La ramera de Babilonia en versión sionista

- La ramera de Babilonia en versión sionista

¿Quién secuestra a mujeres alauitas sirias a plena luz del día?


////////
***Nos torturaron y nos golpearon. No nos permitían hablar, pero oí el acento de los secuestradores. Uno tenía acento extranjero y el otro, acento local de Idlib. Lo supe porque nos insultaban por ser alauitas.

Tras los testimonios de mujeres sirias secuestradas en la costa siria, encontramos a Rabab (seudónimo por razones de seguridad), quien fue secuestrada a plena luz del día y se encontró con Basma (seudónimo) en la misma casa, donde ambas fueron golpeadas e insultadas por ser alauitas, según su testimonio a los investigadores. 

Rabab fue secuestrada en una plaza pública de un pueblo costero y se encontraba en una camioneta a poca distancia del lugar de su secuestro, ya que el vehículo no se detuvo en ningún puesto de control. 

Luego fue arrojada a una habitación de una casa con Basma, quien había sido secuestrada antes que ella.

"Nos torturaron y nos golpearon", dice Rabab. "No nos permitían hablar entre nosotros. Pero podía oír el acento de los secuestradores.

 Uno tenía acento extranjero, el otro, local de Idlib. Lo supe porque nos insultaban por ser alauitas". El fenómeno recuerda al cautiverio yazidí en Irak, pero aún no ha alcanzado el mismo nivel.

Las familias han pedido repetidamente que se esclarezca el paradero de sus hijas secuestradas a plena luz del día, ya sea en las ciudades costeras y rurales de Siria o en las zonas rurales de Homs y Hama. 

En Daraj, hemos rastreado diez casos de niñas secuestradas, con historias diversas sobre ellas y sus experiencias. Estas historias están envueltas en el miedo entre las familias de las niñas secuestradas, resumidas en la reacción de un padre: «Esperamos morir».

Los llamamientos coincidieron con la "operación militar" lanzada por las fuerzas del Ministerio de Defensa sirio para rastrear la costa en busca de combatientes leales al régimen derrocado de Asad. 

Los combatientes habían tendido emboscadas contra las fuerzas de seguridad pública, matando a cientos de ellos. La operación fue seguida de actos de tortura y el asesinato indiscriminado de cientos de alauitas.

Dentro de la casa, testimonios recogidos por los investigadores indican que había otras mujeres cuyas voces escuchaban las secuestradas, pero no fue fácil comprobarlo, pues las secuestradas tenían las manos y los pies atados a una silla, la cual sólo podían retirar al entrar al baño.

El secuestro de Rabab duró apenas unos días, pues escuchó a los secuestradores decir que había información sobre una redada prevista de la Seguridad General. 

La sacaron y pronto se encontró en la carretera. Sin embargo, Basma no fue liberada. Rabab escuchó advertencias de que no la golpeara ni se acercara a ella porque, según ella, "¡uno de los secuestradores se había enamorado de ella!".

El caso de Rabab no es único. En redes sociales han circulado noticias sobre niñas secuestradas y devueltas a sus familias, manteniéndose en secreto los detalles de los secuestros.

Basma es una de las personas que siguen desaparecidas, pero contactó a su familia por teléfono. Según su testimonio a los periodistas de la investigación, observaron señales de golpes en su rostro y pérdida de peso. 

El objetivo de la comunicación con su familia era asegurarles que estaba "bien" y que no publicaran nada sobre ella, ya que estaba viva y se desconocía su paradero.

El poder del doble silencio

El miedo al estigma social o a la “vergüenza” en un entorno tradicional y conservador, y a las represalias de los secuestradores, ha obligado a las familias de las mujeres secuestradas y a sus allegados a un doble silencio, especialmente desde que los secuestradores recurren a las amenazas.

Entre los testimonios que recopilamos se encuentra el incidente de una joven de 18 años cuya familia recibió mensajes amenazantes. 

La joven fue secuestrada a plena luz del día en una zona rural de una ciudad costera de Siria. 

Posteriormente, su familia recibió un mensaje de texto amenazándolos con guardar silencio o, de lo contrario, la devolverían muerta.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter