Como un tapón que no dejaba pasar nada, ni de uno ni del otro lado, estuvo varado el gigantesco buque carguero Even Giver de bandera panameña, obstruyendo el Canal de Suez de Egipto, durante seis días, desde el 23 al 29 de marzo.
Las pérdidas aproximadas fueron unos escandalosos 1000 millones de dólares.
Pero la mayor pérdida, según los expertos, no fueron dichos millones, sino el efecto dominó que el suceso generó sobre la economía del planeta, pues la parálisis del Canal, alteró la cadena mundial de suministros, creando problemas como, que los minoristas tendrían que recibir sus mercancías con gran retraso, la acumulación de pedidos, las alzas en las tarifas, alza en el coste del petróleo, y esto a la vez, otros daños que se han unido a la crisis económica mundial como la paralización y cierre de compañías que ya estaban muy mal con lo de la pandemia.
El bloqueo del Canal ha sido visto por el comercio mundial como una catástrofe, y eso tiene a la élite del súper poder con tremenda preocupación, maquinando para encontrar movidas y estrategias que puedan prevenir situaciones futuras así de críticas, ya sea provocadas o accidentales.
Como se puede deducir, la obstrucción del canal no implica sólo intereses económicos, sino de seguridad, geopolítica, hegemonía y poder del más crudo que se podría imaginar. Y es sobre este punto, que quiero concluir con un pequeñísimo análisis.
Comencemos diciendo que el Canal de Suez y el de Panamá, son dos de los 10 más importantes canales que acortan las rutas de suministros entre los continentes, y que el canal de Nicaragua, bien podría superar las dimensiones de cualquiera de ellos.
Por tanto, ¿se imaginan la importancia de Nicaragua con su potencialidad canalera de cara al futuro, ante una necesidad como esa, a la que se debe agregar, el peligro o la competencia, que implica para EEUU y para cualquier otra potencia, económica, comercial, militar, tecnológica, que nuestro país negocie la concesión de dicho canal con una potencia rival?
Es lógico, por lo tanto, que EEUU quiera desaparecer al sandinismo, que es el único gobierno que, sin ninguna duda, negociaría un contrato con vista a obtener los mejores beneficios posibles para la poblacion nicaragüense.
EEUU sabe que cualquier otro gobierno sería fácilmente manejado muy al interés gringo, y sabe que una negociación con un gobierno antisandinista, sin mucho esfuerzo, le daría no sólo el control del canal, sino, el de todo el país con todo y sus recursos y el control de la envidiable posición geoestratégica que ostenta nuestro territorio.
Por eso solo un tonto creería el cuento de que los gringos luchan en Nicaragua por derechos y justicia.
Es importante saberlo ya, y saberlo muy bien, que ante la realidad mundial que se avecina en los próximos 10 años, realidad de hambre, pobreza, escasez de recursos como el agua potable, efectos terribles del cambio climático y el férreo control que ejercerá la dictadura del Nuevo Orden Mundial, la única tabla de salvación que tienen los países pobres, es la de un gobierno con sentido nacionalista Y en nuestra Nicaragua linda, el único gobierno. que podría asumir esa responsabilidad es el del Frente Sandinista.
