Un 7 de noviembre de 1976 , cae en combate en compañía de los Compañeros, Eduardo Contreras, Rogelio Picado
Del compañero Silvio Reñazco, su amigo de infancia Alfredo Dávila, lo recuerda cuando preocupado por sus amiguitos, les regalaba bollos de pan, de la panadería de su padre. Reñazco provenía de una familia próspera de Masaya, gustaba de jugar pelota y cuando reunía a sus amigos, primero les regalaba pan.
Silvio era hijo del señor Carmen Reñazco y doña Isabel Mercado.
Cuando el regresó de Alemania vino con una mentalidad socialista, recuerdo que su papa era muy radical con los trabajadores y cuando el vino le dio auge a los trabajadores”, señala Dávila, quien aseguró que nadie sabía que Silvio estaba integrado a las filas del FSLN, se enteran cuando se dio a conocer la noticia de su muerte.
“Para nosotros sus amigos fue durísimo, no sabíamos que estaba integrado en el FSLN, fue un hombre muy cabal”, señala el amigo de Silvio, quien considera que los sueños por los que lucharon los héroes y mártires, se están restituyendo.
Doña Lesbia Ortiz que trabajó en la casa de Silvio, incluso le planchó su ropa, recuerda que la noche del velorio, la Guardia Nacional prácticamente sitió la vivienda.
“Era un hombre tranquilo, ayudaba a los pobres (…) nadie se daba cuenta porque era así, ni su familia, hasta que supimos que era miembro del FSLN, recuerdo que la guardia cerró las calles, parece que le tenía más miedo cuando estaba muerto, porque no dejaron que nadie se acercara”, recuerda doña Lesbia.
Los muchachos y muchachas trabajan arduamente para superar los conflictos y fortalecer la unidad interna del FSLN. En esa tenaz tarea trabajaba Eduardo Contreras, Rogelio Picado y Silvio Reñazco, que ese 7 de noviembre en horas de la noche, regresaban de una reunión clandestina en el entonces llamado Open 3, hoy Ciudad Sandino. Los tres regresaban jubilosos porque la reunión había sido un éxito, se trabaja en diferentes planes para minar la fortaleza de la Guardia Nacional, el brazo militar de la dictadura.
Minutos después de concluida la reunión, Contreras, Reñazco y Picado iban rumbo a Managua a seguir otras reuniones con otros compañeros sandinistas, nunca llegaron, un fuerte grupo de guardias los esperaban en la entrada del Reparto Satélite de Asososca. Eduardo Contreras y sus acompañantes se enfrentaron a la escuadra somocista que tenía ventaja numérica, los tres jóvenes sandinistas caen luchando heroicamente.