Nació en Granada, España en 1475, llego a Nicaragua a los 49 años y 3 años después murió en León, en 1526, como un Conquistador español.

En 1523 realizó una expedición por tierras centroamericanas, en lo que posteriormente sería Nicaragua, a las órdenes de Pedrarias Dávila. Fundó Bruselas, en el golfo de Nicoya, y posteriormente estableció Granada y León. Junto a Gil González buscó una vía de acceso hacia el mar del Sur (el Pacífico).

Su comportamiento de “oportunismo” le gano el favor y la gracia de genocidas y ambiciosos españoles y así fue el Capitán a las órdenes de Pedrarias Dávila, que en 1523 lo envió a la costa del Pacífico de lo que hoy conocemos como Nicaragua, donde fundó las ciudades de Granada y León, en las proximidades del Lago Nicaragua.

Su historia desde entonces está marcada por las traiciones entre conquistadores: Pedrarias lo envía a la costa del Mar del Sur porque sospechaba de Gil González Dávila; otro ambicioso que conoció Nicaragua y hablo con uno de los lideres autóctonos como el Cacique Nicaragua o Nicarao, del cual deriva el nombre de nuestro país-

Hernández a su vez lucha contra Cristóbal de Olid con el apoyo de Hernán Cortés, a su vez está enfrentado con Pedrarias que considera a Olíd un posible aliado y Pedrarias en rebeldía; finalmente, perdido el apoyo de Cortés y sospechando Pedrarias que Hernández lo traiciona, las naves enviadas en su contra lo capturan, y Hernández muere decapitado, por orden de Pedrarias.

La moneda de Nicaragua, el Córdoba, lamentable recuerda a Francisco Hernández de Córdoba, y erigen en Granada un monumento a este genocida español, despiadado como su jefe, Pedrarias Dávila, que deleitó su recreación, lanzando indígenas a los perros. Asesino de Obispos como Antonio de Valdivieso.

Ya dijimos que en 1523 fue enviado a la zona de costa del Pacifico de lo que hoy es Nicaragua y funda las ciudades de Granada y León, en las proximidades del lago Cocibolca.

. Por medio de su teniente Ruy Díaz, fundó la villa de Bruselas, en Costa Rica. Después de un apasionado romance que eventualmente salió a luz pública, Pedrarias lo envió a la costa del Mar del Sur porque sospechaba una posible traición con Gil González Dávila. Hernández de Córdoba a su vez luchó contra Cristóbal de Olid con el apoyo de Hernán Cortés, que consideró a Olid en rebeldía. 
 
Se dice que todas las noches, Hernán Cortés repasaba la lista de allegados a la par de sus súbditos, para estudiar posibles traiciones de sus amantes, así como posibles nuevas aventuras. En vista de que olvidaba características físicas con frecuencia, mantenía un pequeño retazo de cuero con los nombres grabados y a la par, las descripciones físonómicas relevantes de cada uno de sus enviados. Por ejemplo, Hernández de Córdoba era, traducido desde castellano antiguo como "el de la la nariz grande y las preguntas redundantes".

Una vez perdido el apoyo de Cortés, Pedrarias sospechó que Hernández le había traicionado, por lo que envió unas naves para su captura, que terminó con la decapitación de Hernández por orden de Pedrarias.

Córdoba, no era diferente de genocida y criminal que Pedrarias. 
 
Tampoco era un hombre piadoso, nada de cristiano en sus actuaciones. 
 
Un ambicioso y victima de sus propias practicas asesinas de quien lo contrato para conocer lo que hoy es Nicaragua…Merece una estatua este criminal???

La cabeza de Hernández de Córdoba fue clavada en una estaca, estando varios días expuesta a la vista de la población de León para luego ser retirada y colocada en una de las calles más concurridas de la ciudad a manera de farol, con una vela encendida desde dentro del cráneo para alumbrar a los nobles transeúntes.

Pedrarias Dávila permitió, a solicitud de algunos vecinos de la ciudad, que el cuerpo fuese sepultado en el presbiterio de la Iglesia de Nuestra Señora de La Merced, en dicha ciudad. 
 
Nadie comprendía dicha petición de Pedrarias, hasta que se volvió evidente que la tumba de Hernández era profanada todas las noches durante la primera semana de su fallecimiento por lo que se descubrió que Pedrarias parecía tener un gusto particular por la necrofilia. Cinco años más tarde, el cuerpo de éste sería sepultado junto al de su víctima.

Los restos de Hernández fueron descubiertos en 2000 junto a los de Dávila en dicha iglesia. 
 
Ambos fueron sepultados en el Memorial de los Fundadores,construido en ese mismo año en un sector de su antigua plaza mayor.
 
Los restos de Hernández de Córdoba fueron honrados con 21 cañonazos por parte del Ejercito de Nicaragua en el lugar de honor del Memorial, bajo su propia estatua, traída de la antigua Catedral de Managua. Los restos de Dávila fueron sepultados a los pies del anterior.

Es cierto que es parte de la historia, pero no para enaltecer a criminales de esta categoría, sino para que las futuras generaciones y las actuales, tengan conciencia que la conquista y colonia, desbarato nuestras raíces y que la mala levadura que podemos tener los nicaraguenses, viene de esa herencia antropológica de esos españoles que llegaron a América y en especial a Nicaragua, tierra DIGNA DE Agateyte , Diriangén , Nicarao y otros de nuestra original descendencia y aun con todo y mestizaje, guardamos algo de ellos y nos mantiene nicaragüenses
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Publicado por Carlos Alberto Salgado Gómez