cerrado el registro dns de su servidor en Suecia (.org), así que Wikileks ha tenido que irse a un servidor suizo http://46.59.1.2/
[3] Pepe Escobar, “Los cables de wikileaks. El emperador desnudo”. Asia Times Online (traducción del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117728