Este año nos embarcamos nuevamente en otra contienda electoral, donde nuestra vanguardia el FSLN, impulsado en la unidad del pueblo de Nicaragua se encamina a una nueva victoria, a su vez esta realidad lleva a nuestras contra partes (la derecha reaccionaria tradicional y los ultra izquierdistas infantiles y traidores) busquen de forma desesperada una imagen que los lleve a sus aspiraciones más grotescas.
Una de las principales acciones desesperadas recae en la exaltación y propaganda de la familia Chamorro, su imagen y pasado, buscando con esto engañar de forma vil al pueblo trabajador y campesino de Nicaragua, pues no se habla de la verdadera historia de este clan, sus intereses y sus acciones en contra de la patria, sino que se les muestra como “héroes”; ahora abordaremos la esencia de esta familia, de aspiraciones aristocráticas frustradas, de traiciones y odio.
La familia Chamorro representa a la rancia burguesía criolla, heredada por la colonización española.
RAICES ANTI PATRIA
Sus inicios los muestran como encomenderos de la corona, un sistema que otorgaba extensas áreas de territorio a familias “elegidas” o “bendecidas” por la corona, a modo que estas se enriquecían a la vez que protegían el dominio e intereses de la realeza; para esto la familia Chamorro contaba con esclavos personales, siervos llamados encomendados, quienes trabajaban y producían la tierra de la familia, pero, como es usual la caverna desinformativa se niega a mostrar esto, ya que para ellos la historia de dicho clan inicia en el siglo XX, ocultando el asqueroso medio por el cual se enriquecieron.
Este pasado permitió a los Chamorro crear un emporio de empresas a través de la historia, una que está marcada por traiciones al pueblo, iniciando en 1812 cuando el pueblo insurreccionado de Granada exige la liberación de los esclavos y demandando la expatriación y cárcel de las familias traidoras, como se registra en libros de historia:
“En vista del giro que tomaban las cosas renuncian sus diputaciones los señores Crisanto y Roberto Sacasa; tanto estos como don Pedro Chamorro se esconden y le escriben cartas a Bustamante (capitán general del Reino de Guatemala), protestándole su fidelidad a la ‘buena causa’ del gobierno peninsular”. [1]
Estas exigencias desencadenaron ataques del ejército colonial asesinando en el proceso a centenares de pobladores y acabando con las intenciones independentistas, fortaleciendo el poder y sed de venganza de los Chamorro; marca esto la primera traición y sangre derramada por sus intereses.
Llevándonos esto a entender su posición privilegiada a inicios del siglo XX, donde nos encontramos a Emiliano Chamorro Vargas, fiel a su origen anti nacional encabeza las rebeliones contra el liberal José Santos Zelaya, siendo este derrocado.
EL CAUDILLO EMILIANO CHAMORRO VARGAS
El caudillo Chamorro es impuesto por el gobierno yanqui primero como jefe militar y luego presidente de Nicaragua en 1916, como premio a sus acciones golpistas en contra del presidente Adolfo Díaz y la firma del tratado Chamorro-Bryan (acuerdo firmado sin saber leer Ingles), donde entrega el control del territorio nacional para que estos pudieran construir un canal interoceánico entre el caribe y pacífico, entre otros controles sobre el país, marcando otra traición pasada por la sangre del pueblo, ejecutada por los intereses de una familia.
Nacida de este tratado es la “legalización” de la intervención armada norteamericana que se extendió hasta 1933, apoyada explícitamente por los conservadores encabezados por los Chamorro; terminada a su vez la posición gobernante de la familia en 1926, abandonados por sus protectores del norte, quienes encontraron en diversos títeres y el pacto del espino negro la forma de mantener su control, llegando hasta la figura de Somoza García, tonto útil de la doctrina Monroe.
NUEVOS CHAMORROS, MISMA TRAICIÓN
Luego de los años 20 pasaron varias décadas de lucha y victorias populares hasta sufrir otra llegada de un Chamorro al poder, esta vez, Violeta Barrios de Chamorro, quien carga a sus espaldas el peso de la destrucción de diversos sectores del país; entre sus conquistas resaltarán por siempre la condonación de la deuda del gobierno norteamericano por 17 mil millones de dólares, dinero del pueblo tras sufrir 10 años de ataques armados, sabotajes y bloqueos comerciales que devastaron la economía, vida e infraestructura de los nicaragüenses, y que, como excelentes falderos los Chamorro no dudaron en ignorar.
A su vez en complicidad con Antonio Lacayo se dieron a la tarea de vender nuestra línea ferroviaria como Chatarra, obligando a miles de campesinos a buscar otros medios para mover sus producciones, elevando sus costos, limitando la movilización de un país entero.
No fue la época de paz que nos han vendido, sino el retroceso social, económico y moral de la clase humilde de Nicaragua, esta historia de traición e ignominia no acaba acá, sino que como referencia más reciente tenemos a Juan Sebastián y Cristiana Chamorro, encargados de la recepción de millones de dólares provenientes de USAID a través de sus ONG, utilizando ese dinero para campañas de noticias falsas, creación de medios, desestabilización del país, destrucciones de bienes públicos, violencia armada y en síntesis desarrollar un alto sentimiento de odio anti sandinista, que tristemente nos dejó con 22 oficiales de policía asesinados y un total de 197 víctimas de este terrorismo, siendo esta la última traición ejecutada por este clan de muerte, de sangre y de egoísmo; de don Pedro Chamorro (1812) a Juan Sebastián y Cristiana (2018) esta familia no se cansa de derramar la sangre y dignidad de nuestros hermanos y hermanas.
