En la república de Costa Rica se han procesado judicialmente al menos 7 curas que violaron a menores de edad dentro de sus iglesias, otra cantidad mayor de sacerdotes denunciados evadieron la justicia
En Costa Rica, en los últimos 15 años, más de 30 sacerdotes han sido denunciados por cometer supuestos actos de abuso sexual, la gran mayoría en contra de menores de edad.
A los religiosos se les recomendó «estar en oración», dijo en 2019 el entonces vocero de la diócesis de Alajuela, padre Sixto Varela, al medio digital www.ameliarueda.com
De los 30 casos que implican a los sacerdotes costarricenses, pocos llegaron a la vía penal, porque muchos prescribieron al ser denunciados de forma tardía; por la vía eclesiásticos, las investigaciones tardan años en resolverse.
De las 29 acusaciones que documentó el sitio web, al menos a 10 se les impuso la sanción más alta de la Iglesia, que es la expulsión.
Sobre la judicialización de una denuncia fechada en marzo 2022, los medios costarricenses informaron que la sentencia de 6 años de prisión en contra del exsacerdote de San Isidro de Heredia, Sidar Roberto Monge Quesada, quedó en firme.
El prelado fue condenado por abusar sexualmente a un monaguillo cuando tenía 14 y 15 años. La sentencia quedó en firme después de que la Sala de Casación Penal rechazó, los alegatos expuestos por la defensa del religioso en un recurso presentado mediante esa vía.
Los abusos ocurrieron entre 2009 y 2010 de acuerdo a la causa 11–000449–0369–PE; por esa misma causa, también se acusó y castigó a cuatro años de prisión al amigo del cura, Patrich Eugenio Castillo Solano.
De acuerdo a la acusación, Castillo Solano cometió el mismo delito en otro momento, según informó el diario tico, La Nación, el pasado 16 de julio.
El exsacerdote Monge Quesada y su amigo guardan prisión, desde 2019, año que se dictó sentencia.
El exsacerdote Sidar Roberto Monge Quesada, cuando compareció ante la justicia por abusos sexuales a menores
Satisfacción por sentencia en firme
El representante legal de la víctima, José Francisco Madrigal, se declaró satisfecho del proceso que llevo más de una década para hacerse justicia, en uno de los casos de abusos sexuales cometido por sacerdotes contra menores de edad.
“En este caso no solamente sufrió el menor de edad, sino que sufrió toda la familia, porque el sacerdote, haciendo uso de la fuerza moral que ejercía sobre un pueblo muy católico, como es el de San Isidro de Heredia, utilizó el púlpito para asustar al pueblo e instarlo casi a que se fuera caminando con antorchas y pancartas a la casa del menor de edad, para tratar que la familia se fuera de ahí”, recordó el abogado.
Agregó, que “esos vejámenes son imborrables, no solamente para para la familia, sino para el menor de edad, que no solamente sufrió el abuso, sino que también tuvo que sufrir toda esa tristeza de ver a su familia angustiada y por fin la justicia llegó a su fin, aunque fuese 12 años después, que para un proceso de estos es realmente ingrato, imagínese que el muchacho no solamente terminó su colegio, sino que terminó su universidad y hasta después de haberse graduado que recibe esta sentencia”, explicó Madrigal.
Expulsado de la iglesia
La Curia Metropolitana, Arquidiócesis de San José, informó al Diario Extra en noviembre del 2018, que el entonces sacerdote Sidar Roberto Monge Quesada, fue expulsado por la iglesia del estado clerical.
Así fue consignado en un comunicado del 25 de octubre del 2018, titulado Información respecto al proceso eclesiástico, seguido en contra del sacerdote, Sidar Roberto Monge Quesada:
“Se siguió el debido proceso y el 18 de enero del 2013, se recibe mandato de la Congregación de la Doctrina de la Fe, para incoar proceso penal administrativo, contra Monge Quesada. El 24 de setiembre del 2014, se impone por decreto la pena perpetua y expiatoria de expulsión del estado clerical”, indicó la nota.
Otro caso que ha tenido relevancia reciente, es la del ex-sacerdote Mauricio Víquez, un sacerdote muy mediático y que hablaba a menudo en nombre de la iglesia en temas de familia y sexualidad.
Él fue expulsado de la iglesia en 2019, al ser denunciado por múltiples episodios de pederastia y abuso sexual en contra de menores de edad.
Con ayuda de las autoridades eclesiásticas del país, escapó a Panamá y luego se escondió en México. Al usar las redes sociales fue encontrado y extraditado en 2021. En marzo de este año, fue sentenciado a 20 años de cárcel.
El exsacerdote Mauricio Víquez, fue condenado a 20 años de prisión tras su deportación de México
En ese caso, fue denunciado el Arzobispo José Rafael Quirós, porque según los alegatos, el jerarca conocía de los abusos realizados por Víquez durante los 10 años en que sucedieron (1993 – 2003).
