Pablo Gonzalez

Honduras: "No podemos permitir que EEUU diga que va a cerrar las fronteras si aquí incendiaron un país


El 28 de noviembre los hondureños deberán elegir quién será el nuevo o la nueva presidenta de la nación centroamericana durante los próximos cuatro años. De 15 candidatos inscritos, dos tienen verdaderas posibilidades de ganar.

Entre ellos está Xiomara Castro de Zelaya, del partido Libertad y Refundación (Libre) y esposa del exmandatario Manuel Zelaya, derrocado por un golpe militar en el año 2009 y quien fundó ese partido tras su regreso al país.

Por otro lado, Nasry Asfura del Partido Nacional de Honduras, formación política que está en el poder desde que se convocaron elecciones seis meses después del golpe de Estado contra Zelaya.

Todos ellos hablan de estas elecciones en clave histórica. Desde el partido Libre aseguran que es momento de recuperar la democracia, la paz y la justicia, mientras que el Partido Nacional de Honduras asegura que no permitirán que el país vuelva al pasado.

Sobre este escenario, Sputnik conversa con Xiomara Zelaya Castro, candidata al Congreso e hija del expresidente Manuel Zelaya y Xiomara Castro, una dirigente política y social que, como ella misma lo dice, ha estado estos últimos 12 años en resistencia contra el golpe junto a las bases sociales de su país.

—Xiomara, fuera de Honduras te conocimos el 28 de junio de 2009, cuando le dieron un golpe de Estado a tu padre, el presidente Manuel Zelaya. Ese día los militares lo secuestraron y dejaron en pijama en Costa Rica. ¿Qué recuerdas de esa noche?

—Esa madrugada del 28 de junio significó muchas cosas porque los militares no solo estaban secuestrando al presidente de la República, sino que también estaban secuestrando a mi padre.

Yo era la única que estaba presente en ese momento, lo cual nos permitió comenzar a denunciar de inmediato lo que estaba ocurriendo, para que toda la comunidad internacional, especialmente los organismos internacionales como la OEA, conocieran de primera mano lo que estaba ocurriendo durante el golpe de Estado.

Desde ese momento, decidimos iniciar una lucha en resistencia en las calles por la restitución de la democracia, para no se perpetuara en el poder esta mafia que ya hoy constituye una dictadura y que por 12 años se ha sostenido en el poder.

Y ahora, pasados 12 años, podemos evaluar con mayor profundidad las consecuencias y determinar quiénes fueron los grandes beneficiarios de ese golpe de Estado.

—¿Quiénes fueron esos grandes beneficiarios del golpe?

—Una de las misiones de ese golpe era profundizar un modelo económico neoliberal contra el pueblo. Hoy han privatizado la salud, han privatizado la educación, los puertos, los aeropuertos, las carreteras, más del 60% del territorio nacional se ha concesionado, han explotado los bosques, los ríos, nuestras tierras de manera indiscriminada, han hecho un gran daño ambiental, especialmente en las comunidades de nuestros pueblos originarios, a quienes han desplazado quitándole sus tierras.

Hay una lucha muy fuerte en Honduras por comenzar a revisar esas concesiones y revertir estos 12 años de atraso en el que nos ha sumergido esa mafia que se instaló en el poder. 

Ha sido una mafia no solo política y militar, que fue la que ejecutó el golpe, sino que tenía detrás un segmento de la clase económica local e internacional que intervino en este país y que nos tiene con unos altos niveles de desigualdad y pobreza en todo el país.

En 2009 detuvieron el progreso de un gobierno del poder ciudadano simplemente por desear que el pueblo acudiera a votar no solo para elegir a un presidente, un diputado y un alcalde, como es la democracia tradicional burguesa, sino que tuviéramos una democracia real en la que el pueblo fuese convocado para tomar decisiones que implican la formulación y creación de políticas públicas.

En ese momento era la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para elaborar una nueva Constitución, que no solo representara a las élites de este país, sino que fuera construida sobre la base de todos los sectores productivos, sociales, obreros, pueblos originarios, mujeres. 

Ese deseo que teníamos en 2009 estamos cerca de hacerlo realidad para que ese sueño que nos arrebataron lo podamos construir de una vez por todas y que este pueblo pueda volver a ser convocado por un gobierno que piensa en la igualdad, en la justicia y que le traiga progreso a este país.

