**** Un grupo de juristas y académicos ha emitido un comunicado en el cual exige al Gobierno británico poner fin a la venta de armas al régimen de Israel.
En una carta hecha pública el miércoles, tras la muerte de siete trabajadores de la organización humanitaria World Central Kitchen (WCK) durante un ataque israelí en la Franja de Gaza, más de 600 personalidades destacadas llamaron al primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak a poner fin a la venta de armas a Tel Aviv como medida para prevenir que continúe el genocidio en Gaza.
Los firmantes, incluidos abogados, académicos y jueces superiores retirados, describieron la situación en el sitiado enclave palestino como “catastrófica”, y advirtieron que el gobierno de Londres viola el derecho internacional al continuar armando al régimen ocupante.
Además de detener la venta de armas y sancionar a las autoridades o entidades israelíes que hayan incitado al genocidio, los expertos legales instaron a trabajar “activa y eficazmente para garantizar un alto el fuego permanente en Gaza” y el acceso seguro a ayuda humanitaria alimentaria y médica.
Esto incluye “confirmar que la financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNWRA) se restablecerá con efecto inmediato”, tras ser suspendida por varios países en enero tras las acusaciones de la entidad sionista a algunos de sus trabajadores de haber participado el 7 de octubre en la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada por la Resistencia palestina contra objetivos israelíes.
Los firmantes enfatizaron que la suspensión del suministro de armas y material bélico a Israel podría considerarse una medida para prevenir el genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, donde alrededor de 33 000 personas han muerto y más de 75 000 resultaron heridas desde el inicio de los indiscriminados ataques de la entidad sionista.
Diversos sectores políticos del Reino Unido también han aumentado la presión sobre el premier británico por las ventas de armas del país a Israel, tales como el ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, quien instó a poner fin de inmediato.