Tiempo en el cual, no tomó ninguna acción y además habría alertado al cura sobre las denuncias que se presentaron en su contra dentro de los mecanismos de la propia iglesia católica, para finalmente ayudarlo a escapar.
El arzobispo de San José, José Rafael Quirós, fue acusado por encubrimiento y facilitar huida de Víquez
En un artículo del 22 de marzo 2022, en el sitio www.laizquierdadiario.cr bajo el título: “Iglesia Católica suma dos juicios ésta semana: un cura por abusos sexuales y un Arzobispo por encubrir”, se indicó que “el siniestro procedimiento para encubrir no es nuevo, así se comporta la iglesia católica con todas sus víctimas”.
Y que además cuenta con la complicidad de las instituciones judiciales. “Incluso en uno de los casos donde hay más cobertura mediática -al tratarse de figuras de alto rango en la iglesia- consiguen un tratamiento distinto, con ventajas como que el dinero del Vaticano te ayude a esconderte o que la prensa brinde espacio a los llamados de los abogados defensores por “proteger la salud” de Víquez. Muy poco importa la salud de las víctimas que abusó durante 10 años”, describió el sitio.
En su defensa, por un proceso civil por encubrimiento, el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, justificó que “ese asunto se me pasó” y “no tenía experiencia”.
Hecho sin precedentes
Por ambos procesos (Víquez y Quirós), en Costa Rica se dio un hecho sin precedentes. En marzo de 2019. Las autoridades policiales realizaron un allanamiento en la sede de la iglesia católica del país para buscar evidencias de casos de pederastia y abuso sexual.
Computadoras y archivos fueron sacados de la Conferencia Episcopal, a los que días después tuvieron acceso los medios de comunicación, quienes publicaron evidencias de las denuncias canónicas que se archivaron por diferentes abusos de religiosos.
Se estima que es la peor crisis en la historia de la iglesia católica de Costa Rica. “Fue tremendo”, reconoció el obispo de Alajuela, Bartolomé Buigues.
Agentes decomisan documentos tras el allanamiento a la sede de la Conferencia Episcopal en San José, el 7 de marzo de 2019
El 22 de mayo de 2022, en diario El País, publicó que quienes hicieron caer a Víquez fueron sus antiguos monaguillos, niños que pensaron que nadie les iba a creer tras sufrir los abusos, que venían de contextos vulnerables y que fueron silenciados por el poder de sus agresores.
Se indicó que la lucha de Anthony Venegas y Michael Rodríguez para poner tras las rejas al sacerdote (Víquez), que abusó de ellos, duró casi 20 años (sus denuncias prescribieron).
Pusieron denuncias eclesiásticas y esperaron por años una resolución, pero no pasó nada. “Siempre minimizaron el impacto de lo que nos hicieron, nos intimidaron, dilataron los procesos para que prescribieran los casos”, acusó Venegas. “Así es como funciona la máquina de encubrimiento de la iglesia católica”.
La primera reacción a las denuncias fue trasladar al cura a otra parroquia, una práctica habitual en el manejo de otros casos.
No fue enviado muy lejos: solo a 11 kilómetros de la anterior. Cuando estalló el caso en los medios, la parroquia dijo que el padre dejaba el puesto por motivos “personales”, aunque cuando aumentó la presión pública, la Arquidiócesis de San José reconoció que era por problemas legales, subrayó el medio.
Otros casos notorios
En febrero de 2019, la Curia de Alajuela confirmó que el sacerdote Luis Enrique Delgado Quirós fue expulsado del Estado Clerical tras 12 años de proceso, desde que fue acusado por abusos sexuales.
Delgado purgó una condena de aproximadamente 5 años –con beneficio carcelario-, que en principio era de 21 años, por abuso sexual en perjuicio de 3 menores de edad vecinos de Alajuela.
A uno de ellos, según la declaración de la madre de apellido Porras (consta en el expediente 02-202537-0305-PE, tramitado entre 2004 y 2005), el sacerdote le pagó al menos en dos oportunidades la suma de 10 mil colones en efectivo (unos U$ 17 dólares al cambio actual), posterior a haberlo masturbado y hacerlo eyacular.
“Recostaba su cabeza en las piernas a Alex y comenzaba a subir hasta que llegaba a sus genitales, y una vez ahí comenzaba a mover su cabeza con el propósito de excitar (sic) a Alex, entonces era cuando le baja el zipper del pantalón y comenzaba a masturbarlo y le chupaba el pene hasta hacer que mi hijo eyaculara”, declaró Porras.
