Benedicto XVI se enfrenta ahora a un escándalo por corrupción en la gestión del valioso patrimonio de la Santa Sede, y todo parece indicar que optará nuevamente por la tolerancia cero.
"Es claro que el Papa tiene la voluntad de hacer limpieza", escribió el veterano vaticanista Sandro Magister tras la reacción "fría" del Vaticano frente a las acusaciones de corrupción contra el cardenal italiano y arzobispo de Nápoles, Crescenzio Sepe.
El purpurado italiano está siendo indagado por la justicia italiana por la gestión del ingente patrimonio inmobiliario de la Santa Sede, con un presupuesto autónomo de cerca 9.000 millones de euros (unos 11.000 millones de dólares).
Sepe, que ocupó del 2001 al 2006 el cargo de prefecto de la poderosa congregación de la Evangelización de los Pueblos, mejor conocida como Propaganda Fide, se ganó el apelativo de "empresario de Dios".
La congregación es propietaria de unos 2.000 apartamentos en Roma que, según datos oficiales del 2009, rentaron al Vaticano 56 millones de euros en alquileres, en general asignados a influyentes personalidades del mundo de la política italiana.
"He actuado siempre con gran transparencia", se defendió el lunes el cardenal, indagado por sus relaciones con la gigantesca red de favores y de prebendas millonarias a cambio de contratos para obras públicas en Italia.
Según los expertos, la reacción oficial del Vaticano se limita a manifestar "estima" y "solidaridad" a Sepe y deja entender que, como en el caso de los curas pederastas, las autoridades eclesiásticas van a autorizar que la justicia ordinaria siga su curso.
Una reacción que contrasta con la de los años 80, cuando estalló el escándalo por las responsabilidades del banco del Vaticano, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), por la quiebra del Banco Ambrosiano. Entonces, la jerarquía de la Iglesia se volcó a proteger al cardenal estadounidense Paul Marcinkus, confinado en las pocas hectáreas de la Ciudad del Vaticano.
Sepe reside actualmente en la sureña Nápoles y fue trasladado del cargo en el 2006 por voluntad del recién elegido Pontífice alemán. Sepe, que como cardenal goza de inmunidad diplomática, según el Concordato entre Italia y el Vaticano, anunció el domingo que colaborará con la justicia italiana, por lo que podría ser interrogado en las próximas semanas por los fiscales de Perugia.
El Vaticano precisó que Sepe colaborará dentro de "los límites que marca el Concordato", lo que significa, según fuentes de prensa, que en caso de que sea condenado podría acogerse al fuero diplomático.
El prelado, que goza de una alta popularidad en su ciudad, está siendo indagado por "corrupción continuada y agravada" junto con el ex ministro de Transportes de Silvio Berlusconi entre el 2001 y el 2006, Pietro Lunardi.
La magistratura investiga la venta, en el 2005, de un palacio del Vaticano de 960 metros cuadrados en la céntrica Via dei Prefetti al ministro Lunardi a un precio menor al valor de mercado (4,1 millones de euros, unos 5 millones de dólares).
Los fiscales sospechan que Sepe recibió por ese "favor" la suma de 2,5 millones de euros para financiar un proyecto de restauración de los museos vaticanos jamás realizado.
http://www.eltiempo.com/mundo/europa/papa-se-enfrenta-a-un-nuevo-escandalo-en-el-vaticano_7768765-1
El purpurado italiano está siendo indagado por la justicia italiana por la gestión del ingente patrimonio inmobiliario de la Santa Sede, con un presupuesto autónomo de cerca 9.000 millones de euros (unos 11.000 millones de dólares).
Sepe, que ocupó del 2001 al 2006 el cargo de prefecto de la poderosa congregación de la Evangelización de los Pueblos, mejor conocida como Propaganda Fide, se ganó el apelativo de "empresario de Dios".
La congregación es propietaria de unos 2.000 apartamentos en Roma que, según datos oficiales del 2009, rentaron al Vaticano 56 millones de euros en alquileres, en general asignados a influyentes personalidades del mundo de la política italiana.
"He actuado siempre con gran transparencia", se defendió el lunes el cardenal, indagado por sus relaciones con la gigantesca red de favores y de prebendas millonarias a cambio de contratos para obras públicas en Italia.
Según los expertos, la reacción oficial del Vaticano se limita a manifestar "estima" y "solidaridad" a Sepe y deja entender que, como en el caso de los curas pederastas, las autoridades eclesiásticas van a autorizar que la justicia ordinaria siga su curso.
Una reacción que contrasta con la de los años 80, cuando estalló el escándalo por las responsabilidades del banco del Vaticano, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), por la quiebra del Banco Ambrosiano. Entonces, la jerarquía de la Iglesia se volcó a proteger al cardenal estadounidense Paul Marcinkus, confinado en las pocas hectáreas de la Ciudad del Vaticano.
Sepe reside actualmente en la sureña Nápoles y fue trasladado del cargo en el 2006 por voluntad del recién elegido Pontífice alemán. Sepe, que como cardenal goza de inmunidad diplomática, según el Concordato entre Italia y el Vaticano, anunció el domingo que colaborará con la justicia italiana, por lo que podría ser interrogado en las próximas semanas por los fiscales de Perugia.
El Vaticano precisó que Sepe colaborará dentro de "los límites que marca el Concordato", lo que significa, según fuentes de prensa, que en caso de que sea condenado podría acogerse al fuero diplomático.
El prelado, que goza de una alta popularidad en su ciudad, está siendo indagado por "corrupción continuada y agravada" junto con el ex ministro de Transportes de Silvio Berlusconi entre el 2001 y el 2006, Pietro Lunardi.
La magistratura investiga la venta, en el 2005, de un palacio del Vaticano de 960 metros cuadrados en la céntrica Via dei Prefetti al ministro Lunardi a un precio menor al valor de mercado (4,1 millones de euros, unos 5 millones de dólares).
Los fiscales sospechan que Sepe recibió por ese "favor" la suma de 2,5 millones de euros para financiar un proyecto de restauración de los museos vaticanos jamás realizado.
http://www.eltiempo.com/mundo/europa/papa-se-enfrenta-a-un-nuevo-escandalo-en-el-vaticano_7768765-1