Pablo Gonzalez

¿Existe realmente un futuro “pospandémico”?


La pandemia de COVID-19 cambió la vida de todos. Si no conocía a alguien que sufrió o murió a causa del nuevo coronavirus, es posible que haya perdido su trabajo, haya pagado tarifas de vivienda más caras o haya aprendido cómo educar a sus hijos en el hogar sobre la marcha.

  La mayoría de las personas esperan volver a la "normalidad", pero ¿existe realmente un futuro posterior a la pandemia? Estos son los puntos más críticos a tener en cuenta para que pueda ajustar sus expectativas sobre el mundo sin tener que temer más los brotes de COVID-19.

1. Las vacunas brindan una salida

Para imaginar lo que hay en el horizonte, necesita saber cómo se ve el futuro de la pandemia.

 Las vacunas COVID-19 comenzaron a llegar al público en general a principios de 2021. 

Las vacunas generalizadas comenzaron a disminuir la propagación en la comunidad al proporcionar anticuerpos que detuvieron el virus. 

Estados Unidos pasó de tener 300.000 casos por día en enero a menos de 20.000 por día en junio a medida que más adultos recibieron vacunas.

Si más personas continúan vacunándose y detienen la propagación en la comunidad, los puntos críticos más pequeños dentro de las poblaciones no vacunadas se convertirán en una amenaza para la salud similar a la de la gripe anual.

La ciencia muestra que las vacunas son la mejor manera de crear un futuro pospandémico. Si más personas continúan vacunándose y detienen la propagación en la comunidad, los puntos críticos más pequeños dentro de las poblaciones no vacunadas se convertirán en una amenaza para la salud similar a la de la gripe anual.

2. Tratamientos prometedores que iluminan el futuro

¿Terminará realmente la pandemia si suficientes personas se niegan a vacunarse? Aunque será un desafío eliminar el virus, los nuevos tratamientos pueden facilitar que los pacientes de todas las edades y procedencias se recuperen si se enferman.

 El futuro será mucho más brillante si COVID-19 no es una preocupación importante para las personas con afecciones preexistentes, inmunodeficiencia o complicaciones relacionadas con la edad. 

Actualmente, hay 84 estudios terapéuticos en curso para encontrar soluciones como anticuerpos monoclonales y medicamentos antivirales.

3. Todos deben tener en cuenta las pruebas

Los científicos están de acuerdo en que es posible que COVID-19 no desaparezca como lo hizo la polio después de que la vacuna se hizo pública. Aunque es posible, será necesario que una abrumadora mayoría de la población reciba sus vacunas. 

Hasta entonces, todo el mundo debería tener en cuenta las pruebas, ya que el futuro vuelve a la normalidad.

 Si experimenta síntomas similares a los de COVID, acceder a una prueba gratuita en un sitio de prueba federal o mediante una clínica de atención de urgencia es una manera fácil de detectarlo temprano y obtener el tratamiento adecuado para sus necesidades de salud.

La idea de seguir preocupándose por el COVID-19 cuando tiene congestión nasal o tos puede causarle ansiedad. Sin embargo, esos síntomas no causaron preocupaciones importantes sobre su salud antes de la pandemia. 

Las personas tendrán que superar su ansiedad y comunicarse con líderes comunitarios que los apoyen para que no se sientan solos al hacerse la prueba.

4. Es probable que la gente reciba más vacunas

Si ya recibió su vacuna COVID-19, tiene mucho menos de qué preocuparse. Sin embargo, es posible que haya más vacunas en el futuro. Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan refuerzos para grupos de población específicos en este momento, pero pueden ampliar esas pautas más adelante. 

Es probable que más personas también reciban sus vacunas anuales contra la gripe para prevenir los síntomas que podrían imitar al COVID-19.

5. La inmunidad colectiva puede volverse menos importante

Mucha gente quiere inmunidad colectiva para ayudar a proteger a todos contra la recurrencia de la pandemia, entonces, ¿es así como se ve el futuro de la pandemia?

 Los investigadores aún no saben cuánto tiempo tienen inmunidad las personas no vacunadas después de recuperarse del COVID-19 o qué tan robustos son sus anticuerpos. 

Dado que las ondas de COVID-19 continuaron empeorando antes de que las vacunas fueron puestos en libertad, los expertos no esperan que la inmunidad de grupo ayuda a acabar con la pandemia.

En el mejor de los casos, la inmunidad colectiva puede proporcionar algún alivio a la comunidad a corto plazo después de un brote. 

Las vacunas y los tratamientos serán el mejor camino a seguir porque han mostrado resultados mucho más prometedores al brindar protección contra la transmisión.

6. Enfermedades futuras podrían ser el centro de atención

¿Terminará realmente la pandemia? No hay duda de que COVID-19 se está desacelerando y eventualmente se controlará con la ayuda de vacunas y tratamientos, pero es probable que haya más virus en el futuro.

Dado el clima más cálido, los animales están cambiando de hábitat para adaptarse a los incendios forestales, el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los casquetes polares. 

Esto los obligará a interactuar con nuevas especies y a encontrarse con humanos con más frecuencia, por lo que el cambio climático podría crear las condiciones para nuevos virus que toman al mundo por sorpresa. 

No es una razón para mudarse a una cabina remota y aislarse para siempre. Aún así, es algo a tener en cuenta cuando los candidatos políticos se comprometen a retirar fondos o financiar a expertos que podrían identificar y detener el desarrollo de enfermedades en seco.

¿Existe un futuro pospandémico?

El distanciamiento social y el enmascaramiento alrededor de seres queridos no vacunados no estarán aquí para siempre. 

Realmente hay un futuro pospandémico, pero la gente debería ajustar sus expectativas. 

Es probable que sentirse más cómodo con hacerse pruebas para olfatear y nunca omitir una vacuna contra la gripe se convierta en su nueva normalidad.


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