5.000 bebés judíos de origen yemenita desaparecieron de Israel y, después de ser secuestrados, fueron vendidos en adopción con la complicidad del Estado, la policía y las maternidades.
El caso de los niños judíos yemenitas comprende la etapa 1948 y 1954, es decir, el nacimiento mismo de Israel, un Estado cuyas raíces con todas ellas abiertamente criminales.
Cuando los niños eran hospitalizados por encontrarse enfermos, a los padres se les decía que habían fallecido; si reclamaban el cuerpo para darle sepultura al cadáver, les respondían que el hospital ya había procedido al enterramiento.
Como suele ocurrir, el crimen se hubiera mantenido oculto si los padres se hubieran conformado con las explicaciones falaces de los funcionarios públicos y los profesionales sanitarios, es decir, si las personas creyeran lo que les dicen y, además, si no hubieran emprendido una lucha heroica, larga y amarga, si hubieran desfallecido durante más de medio siglo sin averiguar el paradero de sus hijos.
El estado no sólo fue cómplice: lo sigue siendo cómplices cada minuto que pasa negando los crímenes y dejando de investigar los secuestros de niños para luego decir que eso ocurrió hace muchos años y hay que dar la espalda al pasado. Todos los archivos públicos que contienen información sobre este crimen colectivo se han tratado de mantener cerrados hasta 2066.
En estos casos el Estado conoce a la perfección lo que ocurrió.
Por eso mantiene el secreto de los archivos. Pero hace como que no sabe nada y cuando le presionan dice que empieza a investigar.
En junio del año pasado Netanyahu encargó al ministro Tzachi Hanegbi que echara un vistazo a los archivos ocultos para ver la manera de calmar las protestas y tapar el asunto un tiempo más.
No lo lograron y en noviembre tuvieron que abrir los archivos, al menos en parte. Hay más de 100.000 documentos de los que cabe esperar que no hayan acabado en la hoguera.
La decisión del gobierno, ha dicho el ministro Hanegbi, debe ayudar a que las familias de los niños secuestrados dejen de desconfiar del Estado de Israel que, a su vez, confía salir indemne de esta prueba y por eso aún no se ha disculpado.
Pero si el Estado no participó en los crímenes, no tiene sentido ni negarlos ni ocultarlos. Si todo fue obra de determinados profesionales sanitarios que actuaron a sus espaldas, debería ser el primer interesado en poner nombre y apellidos a los delincuentes que, en este tipo de asuntos, forman una red muy extendida.
No se trata sólo de los autores materiales sino de los cómplices que están en la policía, en los fiscales, los jueces, los abogados, las funerarias, los burócratas de los registros…
Es imposible cometer estos crímenes masivos sin falsificar montones de documentos oficiales que garantizan el silencio para que luego Presidentes del Gobierno, como Felipe González, aseguren públicamente que “no hay pruebas ni las habrá nunca”.
Los criminales pueden vivir tranquilos porque siempre hay algo que juega a favor del Estado delincuente: las víctimas son niños procedentes siempre de las familias más pobres y marginadas. Ni siquiera saben o tienen recursos para presentar una denuncia. El rabino Uzi Meshulam
Sólo 745 padres presentaron denuncia en su época; de ellos dos tercios son yemeníes, si bien en 1994 el rabino Uzi Meshulam dio un giro a la protesta cuando extendió el radio de las desapariciones no sólo a ellos sino a los Balcanes y Oriente, donde también se habían secuestrado niños.
En agosto el diario Haaretz siguió ampliando el radio de acción de las desapariciones con niños de familias originarias de Europa.
No obstante, ahora que las investigaciones se han ampliado, la proporción sigue siendo parecida: el 70 por ciento de los secuestrado son yemeníes y sólo el 4 por ciento son europeos, lo que pone de manifiesto el móvil racista de los crímenes.
La vivienda del rabino Meshulam se convirtió en el centro de la protesta y la lucha, incluida la lucha armada.
Durante 52 días las fuerzas especiales de la policía asediaron la vivienda, mataron a un manifestante y detuvieron a Meshulam, al que condenaron a seis años y medio de cárcel.
