El 12 de marzo de 1996, el entonces presidente de los Estados Unidos, el demócrata William J. Clinton firmó y puso en vigor la llamada Ley de la libertad cubana y solidaridad democrática de 1996, o Ley Libertad, más conocida por los nombres de sus principales promotores, el senador (Republicano) por Carolina del Norte, Jesse Helms, y el representante (Demócrata) por Illinois, Dan Burton, pero con la que están comprometidos los sectores más conservadores y ultraderechistas del espectro político estadounidense y cubanoamericano.
La Ley Helms-Burton viola flagrantemente las leyes y los derechos humanos del pueblo cubano, la Constitución de los Estados Unidos y varias normas jurídicas de ese país, numerosos actos del derecho internacional que regulan las relaciones políticas, económicas, comerciales y financieras entre los Estados, y atenta contra la libertad de comercio e inversión, por lo cual ha generado conflictos con los principales socios de Estados Unidos.
Este documento es considerado por especialistas, gobiernos y organizaciones de todo el mundo como una aberración jurídica, contra la que se han proclamado numerosas leyes-espejo y leyes-antídoto en todo el mundo.
El pueblo cubano, por medio de su Parlamento, adoptó las medidas jurídicas que sumadas a su rechazo moral y político, han condenado al fracaso a esta ley
Tomado de Servicio de Información-Comunicación Hermes: Información Referativa y Factográfica, Número 1335 marzo 12/2010 (Edición para América Latina)
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Ley Helms-Burton
En 1996, bajo el mandato del presidente norteamericano William Clinton se implementa la llamada ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas, más conocida como Ley Helms-Burton por ser sus principales promotores los senadores Jesse Helms y Dan Burton.
La firma de la citada ley tuvo lugar el 12 de marzo de 1996.
La ley Hems Burton fue la respuesta que dio el gobierno norteamericano a un incidente que tuvo lugar en febrero de 1996, cuando aviones caza del gobierno cubano derribaron dos aviones privados pertenecientes al grupo “hermanos al rescate” conformado por cubanos radicados en Miami contrarios a la revolución cubana y que desde los EEUU operaban tanto brindando ayuda a balseros cubanos que huían de la isla como en operaciones de inteligencia y contrarrevolución.
Los aviones repartían desde los aires propaganda contra Castro invadiendo el espacio aéreo cubano como en numerosas ocasiones anteriores lo habían hecho, contrariando las advertencias del gobierno cubano que esta vez si respondió con el derribo de las naves.
Apenas un mes después del incidente, se implementa La ley Helms Burton, hostil al gobierno cubano y que busca minar económicamente a Cuba y frenar la inversión extranjera en la isla como un mecanismo de presión para derrocar al gobierno de Fidel Castro.
En dicha ley se amenaza con represalias legales a empresas no estadounidenses , prohibiendo a sus dirigentes la entrada a suelo norteamericano, empujando a las empresas a elegir entre tener tratos con Cuba o con Estados Unidos, un mercado potencialmente mayor.
Desde 1994, los grupos de cubanos anticastristas radicados en los EEUU y que son aliados tradicionales del partido republicano crecieron en poder e influencia, contando con el apoyo de las cámaras del congreso, la ley fue planteada como proyecto por vez primera en febrero de 1995 por Jesse Helms que fungía como presidente del comité de relaciones exteriores del senado, quien llevo su lucha por el aumento de sanciones en contra de Cuba incluso a la contienda electoral.
En 1995 el proyecto presentado por Helms al senado y uno similar presentado por Burton a la cámara, sufrieron modificaciones y ajustes para no sólo afectar los intereses de la isla cubana, sino a todo país que fuese su aliado.
Entre septiembre y octubre de ese año fueron aprobadas ambas iniciativas.
Y aunque la administración Clinton se había mostrada contraria a la firma de la ley, la mayoría de votos en senado y cámaras frenaban cualquier posibilidad de veto presidencial.
El incidente de los aviones derribados no hizo sino disparar la ola anticastrista e impulsar la firma de la aprobación de la ley por parte del presidente Clinton.
El 5 de marzo, frente el Congreso aprobó la propuesta; el 12 de marzo el presidente Clinton, frente a las cámaras de televisión, la firmó como ley.
En mayo del mismo año se dieron las primeras sanciones emanadas de la nueva ley, las primeras en sufrir las consecuencias fueron las empresas de capital canadiense, suizo y francés: Sherrit, Cementos Curazao, Domos y BM Group que invertían en Cuba y que resultaron acusadas de comerciar con propiedades confiscadas.
La ley señalaba que los cubanos en el exilio nunca fueron resarcidos por el gobierno cubano de la confiscación de sus propiedades, por lo tanto, seguían siendo dueños -en el exilio- de tierras y posesiones en Cuba, con las que no se podía comerciar sin su autorización.
La respuesta de países con intereses comerciales en Cuba no se hizo esperar, y numerosas leyes antídoto fueron promulgadas.
La comunidad económica europea implementa un panel en contra de las acciones de la ley.
Los norteamericanos responden con el envío de un representante ante la Organización Mundial de Comercio, buscando el apoyo de la unión europea a la ley Helms Burton para internacionalizarla.
En abril de 1997 se llegan a acuerdos, la comunidad económica europea retira a parte de su panel a cambio de que los EEUU no sancionen a compañías europeas con inversión en Cuba.