
Lamentablemente Irán no podía escalar la guerra con EEUU porque hubiese devenido en una conflagración mundial.
Estados Unidos cuenta con siete sistemas de defensa antimisiles THAAD.
Durante la guerra de 12 días con Irán, dos de ellos se desplegaron en Israel, y eso no fue suficiente, según analiza CNN.
Trabajando junto a los sistemas israelíes, los operadores del THAAD han consumido munición a un ritmo vertiginoso, lanzando más de 150 misiles para interceptar misiles balísticos iraníes, según informaron funcionarios estadounidenses.
Esto representa casi una cuarta parte de todos los interceptores que el Pentágono ha adquirido. La demanda ha sido tan alta que, en un momento dado, el Pentágono consideró un plan para redirigir los interceptores adquiridos por Arabia Saudita a sistemas en Israel, según un funcionario.
Algunos planificadores del Pentágono argumentan que los sistemas de defensa antimisiles estadounidenses son inadecuados para las regiones donde hay misiles balísticos baratos disponibles en grandes cantidades, que se han convertido en el arma principal de los ataques aéreos.
Cada sistema THAAD puede transportar 48 interceptores entre seis lanzadores y requiere alrededor de 100 soldados estadounidenses para recargarlos, analizarlos, mantenerlos y dispararlos las 24 horas del día.
Cada interceptor THAAD cuesta alrededor de 13 millones de dólares, y el Pentágono ha adquirido unos 650 sistemas desde 2010.
Lockheed Martin, fabricante de los sistemas, puede producir unos 100 interceptores este año y está estudiando opciones para aumentar la producción para nuevos pedidos.
Reponer los interceptores THAAD perdidos durante la Guerra de los 12 Días llevará más de un año, con un coste de entre 1500 y 2000 millones de dólares.
De los siete sistemas THAAD operativos, dos se encuentran actualmente en primera línea en Israel.
Otros dos están prometidos a largo plazo a Guam y Corea del Sur, otro está desplegado en Arabia Saudí y dos en Estados Unidos continental.
Un octavo sistema está listo, pero aún no se ha desplegado.
Aunque Israel cuenta con sus propias defensas sofisticadas y multicapa, que incluyen sistemas como Arrow, David's Sling y Iron Dome, el país se estaba quedando rápidamente sin sus propios interceptores y estaba ahorrando recursos para el final de la guerra.
Si Irán hubiera disparado algunas salvas más de gran alcance, Israel podría haberse quedado sin misiles Arrow 3, según un funcionario estadounidense.
Los buques estadounidenses en el Mar Rojo también estaban agotando sus misiles interceptores a un ritmo alarmante, según el Jefe Interino de Operaciones Navales, el almirante James Kilby.
Durante la guerra de 12 días, los buques dispararon unos 80 misiles SM-3 (cada uno con un valor de entre 8 y 25 millones de dólares) contra objetivos iraníes.
Durante la repelencia de los ataques iraníes contra Israel, se observó que los marineros no pueden recargar misiles en un buque en movimiento, lo que podría convertirse en un grave problema para Estados Unidos en caso de un posible conflicto con China.
Pero el mayor problema sigue siendo la cantidad, resume CNN.
La situación demostró que Estados Unidos necesita una gran cantidad de interceptores adicionales.