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Así se aplica el Genocidio a los presos políticos y de guerra en las cárceles colombianas


En un llamado urgente desde la cárcel Picota/ERON en Bogota, los presos políticos y de guerra advierten que el guerrillero de Farc, Isaac Arias López, recluido en la misma cárcel, esta gravemente enfermo y su vida corre peligro.

Arias esta gravemente afectado por ostiomelites degenerativa y corre peligro de morir.

Arias tomó contacto en las horas de la mañana de hoy martes con la redacción de ANNCOL vía el Teléfono Azul.

– Pido la solidaridad internacional en virtud de que CAPRECOM y Sanidad INPEC no hacen nada en concreto solo me dan calmantes, relata el preso de guerra.

Explica que a pesar de haber ganado tutelas al respecto, la dirección de este Centro Carcelario se hace el de los 'oídos sordos'.

– Siento y veo que mi pierna derecha se pudre por la negligencia del Estado Colombiano, nos explica con angustia, el preso.

Política consciente de exterminio a los presos

Ya son innumerables los presos que mueren por la omisión de la atención médica. Nos parece más como una política consciente de exterminar físicamente a los presos políticos y de guerra.

El 18 de marzo murió el preso de guerra Ramón Emilio Mallarino Ibargüen en la cárcel de alta seguridad Cómbita. Pero no fue una muerte de repente sino anunciado por los mismos compañeros presos. Éstos lo habían llevado el 6 y el 11 de marzo al centro de salud casi muerto. Lo encerraron en “una celda lo más parecido a un calabozo”, como cuentan sus compañeros. Era muribundo y los presos, como última alternativa para salvarlo, se declararon en huelga de hambre, en vano por que el 18 de marzo murió.

Abajo publicamos el comunicado de los presos de Cómbita.

Nuestros lectores y organismos internacionales, sabrán responder a este S.O.S. del preso Isaac Arias López, todavía con vida.



Muere preso político en Cómbita (Boyacá) por inasistencia médica

Por Corporación Solidaridad Jurídica

La Corporación Solidaridad Jurídica respalda el comunicado emitido por el colectivo de prisioneros políticos del patio Nº 1 de la cárcel de Cómbita (Boyacá), ante el fallecimiento del prisionero político Ramón Emilio Mallarino, ocurrida el 18 de marzo del presente año.

Denunciamos ante la comunidad nacional e internacional al Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) y a la entidad prestadora del servicio de salud Caprecom por la negligencia y el abandono en el que se encuentran sumidas la cárceles del país. La desidia por parte de dichos entes sigue costando cientos de vidas en las cárceles nacionales, mientras el gobierno nacional alaba y elogia la reforma a un código penitenciario obsoleto que no plantea cambios estructurales sino escuetas reformas que no resuelven la crisis carcelaria.

Denuncia pública

Los prisioneros políticos y de guerra del Patio n° 1 de Alta Seguridad (Penitenciaría Cómbita / Boyacá) hacemos una enérgica denuncia contra las autoridades de esta penitenciaría y su cuerpo médico.

Lo mismo tiene sustento por el homicidio del prisionero político Ramón Emilio Mallarino Ibargüen, quien hace más de 15 días venía presentando graves quebrantos de salud. El jueves 6 de marzo, el compañero fue sacado del patio en camilla al área de sanidad y ahí sólo le recetaron analgésicos para el dolor, a sabiendas de los médicos, que al compañero se le había estrangulado una úlcera gástrica.

Ramón Emilio estaba vomitando sangre y lo devolvieron al patio otra vez. Nuevamente, el martes 11 de marzo el compañero se agravó. Volvimos a sacarlo en camilla. Igual que la primera vez, sólo le recetaron pastas para el dolor y lo devolvieron para le patio.

El mismo martes 11 por la tarde lo bajamos otra vez a sanidad. Allí lo dejaron en una celda lo más parecido a un calabozo. Ayer 17 de marzo lo enviaron de nuevo al patio, pero el compañero Ramón Emilio venía moribundo y nos tocó presionar con la huelga de hambre y la no contada para que lo atendieran en sanidad. Sin embargo hoy 18 de marzo, en horas de la mañana, el capitán Hernández y el director Jorge Contreras nos citan a una reunión para informarnos que el compañero Ramón Emilio había muerto la noche anterior.

Hacemos responsables intelectuales y materiales del homicidio del compañero al director Jorge Alberto Contreras, al capitán Hernández Aguilar del Inpec y al médico Garen De La Cruz por no haber remitido al compañero a un hospital o clínica donde atendieran su grave enfermedad. Lo hubieran podido salvar. Fueron negligentes y primó más el criterio de seguridad que el derecho a la vida y a la salud.

Denunciamos que estos son los gestos de paz del gobierno nacional con los prisioneros políticos y de guerra que estamos presos de las FARC-EP.

Exhortamos a nuestros compañeros en las montañas y en la mesa de negociación para que se hable por nosotros y no se permita que se asesinen a los guerrilleros y prisioneros políticos de esta manera tan cruel en las cárceles colombianas.

Cordialmente

Colectivo de Prisioneros Políticos y de Guerra, Cómbita (Boyacá)

Marzo 18 de 2014

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