—Ahora tu madre, Xiomara Castro, apuesta por llegar a la presidencia y tú al Congreso. ¿Por qué?, ¿qué está en juego?
—Está en juego todo. Honduras es un país con altos niveles de desigualdad, un país donde nos han quitado todos nuestros derechos, se entronizó una mafia con altos cuestionamientos no solo por corrupción, sino también con señalamientos muy serios por negocios ilícitos como el narcotráfico.

Se juega el futuro de Honduras. Está en juego el destino de este país y significaría cuatro años más de vivir bajo este modelo económico que lo ha privatizado todo. Pero ahora han llegado al colmo, al momento cumbre con la venta del territorio nacional a través de las zonas especiales de desarrollo con las que están entregando parte de nuestro territorio a sectores privados. Eso implica que nuestro pueblo está perdiendo su soberanía.

Ya el pueblo no lo aguanta más. Aquí la población está convencida que bajo este régimen vamos por el rumbo equivocado y está convencida de que quiere un cambio de Gobierno y que este 28 de noviembre vamos a elegir a la primera mujer presidenta de Honduras.

—¿Y cuáles son los temas principales, urgentes que atendería Xiomara Castro de llegar a la presidencia de Honduras?, ¿qué hacer, por ejemplo, con la migración hacia Estados Unidos?

—Ella ha presentado un plan de gobierno con 30 propuestas que son de ejecución inmediata en los primeros 100 días de gobierno, que inician el 27 de enero, en el que incluye tres áreas fundamentales.

Uno, la construcción de un modelo económico alternativo que implica la revisión de la deuda, una auditoría total de la deuda que se ha adquirido en estos últimos 12 años.

Luego, una revisión fiscal, puesto que aquí los que más tienen son los que menos pagan y los más pobres son los que tienen que pagar altas cargas tributarias. Esas exoneraciones y concesiones que se han otorgado deben revisarse como primer paso para poder brindar mayor igualdad y para que haya una verdadera redistribución equitativa de la riqueza.

También se plantea la revisión de nuestro Presupuesto General de la Nación, el presupuesto general que se destina para la compra de las armas. Se sigue cargando el presupuesto de nuestro país, los impuestos y la tributación del pueblo a cosas que no son necesarias mientras se deja en el olvido, en el abandono temas esenciales como el acceso a medicamentos, el acceso a la salud, el acceso a la educación, a la energía eléctrica que tiene un costo elevadísimo, el acceso a los combustibles baratos.

 En este momento hacen cobros exagerados que el pueblo hondureño no resiste y no puede pagar.

También hay un aspecto fundamental y es el retorno a la democracia porque después del golpe de Estado se rompió el hilo constitucional, el contrato social que existía. Desmontar la dictadura implica eliminar muchas leyes que se han aprobado, especialmente en 2014, en lo que llamamos la hemorragia legislativa, cuando se le dieron poderes habilitantes al presidente y se han eliminado los tres poderes del Estado y su separación para poder concentrar el poder en una sola persona.


Para poder construir democracia en Honduras, debemos comenzar por desmontar la dictadura, y desmontar muchas de esas leyes que hoy son lesivas a nuestra Constitución, a la separación de poderes, lesivas también a la dignidad y soberanía del pueblo hondureño.

En el tema migratorio hay un interés especial puesto que Honduras, desde hace muchos años, basa nuestro presupuesto especialmente en las remesas de nuestros migrantes y hay una situación que se vive de exclusión, de discriminación para nuestros migrantes cuando cruzan las fronteras.

Es un pueblo que está huyendo por las condiciones de vida. Una de las principales propuestas que hace Xiomara es que revisemos las causas de la migración, hablemos de qué está causando esa alta migración.

La migración ha sido una constante desde hace muchos años, pero desde estos últimos 12 años, desde el 28 de junio de 2009 hubo un incremento impresionante de migración. Lo vimos en las grandes caravanas hacia Estados Unidos, miles de niños, jóvenes que decidieron salir del abismo en el que se encuentran aquí, arriesgándose en ese camino para llegar a una frontera y que, además, son recibidos con represión, con discriminación, con niños enjaulados. 

Hay una situación de derechos humanos crítica que sí hay que tratar, pero hay que revisar las causas. No podemos permitir que Estados Unidos diga que va a cerrar las fronteras si aquí incendiaron un país para sostener un régimen.

En el 2017, cuando se celebró una elección presidencial, la encargada de negocios de Estados Unidos participó para avalar un gran fraude electoral. Esto nos indica que la participación de Estados Unidos no solo fue desde el golpe, sino durante estos últimos 12 años para sostener un régimen. Eso ha permitido que las condiciones de vida de la población hondureña sigan en detrimento.

