****Los gringos desataron una guerra que a dos países le cuesta millón y medio de víctimas y la destrucción de ciudades y vidas, y tres años después resulta en el " gran pacificador".
Pobre de los enemigos y peor aún, de los "amigos" de Estados Unidos, pues nunca terminan de entender lo obvio: Los yanquis son un depredador y carroñero. Sólo persigue el lucro y el poder por cualquier medio.
El imperialismo yanqui busca ralentizar o poner en pausa su decadencia y "las viejas confiables" de la guerra y el control de la economía mundial son su óptimo balón de oxígeno.
El derecho internacional no cuenta, mientras el "poder blando" ya es una obsolecencia.
El globalismo y sus perversiones han sido guardadas ( hasta que vuelvan a tener necesidad de ellos) en el anaquel de las armas viejas.
La "pacificación" del conflicto en Ucrania que ellos mismos instigaron, el acercamiento calculado a Rusia, la neocolonizacion de lo que quede de Ucrania, el debilitamiento y la completa sumisión de la Unión Europea, el cambio de tácticas y estrategias en su política exterior e interior que combina el canibalismo político, el chantaje económico y la amenaza/ uso de la fuerza para alcanzar objetivos máximos en muy corto tiempo, son los medios que la actual élite del poder yanqui está usando en forma combinada. Ted Roosevelt y Elon Musk trabajando en equipo.
Métodos simples, directos y brutales que hasta ahora les está dando resultados positivos y rápidos a la pandilla de Trump.
Las acciones públicas que llevan a cabo ( "no se negocia con el debil") se parecen a una transacción comercial callejera, no hay preámbulos ni brindis.
A unos se le muestran los dientes, el puño y la billetera y el resto lo hace el miedo o la conveniencia, a otros (los que se pueden defender por sí solos) se le muestran, en público o secreto, los beneficios o lo que puede perder si atrasa el arreglo.
El control de la energía (gas, petróleo y sus derivados) y las redes de suministros globales, el re-empoderamiento del dólar, la vuelta al liderazgo en la ciencia y nuevas tecnologías, el relanzamiento de la industria nacional ( especialmente la militar y espacial) como base del poder financiero; el proteccionismo de su mercado (mientras a los competidores se les obliga a mantener abierto los suyos a los bienes y servicios de las empresas gringas) son herramientas que los estrategas trumpistas han diseñado para alcanzar sus objetivos:
Volver a hacer a los Estados Unidos la fábrica, el centro cientifico, tecnológico y cultural que se imponga globalmente para beneficio del capitalismo corporativo y las élites de la sociedad norteamericana, manteniendo de paso el "modo de vida" y el" sueño americano" para las somnolientas masas de la metrópoli.
Dominio económico, tecnológico y militar sobre el resto del mundo pora los próximos cien años.
Ese es el plan, en el cual también se le da un pequeño rol a los dos grandes competidores.
Rusia deberá conformarse - siguiendo siempre el plan- en ser una potencia de segundo rango que pone a disposición de los gringos sus recursos naturales para que estos los comercialicen ( al igual que los países de la OPEP, Venezuela incluida) controlando la economía mundial.
China fabricará lo indispensable para la vida cotidiana y aquellos bienes de baja tecnología que no permita la tranferencia hacia la industria militar.
Ambas naciones no deberán salirse de los roles asignados y vivirán en paz y progreso o de lo contrario, dentro de pocos años ( ya mediatizados), serán agredidos por el renovado poder de los yanquis.
Adiós a los BRICS y a cualquier iniciativa alternativa que los gringos crean que son una amenaza a su planes de dominio en esta nueva Pax americana.
Repito; esas parecen ser las líneas magistrales de los planes estratégicos del muy ansioso imperialismo yanqui. Si no lo son, entonces los milagros existen.
Veremos si aún hay ingenuidad en algunos líderes mundiales o se impondrá el "ganar- ganar" económico y " realismo" político que siempre esconde la claudicación o el oportunismo tan pernicioso para la paz, el progreso y la subsistencia de la humanidad en su conjunto.
Confiemos en que Rusia, China e Irán se mantengan firmes, que observen los intereses vitales de sus socios y amigos como los de ellos mismos.
De ellos depende la realización del proyecto de un mundo multipolar que tanto necesita la sociedad global, dónde el apego a las normas tradicionales del Derecho internacional sea la garantía de la paz duradera y la colaboración entre las naciones. Eso sería bastante.
Edelberto Matus.