Salió de ella a los cinco años, muriendo en 2013. Una de las claves que va apareciendo en la investigación es que, además de maternidades y centros de salud, la mayor parte de los secuestros se llevaron a cabo en instituciones sionistas, como Hadassah (Organización Sionista de Mujeres de América) y WIZO (Organización Internacional de Mujeres Sionistas).
Caso de la tiña
El Caso de la tiña o Tratamiento de la tinea capitis en Israel y en las comunidades judías es una referencia a la ionización con rayos X de la cabeza de 20.000 israelíes, especialmente niños, de 1948 a 1960 por tinea capitis.
Esta población estaba formada principalmente por judíos sefardíes de África del Norte y de Oriente Medio Este tema fue parte de una película documental: Los Niños de la Tiña por David Belhassen y Asher Hemias.
La película ganó el premio del mejor documental al festival internacional de Haifa y participó al Israel Film Festival en Los Ángeles en 2007.23
El tema ha dado lugar a un escándalo político y a varias teorías de conspiración.
Descripción La tiña de la cabeza, conocida también como tinea capitis, micosis, tiña tonsurante y tiña favosa, ha sido una de las enfermedades fúngicas más comunes en niños en las comunidades judías de la Tierra de Israel y fuera de ella.
El tratamiento consistió en el uso de los rayos-X ya desde el fin del siglo xix.4 Histórico Problemática
A comienzos del siglo xx, el Centro Médico Hadassah en Jerusalén trató la enfermedad de la tiña en la comunidad religiosa judía de Jerusalén (léase el Antiguo Yishuv) usando radiación, y la enfermedad casi desapareció.
Con la inmigración masiva de las décadas de 1940 y 1950, surgieron muchos casos nuevos de tiña, principalmente en niños inmigrantes llegados de Asia y del norte de África, debido a condiciones de hacinamiento y condiciones higiénicas deficientes.
Como a comienzos del siglo xx, en los años cincuenta la tiña fue nuevamente tratada con radiación, bajo la supervisión del Centro Médico Hadassah en Jerusalén (Prof. Dostrovsky y Prof. Drukman).
El régimen de tratamiento aumento el riesgo de desarrollar tumores cancerosos y no cancerosos en el área de la cabeza y de cuello en parte de los pacientes años más tarde.
Varios grupos de investigación en Israel y el mundo han hecho seguimientos de pacientes que fueron irradiados de niños, a fin de examinar tendencias a desarrollar varios tipos de tumores cancerosos.
En Israel este estudio fue dirigido por el Profesor Baruch Modan, quien publicó un artículo en la prestigiosa revista de medicina The Lancet en 1974, en el cual Modan determinó irrefutablemente una conexión causal entre la irradiación de pacientes con tiña y la aparición de tumores en la cabeza y el cuello.
En vista de los hallazgos del Profesor Modan, en 1994 se promulgó en Israel una ley que contempla la indemnización por el daño a la salud resultante de la exposición a tal tratamiento contra la tiña.
La ley ofrecía una indemnización al paciente (o a sus familiares) tratado contra tiña entre el 1 de enero de 1946 y el 31 de diciembre de 1960, para aquellos diagnosticados con las enfermedades estipuladas en la ley. Sin embargo, la legislación le confería la carga de la prueba al demandante, el cual debía proporcionar evidencia fáctica que demostrara el haber recibido tratamiento – provisión que generó la crítica pública.5
Escándalo Una película documental en hebreo titulada Los Niños de la Tiña (Yaldei Hagazezet), producida por el Centro de Comunicaciones de Dimona y dirigida por Asher Nachmias y David Balchasan, se estrenó en 2003; la película obtuvo el Galardón a La Mejor Película Documental en el Festival Internacional de Cine de Haifa.