—Tu padre acusó a Estados Unidos de haber estado detrás del golpe de Estado en su contra, un golpe que se ejecutó durante la presidencia de Barack Obama, cuando Joe Biden era su vicepresidente.

 ¿Qué esperan de la administración Biden de llegar Xiomara Castro llega a la presidencia?

—Nosotros esperaríamos que haya una relación de respeto. Creo que nuestros pueblos deben ejercer su soberanía, debemos luchar especialmente porque se respete la voluntad del pueblo y que se respete nuestra dignidad. Sobre la base del respeto podemos tener relaciones buenas con cualquier gobierno.

Creo que eso lo vamos a construir, especialmente con América Latina. Es fundamental que los pueblos latinoamericanos nos unamos, que los gobiernos latinoamericanos que creen en el progreso y la solidaridad volvamos a construir esos espacios de unidad, esos espacios de alianza en el que se fortalezcan nuestras relaciones para poder hacerle frente a todas esas políticas de injerencia que siempre se intentan implementar en nuestros países.

Así que yo realmente veo que es posible sostener relaciones de respeto y en igualdad de condiciones. Lo único que nuestros pueblos piden es que se respete nuestra soberanía, nuestra dignidad y nuestro derecho a la autodeterminación.

—Xiomara, tú misma recordabas que la propuesta de tu padre de preguntarle a la gente si estaban de acuerdo o no con convocar una Asamblea Nacional Constituyente provocó un golpe de Estado, ¿hasta dónde creen que podría llegar Xiomara Castro si finalmente gana la presidencia?

—12 años después del golpe, el pueblo está mucho más consciente de cuál es el rumbo que debe tomar, se ha generado mayor consciencia sobre la necesidad de que cambiemos de la democracia representativa a una democracia participativa. 

Ahora la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente se vuelve una necesidad y una emergencia porque ese pacto que se rompió, que se destruyó con el golpe debe volver a conformarse, pero no con las élites, sino con el pueblo, con la base del pueblo.

Hoy estamos decididos, y creo que la población está más que convencida de la necesidad de construir un nuevo pacto, pero con una Constitución que venga a reflejar el contexto nacional, que venga a reflejar las necesidades de un pueblo y que recoja todas las demandas principales de un pueblo que ha sido silenciado por muchos años. 

Es momento de que nuestro pueblo vuelva a tener voz, que participe y empecemos a decidir sobre los temas fundamentales para este país.

—Dices que el pueblo está más consciente, pero ¿qué papel jugarían los militares?, ¿sigue existiendo ese riesgo de un golpe militar?

—El riesgo que existe actualmente, que es una alerta nacional e internacional, es que este proceso electoral sea entorpecido por el partido de gobierno a través de la injerencia al Consejo Nacional Electoral, que es un órgano autónomo, debería serlo.

Todos estos meses el partido de Gobierno le ha puesto obstáculos al proceso, en la aprobación de la ley electoral, en la aprobación del presupuesto, en la discusión de temas clave como la transmisión de los resultados electorales la noche de la votación. 

El partido de Gobierno insiste en querer desprestigiar el proceso electoral y sus resultados.

Eso nos pone en alerta, sin embargo, sabemos que la fuerza del pueblo que estamos construyendo es para que exista un voto masivo en las urnas que no permita que esos que han usurpado la voluntad popular y se han perpetuado en el poder a través de golpes de Estado y fraudes electorales vuelvan este 28 de noviembre a entorpecer este proceso.

El presidente ilegítimo quiere controlar hasta el presupuesto del Consejo Nacional Electoral. Es decir, estamos viviendo una situación compleja, por eso estamos alertas y hemos hecho las denuncias pertinentes, hemos hablado con los sectores más importantes del país para que le demos protección a este proceso y no permitamos que vuelva a suceder una tragedia como la de 2017 [cuando un repentino apagón informático durante el escrutinio cambió la tendencia de los resultados e hizo que el actual presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional de Honduras, pasara del segundo lugar al primero].

Confiamos en la voluntad del pueblo, confiamos en que ahora que tenemos representantes en el Consejo Nacional Electoral, tenemos una consejera, una mujer valiente, que sabemos que está haciendo todo lo que tiene que hacer para garantizar que este proceso electoral sea limpio, transparente y que la victoria del pueblo nadie la pueda negar.

https://mundo.sputniknews.com/20211016/no-podemos-permitir-que-eeuu-diga-que-va-a-cerrar-las-fronteras-si-aqui-incendiaron-un-pais-1117200228.html

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