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La Unión Europea financia la esclavitud de los inmigrantes africanos en Libia

Una investigación de la ONU ha concluido que el dinero proporcionado por la Unión Europea a las instituciones públicas de Libia ha facilitado crímenes contra la humanidad que van desde el trabajo forzado y la esclavitud sexual hasta la tortura.

Al apoyar económicamente a la Guardia Costera libia y a la Dirección libia de Lucha contra la Migración Ilegal (DCIM), la Unión Europea ha sido cómplice de crímenes contra la humanidad.

El 27 de marzo la ONU publicó las conclusiones de una investigación de tres años, confirmando que “la detención arbitraria, el asesinato, la violación, la esclavitud, la esclavitud sexual, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas” se han convertido en una “práctica generalizada” en Libia, sumida por la OTAN en una guerra civil desde hace más de una década.

Aunque los crímenes contra la humanidad están extendidos por todo el país, el informe se centra en la situación de los migrantes y culpa a la Unión Europea de permitir que el gobierno de unidad nacional con sede en Trípoli cometa abusos contra los africanos que buscan asilo en Europa.

“La misión descubrió que se habían cometido crímenes de lesa humanidad contra migrantes en centros de detención bajo el control efectivo o nominal de la Dirección de Lucha contra la Migración Ilegal, la Guardia Costera libia y el Aparato de Apoyo a la Estabilidad de Libia. Estas entidades han recibido apoyo técnico, logístico y financiero de la Unión Europea y sus Estados miembros, incluso para la interceptación y devolución de migrantes”.

En lugar de interceptar directamente a los migrantes que viajan en barco hacia Europa, la Unión Europea confió el trabajo sucio a los guardacostas libios. Una vez detenidos por los guardacostas, los migrantes son devueltos a Libia y trasladados a cárceles oficiales y “cárceles secretas”, donde a menudo son explotados con fines lucrativos mediante trabajos forzados, rescates o esclavitud sexual.

“Hay motivos razonables para creer que los migrantes han sido esclavizados en los centros de detención del DCIM”, afirma el informe, que añade que personal y funcionarios del DCIM y de los guardacostas están implicados “a todos los niveles”, mientras que altos cargos “actúan en connivencia” con traficantes y contrabandistas, tanto en el contexto de la detención como de la interceptación.

Los guardias exigen y reciben pagos por la liberación de los migrantes. “La trata, la esclavitud, los trabajos forzados, el encarcelamiento, la extorsión y el contrabando han generado importantes ingresos para individuos, grupos e instituciones públicas”, afirma el informe.

En 2017 los medios de comunicación internacionales informaron del resurgimiento de la trata de esclavos en África debido a las continuas secuelas de la operación de la OTAN para deponer al dirigente libio Moammar Gadafi. La ONU ha confirmado ahora que no solo persiste la práctica, sino que ha sido propiciada por la Unión Europea.

“El apoyo de la Unión Europea a la guardia costera libia ha dado lugar a violaciones de ciertos derechos humanos”, declaró a la prensa Chaloka Beyani, investigador de la ONU. “También está claro que la DCIM es responsable de muchos crímenes contra la humanidad en los centros de detención que dirige. Así que el apoyo que han recibido de la Unión Europea lo ha facilitado. Aunque no estamos diciendo que la Unión Europea y sus Estados miembros hayan cometido estos crímenes, lo cierto es que el apoyo prestado ha ayudado e instigado a cometerlos”.

Según un informe de 2021 de la Brookings Institution, la Unión Europea ha pagado 455 millones de dólares a la guardia costera libia y a otras instituciones públicas desde 2015.

Mientras tanto, una investigación de el Outlaw Ocean Project y el New Yorker descubrió que el dinero de la Unión Europea “financia todo, desde los autobuses que transportan a los migrantes capturados en el mar desde el puerto hasta las prisiones, hasta las bolsas para cadáveres utilizadas para los migrantes que perecen en el mar o mientras están detenidos”.

La Dirección de Lucha contra la Inmigración Ilegal de Libia recibió 30 Toyota Land Cruiser especialmente modificados para interceptar a los migrantes en el desierto del sur de Libia, mientras que el dinero de la Unión Europea también ayudó a la DCIM a comprar 10 autobuses para transportar a los migrantes cautivos en las cárceles después de ser capturados.

El violento derrocamiento del gobierno de Gadafi por la OTAN y sus bandas patrocinadas de insurgentes salafistas en 2011 sumió a Libia en un estado de guerra civil, con franjas del país tomadas por bandidos alineados con Al Qaeda y el Califato Islámico. Mientras la OTAN y sus aliados yihadistas se abalanzaban sobre él, Gadafi advirtió de que su derrocamiento provocaría la desestabilización de regiones enteras del continente y una nueva crisis migratoria para Europa, con el Mediterráneo convertido en un “mar de caos”.

El hijo de Gadafi también advirtió entonces: “Libia podría convertirse en la Somalia del norte de África, del Mediterráneo. Veremos piratas en Sicilia, en Creta, en Lampedusa. Habrá millones de inmigrantes ilegales. El terror estará al lado”.

El investigador de la ONU, Beyani, atribuyó la actual crisis de Libia a una “lucha de poder”, refiriéndose al vacío de poder que Occidente ha creado en Libia, aunque evitando referirse directamente a él. Human Rights Watch también evitó mencionar la intervención de la OTAN de 2011 en su cobertura del informe de la ONU, que calificó de “brutal y condenatoria”. Esto puede deberse a que su entonces director, Ken Roth, fue un prolífico partidario del asalto.

La transformación de Libia en un infierno sin ley ha reducido enormemente el riesgo de que los posibles emigrantes sean detectados por la Unión Europea. El informe de la ONU calcula que más de 670.000 migrantes estuvieron presentes en Libia durante partes de su investigación.

La ausencia de un gobierno central fuerte y estable en Trípoli ha permitido que se desarrolle toda una industria con la explotación de los emigrantes como modelo de negocio. “La detención y el tráfico de inmigrantes es un gran negocio en Libia. Es un proyecto empresarial”, declaró Beyani tras la publicación del informe.

Alexander Rubinstein https://thegrayzone.com/2023/04/17/enslavement-african-migrants-libya-eu-funding/

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