El documental atacaba duramente al establishment médico israelí de la década de 1950, dándole al episodio el título de “el holocausto de los niños de la tiña (shoat yaldei hagazezet)”. Asimismo, el documental criticaba duramente la ley de compensación y a los políticos involucrados en su promulgación. En la película Chaim Sheba, responsable de la erradicación de la tinea capitis, es mostrado en el documental como un racista adepto de la eugenesia, que profesa la supremacía racial de la comunidad Ashkenazi y por lo tanto la inferioridad de los Sefardíes y Mizrajíes.6 En el documental, un médico que tomó parte del experimento señaló que la dosis era de 350 rads (35.000 veces la dosis de una fotografía en rayos X) y que algunos niños fueron tratados más de una vez.7
El tratamiento a pacientes con tiña es visto por activistas mizrajíes en Israel como el ejemplo más notorio de las injusticias encontradas por los inmigrantes de la década de 1950 como resultado de defectos, negligencia, paternalismo o irresponsabilidad por parte de las autoridades israelíes al recibirlos y absorberlos a la sociedad israelí como nuevos inmigrantes.
Muchas de las acusaciones que rodearon el tratamiento contra la tiña en Israel fueron producto de una narrativa incompleta que retorcía la realidad. Tanto la comunidad mizrají como la comunidad médica no estaban al tanto de dos factores clave:
El contexto general internacional del programa israelí de erradicación: que en aquellos tiempos esta forma de tratamiento era un método aceptado, considerado seguro (como lo era por aquellos tiempos radiografiar los pies de los niños en zapaterías) y que fue usado en otras partes del mundo – desde Siria y Yugoslavia, a Nueva York/California, Portugal y Suecia.
De hecho, la irradiación era el protocolo recomendado de su tiempo y estaba parcialmente financiada por la UNICEF.8 El contexto general judío: que esta forma de tratamiento masivo por irradiación había sido previamente usada en otra parte del mundo judío, en el tratamiento masivo de niños ashkenazíes en Europa Oriental a una escala mucho mayor, y con inmigrantes judíos (y gentiles) a los Estados Unidos.
De este modo, la campaña entre los inmigrantes norteafricanos a Israel – anterior o posterior a su llegada – fue sólo una parte de un lamentable fenómeno internacional cuyo alcance sigue descubriéndose. Investigación La investigación en la primera década del siglo xxi pone la narrativa israelí de la tiña en un contexto totalmente nuevo. Esto es producto de la investigación llevada a cabo por la historiadora de la medicina, Profesora Shifra Shvarts. Shvarts siguió un puñado de referencias en incisos de documentos israelíes primarios a organizaciones internacionales, descubriendo abundante material de archivo (una caja de Pandora) en los archivos de Hadassah, en los archivos de las Naciones Unidas, y de aquí en los archivos de una lista de países cada vez mayor, revelando así que el tratamiento masivo contra la tiña en Israel estaba basado en protocolos de tratamiento concebidos y administrados décadas antes:
Entre los años 1921-1938 hubo una campaña entre los judíos de Europa Oriental (por ejemplo entre los judíos ashkenazíes) durante la cual 27 000 niños de Europa del Este fueron irradiados de idéntica manera, en parte para permitir la emigración de sus familias, ya que la tiña era causa de exclusión en los Estados Unidos y otros lugares.9
La campaña realizada con los niños mizrajíes de la región mediterránea estaba basada en esta campaña europea.
Los organizadores estaban convencidos de que la campaña europea había sido un éxito en el tratamiento de la tiña, y por ello procuraban que los judíos de Marruecos pudieran beneficiarse igualmente.
Ya que la mayoría de los niños judíos que habían sido irradiados en Europa Oriental perecieron en el Holocausto, no hubo manera de conocer las ramificaciones de tal tratamiento.10 Una figura clave en la formulación y organización de la campaña contra la tiña en la comunidad judía en África del Norte fue el Profesor Moshe Prywes (quien más tarde se convertiría en presidente de la Universidad Ben-Gurión del Néguev y decano fundador de la Escuela de Medicina de esta universidad). Prywes viajó al África del Norte en 1947 y, como resultado de sus hallazgos allí, formuló un comprensivo programa para la erradicación de enfermedades contagiosas entre aquellos que planeaban emigrar a Israel. Este programa fue llamado T.T.T., sigla de las tres principales enfermedades contra las cuales iba dirigido el programa: Tiña, Tracoma y Tuberculosis. Chaim Sheba, quien terminó su carrera como director general del Ministerio de salud, fue responsable del programa de erradicación de la tinea capitis.