Así también el sacerdote Minor Calvo, popular por su microprograma televisivo “Un encuentro con Cristo” y director de la Radio María (medio católico), fue interpelado por presuntas relaciones sexuales con un menor de edad mientras estaba en un automóvil en el parque La Sabana de San José, aunque nunca fue condenado por estos hechos, se le condenó a prisión por enriquecimiento ilícito relacionado con la administración de la Radio María
Sacerdote Minor Calvo
Los 29 casos presentados por Amelia Rueda
En 2019, el sitio www.ameliarueda.com, reveló que en los últimos 10 años, al menos 29 sacerdotes de la iglesia católica en Costa Rica, fueron denunciados por cometer supuestos actos de abuso sexual, en su mayoría a menores de edad.
De esos 29 curas denunciados, a 10 se les impuso la sanción más alta de la Iglesia, que es la expulsión.
Diócesis de San José
Es la que registra la mayor cantidad de denuncias con 19. El último caso fue el del sacerdote Mauricio Víquez Lizano.
Ocho denuncias están en proceso, 5 casos pendientes en la Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir, a la espera de la resolución del Vaticano, y otras 3 se encuentran en indagatorias diocesanas.
Además un caso fue desestimado en Roma, uno más en la investigación previa de la Arquidiócesis, y otro fue archivado por la muerte del sacerdote.
Diócesis de Alajuela
De los cuatro casos que se registran en esta diócesis se incluye el caso del sacerdote Enrique Delgado Quirós, quien fue condenado penalmente en el año 2005 al confirmarse que realizó abusos deshonestos en contra de tres menores de edad quienes denunciaron que el cura los sometía a tocamientos indebidos y masturbación.
Por buen comportamiento, Delgado salió de la cárcel en octubre del 2010 y se incluye en el registro de la diócesis de Alajuela, porque hasta hace dos años terminaron de resolver su caso y resolvieron la expulsión del cura del estado clerical.
Adicional se informó que había 3 casos, en investigación previa y ninguno tiene demanda judicial porque las personas involucradas no han querido proceder judicialmente.
Las tres denuncias siguen el proceso canónico. En uno de ellos ya hubo una recomendación del Vaticano. Los restantes (2), se encuentran en la etapa de recabar pruebas.
Diócesis de San Isidro
El presbítero Fabián Campos, canciller diocesano indicó que registran una denuncia.
«La denuncia ya juzgada y en firme en ambos fueros judiciales, es decir, tanto en el canónico como en el Poder Judicial de Costa Rica. En nuestro caso se ha aplicado la pena máxima que es la pérdida del estado clerical», indicó Campos.
Diócesis de Cartago
El Obispo de Cartago, Mario Enrique Quirós, respondió a ameliarueda.com que la diócesis a su cargo se han recibido 4 causas.
«Dos concluyeron fruto de la prueba recabada y de la mismas partes ofendidas. Casos en los que se llevó todo el proceso y en ambas la denuncia fue puesta por familiares de los ofendidos y luego de toda la investigación se determinó que las situaciones finalmente no ocurrieron como las denunciaron; en ambos casos se tomaron las decisiones correctivas».
Sobre las otras 2 denuncias, el Obispo de Cartago indicó que se encuentran en la etapa final del proceso ante la Congregación de la Doctrina de la Fe y a la espera de la recomendación del Vaticano; agregó que en ambos casos se han tomado las medidas requeridas.
Diócesis de San Carlos
En esta diócesis se registra la reincidencia de un sacerdote que en el 2002 había sido condenado a 4 años de prisión por delito de abuso sexual contra una persona menor de edad.
En esa ocasión, al sacerdote Luis Francisco Calvo Bolaños se le condenó por besar a la fuerza a un joven de 16 años.
Este sacerdote se entregó a las autoridades en el 2004 y salió de la cárcel en el 2006, cuando se le otorgó el beneficio de libertad condicional una vez que cumplió la mitad de la pena.
Pese a esa condena, a nivel eclesial, la Diócesis de San Carlos concluyó la investigación en el 2010 y el Obispo de entonces, Monseñor Ángel San Casimiro dio el aval para el sacerdote Francisco continuara ejerciendo el sacerdocio.
Contra ese sacerdote, se presentó una nueva denuncia el 17 de diciembre del 2018.
El Obispo Monseñor José Manuel Garita recibió la denuncia.
«El pasado 21 de diciembre de 2018, se le comunicó al sacerdote Luis Francisco Calvo Bolaños, la separación de sus funciones sacerdotales ante una declaración que fue recibida de parte de una persona mayor de edad, quien indicó que el sacerdote tuvo una conducta sexual inapropiada con dicha persona.
Esta declaración fue acogida formalmente», indica la información enviada a este medio.
Se agrega que una vez expuesta la denuncia al sacerdote, él acepto el comportamiento inapropiado por lo que se le impuso la pena de suspensión canónica.
En la diócesis de Limón, Puntarenas y Tilarán no se registran denuncias contra sacerdotes en los últimos 10 años.
Por Leonel Mendoza
http://radio580.com.ni/2022/07/20/conozca-los-casos-de-sacerdotes-procesados-y-denunciados-por-abusos-sexuales-a-menores/