Republicanos agitan alianza sandinista con Rusia.
Congresistas sacan a ventilar el tema de los tanques T-72B1
Las estrechas relaciones militares de Rusia con Nicaragua, país que rápidamente se mueve a un sistema de partido único, está creando preocupación en Washington.
Rusia vendió recientemente a Nicaragua 50 tanques, logró acceso al espacio aéreo y puertos del país y está construyendo un centro de capacitación policial cerca de la costa del Pacífico.
Pedir cuentas
El representante Joaquín Castro, demócrata por Texas, dijo que lo que sucede en Nicaragua es preocupante y apoya la propuesta de ley, pero se resistió a otros llamados a restringir la asistencia federal.
“Creo que debemos pedirles cuentas”, dijo.
“Pero, por ahora, ese esfuerzo debe ser diplomático”.
Nicaragua ha evitado la violencia de pandillas y las drogas que plaga a algunos de sus vecinos, pero también es el segundo país más pobre del continente, lo que provoca preocupación sobre su capacidad para hacer frente a sus necesidades en tiempos difíciles.
Estados Unidos exporta ahora unos $200 millones en productos del petróleo a Nicaragua, cinco veces más que la cifra exportada en el 2014.
González dijo que el gobierno seguiría hablando en público y en privado contra los esfuerzos del gobierno de Ortega para limitar a la oposición.
Pero agregó que Estados Unidos no puede hacer todo esto solo.
Afirmó que hace falta una respuesta internacional y que la Casa Blanca ya está trabajando con las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea para ayudar a impulsar los principios democráticos..
El gobierno estadounidense está “siguiendo de cerca” la presencia de Rusia en Nicaragua y expresa preocupaciones sobre la falta de espacio democrático en el país.
La Casa Blanca trató infructuosamente de presionar al presidente nicaragüense Daniel Ortega a que recibiera observadores internacionales de las críticas elecciones de noviembre.
Y ahora varios legisladores federales, liderados por la representante Ileana Ros-Lehtinen, republicana por Miami, quieren poner en la mira las finanzas de Ortega.
“La única forma en que [líderes] como Nicolás Maduro [Venezuela] y Ortega sienten la presión es cortándoles el acceso al dinero”, dijo Ros-Lehtinen.
La legisladora comparó a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela durante una audiencia de la Subcomisión sobre las Américas de la Comisión de Asuntos Exteriores, donde dijo que los esfuerzos de Ortega por aumentar su poder y reprimir a la oposición son muy similares a las medidas tomadas por Maduro de usar los tribunales para bloquear las decisiones de la Asamblea Nacional, dirigida por la oposición.
El mes pasado, autoridades militares nicaragüenses mostraron los tanques rusos T-72 en una exhibición que hizo recordar cuando el entonces presidente Ronald Reagan usó la posibilidad de que la Unión Soviética enviara tanques a Nicaragua como argumento para financiar a los rebeldes contras que combatían al gobierno sandinista de Ortega en los años 80.
“Me asombra extraordinariamente que el segundo país más pobre del continente está comprando tanques, aviones, todo tipo de armas, pero parece ignorar las necesidades del pueblo”, dijo el representante Albio Sires, de Nueva Jersey, el demócrata de más rango en esa subcomisión.
Estados Unidos tiene numerosos intereses en Nicaragua, país que es miembro del Acuerdo de Libre Comercio de Centroamérica, muchas empresas estadounidenses operan allí y es un lugar clave del tránsito de drogas y otro tipo de contrabando a Estados Unidos.
El presupuesto del Departamento de Estado para el 2017 contempla $14 millones en ayuda para Nicaragua, que ha provocado preocupación en Estados Unidos por reportes de tácticas represivas y un acercamiento a Rusia y China.
Ortega, ex líder rebelde que también fue presidente en los años 80, se ha postulado a un tercer período consecutivo en noviembre tras persuadir a la Corte Suprema de derogar una prohibición constitucional a períodos consecutivos en el cargo. Se espera que Ortega gane la reelección.
En meses recientes, Ortega, quien lidera el Frente Sandinista de Liberación Nacional, anunció que no permitiría observadores internacionales para supervisar los próximos comicios. Y nombró a su esposa, la primera dama Rosario Murillo, como compañera de fórmula. La Corte Suprema de Nicaragua destituyó en junio a los líderes de dos partidos de oposición.
Ros-Lehtinen se ha aliado con Sires para pedir que Estados Unidos restrinja los préstamos de instituciones financieras internacionales al gobierno de Ortega, como el Banco Mundial, a menos que acepte observadores internacionales y tome otras medidas que muestren la disposición de su gobierno a celebrar elecciones libres y justas.
Juan González, subsecretario adjunto de Estado, dijo que no podía comentar sobre ninguna legislación pendiente, pero planteó preocupaciones sobre las propuestas para reducir la asistencia federal o restringir el comercio.
La ayuda federal que Nicaragua recibe, dijo, tiene un alcance muy limitado y beneficia a Estados Unidos. Reducir la asistencia antinarcóticos, por ejemplo, afectaría los intereses estadounidenses, dijo.
“Las sanciones unilaterales son las que afectan al pueblo”, dijo. “Las élites siempre encuentran forma de obviarlas”.
“No hay una solución mágica para este tipo de asuntos”, afirmó González. “Pero al igual que hacemos en todo el continente, es algo que seguiremos impulsando de varias formas”
Washington
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