Paralelamente a la irradiación contra la tiña llevada a cabo en los años cincuenta en el Estado de Israel, la irradiación contra la tiña se estaba realizando también con miles de niños yugoslavos (unos 94000),11 en Portugal (30.000), en Siria (7.000)12 y unos 4600 en un solo hospital de Londres entre 1922-1958.13El agente principal tras las operaciones de erradicación de la tiña era la UNICEF, que incluso ayudó en la adquisición de aparatos de rayos x con este objetivo. UNICEF era el agente principal tras la irradiación en Yugoslavia y Siria, e incluso aportó los dos aparatos de rayos x que funcionaban en el centro de recepción y tramitación para inmigrantes en Israel – Shaar Haaliyah al sur de Haifa. Con el descubrimiento del fármaco griseofulvina para el tratamiento de la tiña, la UNICEF comenzó a financiar el abastecimiento de la medicina a todos los países con una alta incidencia de tiña, como parte de la política de la UNICEF dedicada a erradicar enfermedades contagiosas en madres y niños.
Existe la pregunta de cuántos niños de origen marroquí sufrieron de hecho de problemas de salud como resultado del tratamiento contra la tiña en la infancia.
Uno se encuentra con estimaciones sin fundamento (por ejemplo, en la película 'documental' arriba mencionada) que alegan que hubo cien mil personas o más. Otros van incluso más lejos: Una organización sin fines de lucro creada en 1999 tras la legislación, para organizar a ex-pacientes y garantizar su indemnización se aventura a establecer el número de niños mizrajíes irradiados en 200.000.14 De hecho, puede extrapolarse una evaluación más exacta a partir de datos estadísticos confiables obtenidos de registros históricos.1516171819 En el estudio del Dr. Yaron Tzur sobre los judíos de Marruecos entre los años 1940-1954 – Kihilah K'ruah (Una Comunidad Partida En Dos) – datos demográficos hallados por el autor respecto a la población judía marroquí demuestra que las cifras deben haber sido mucho más modestas: Un censo marroquí efectuado en 1947, aun luego de introducir ajustes, muestra que hubo a lo más 240.000 judíos en Marruecos en esa época.
El trabajo es un estudio comprensivo, lleno de material de archivos, correspondencia de figuras clave, informes de emisarios de Israel y una rica bibliografía que incluye una lista de todas las localidades en las cuales residían judíos en Marruecos, incluso aquellas con unas pocas familias. Los datos muestran que 80.000 judíos emigraron de Marruecos hasta 1956.
De aquí que la cifra máxima de niños de entre los inmigrantes de la edad vulnerable a ser atacada por la tiña no pudo superar los 20.000 a 25.000. Si suponemos que no todos los niños en este grupo de edad tuvieron la tiña, no existe una base estadística lógica para suponer que más de 10.000 a 15.000 fueron irradiados.
El ministerio israelí de salud tiene registros de 10.000 individuos; este es aparentemente el número total de individuos irradiados, de todos los orígenes étnicos.20 A partir de informes presentados a la UNICEF por el ministro de salud israelí (que incluso fueron publicados en las revistas de medicina), fue establecido que el número de niños tratados con radiación en Israel en los años 1948-1959 fue aproximadamente 15.000. Existen testimonios que demuestran incuestionablemente que niños de origen europeo oriental que eran sospechosos de tener tiña fueron igualmente irradiados. Es difícil establecer su número, pero muy probablemente contaban algunos miles.
Según Giora Leshem, quien fue el colaborador de estadística del profesor Modan en su estudio de 1974 (basado en el Registro del Cáncer), parece que el número de marroquíes que fueron irradiados rondaba los 15.000 niños.
Responsables del programa Moshé Prywes Chaim Sheba Chaim Sheba Moshé Prywes
El ensayista israelí Barry Chamish acusó al gobierno de haber planteado un genocidio sefardí, acusando a Nahum Goldmann y Levi Eshkol como ideólogos.2122
El caso ha sido señalado como similar al del caso de los niños judíos yemenitas.
Notas y referencias Sadetzki S, Chetrit A, Freedman L, Stovall M, Modan B, et al. (2005). "Long-Term Follow-up for Brain Tumor Development after Childhood Exposure to Ionizing Radiation for Tinea Capitis". Radiation Research: Vol. 163, No. 4 pp. 424–432. PMID 15799699 «THE RINGWORM CHILDREN (20th Anniversary Israel Film Festival)». israelfilmfestival.com. Archivado desde el original el 31 de octubre de 2007. «The Ringworm Children (FANDANGO)». fandango.com. Dochoa, Azua (1947). «consideraciones y terapéuticas sobre las tinas». Med. Colonial 9: 431-448. Modan B, Mart H, Baidatz D, Radiation - induced head and neck tumors. The Lancet 1974;1:277-279. (en inglés) The Ringworm Children on You Tube (en inglés) The Ringworm Children en Youtube Shvarts, S., Drori V., Stoler –Liss S., "The international activity and health support in Palestine/Israel after WW2 and the Israel war of independence and the state first years" in Katyne et la Suisse:Experts et Expertises Medicales dans les Crises Humanitaires (editor, Debons D.) University of Geneva, Swiss, 2008, pp.319-328 Shvarts S., Romem P., Romem I., Shani M., The Forgotten Ringworm Campaign of OSE-TOZ in Poland, Harefua, Journal of the Israel Medical Federation, 48(4)125-129, 2009. Véase Shifra Shvarts, “La campaña olvidada contra la tiña” (en hebreo) en la web http://www.ima.org.il/Ima/FormStorage/Type3/09-04-14.pdf Archivado el 29 de febrero de 2012 en Wayback Machine. Grin, E. I. (1961). «Epidemiology and control of tinea capitis in Yugoslavia». Trans. St. Johns Hosp. Dermatol 47: 109-123. Shvarts S., Sevo G., Tasic M., Shani M., Sadetzki S., The Tinea Capitis Campaign in 1950s in Serbia - Lessons to be Drawn from History, The Lancet Infectious Diseases, 2010(10)8: 571-576 Shanks, S.C. (1967). «x-ray epilation of the scalp at goldie leigh hospital woolwich (1922-1958)». Brit. J. of Derm. 79: 237-238. http://www.gazezet.org.il Roy EA, Omran AR., Follow-up Study of Patients Treated by x-ray Epilation for Tinea Capitis, Arch. Envoron. Health, 1968;17:899-918 A. C. Cipollaro and A. Brodey, “Control of Tinea Capitis,” New York Journal of Medicine 50(1950), 1931-1934 A. C. Cipollaro and A. Kallos, “Measurement of Gonadal Radiations During Treatment for TC,” NY State Journal of Medicine 59(1959)16, 3033-3040 Z. Shory-Rubin and S. Shvarts, Hadassah L'ebriuth Ha'am [Hadassah for the Health of the People](Jerusalem: the Zionist Library Press, 2003), 89-91. Gérard Tilles, “L’histoire inachevé des enfants teigneux irradiés (The unfinished story of the ringworm children: Irradiation for Tinea Capitis),” La Presse Medical, 13 (August 2007), 1-6. Véase www.health.gov.il/pages/default.asp?maincat(PageId=4136&catId=768&=78 (en inglés) simshalom.blogspot.com Barry Chamish, Save Israel, Modiin House, (2002) Bibliografía Shvarts S., Sevo G., Tasic M., Shani M., Sadetzki S., The Tinea Capitis Campaign in 1950s in Serbia - Lessons to be Drawn from History, The Lancet Infectious Diseases, 2010(10)8: 571-576 Shvarts, S., Drori V., Stoler –Liss S., "The international activity and health support in Palestine/Israel after WW2 and the Israel war of independence and the state first years" in Katyne et la Suisse:Experts et Expertises Medicales dans les Crises Humanitaires (editor, Debons D.) University of Geneva, Swiss, 2008, pp.319-328 película documental: Los Niños de la Tiña por David Belhassen y Asher Hemias.