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EEUU: Los hackers del FBI, los medios de comunicación y la búsqueda de dragones que asesinar


Hemos sido testigos de una operación que fue brillantemente ejecutada y que tenía como objetivo identificar y capturar a las personas que participaron en la invasión del Capitolio de los Estados Unidos.


La página en línea Wired informó que en enero varios piratas informáticos se aprovecharon de un error que existía en la red social Parler y fueron capaces de descargar el contenido que se encontraba en esta red (1). 

Las fotos y videos, además de una gran cantidad de metadatos relacionados con la geolocalización, rebelan que los usuarios de esta red social estuvieron involucrados en la invasión al edificio del Capitolio de los Estados Unidos. 

Muchos de los videos que fueron subidos a Parler también contenían información muy personal: había miles de imágenes faciales con las cuales identificar a los manifestantes.

Después de llevarse a cabo esta operación, aparecieron de inmediato en el sitio web los rostros de personas que participaron en el asalto.

Las imágenes se conocen como Faces of the Riot y nos ofrecen los rostros de unos 6.000 sospechosos, cada uno identificado gracias a todos los videos que terminaron por filtrarse de la red social Parler. 

Es muy fácil que cualquier usuario ordene los rostros de las personas que aparecen en los videos extraídos de esa red social y pueda identificar a los ciudadanos o incluso comparar los rostros de los manifestantes con los sospechosos que son buscados por el FBI, después de lo cual puede entregar a las fuerzas del orden todo tipo de información sobre los participantes.

Wired también publicó una cita con un comentario del creador de este sitio web, quien supuestamente es un estudiante que vive en Washington D.C., pero que decidió permanecer anonimato. 

Este estudiante anónimo escribió en esta publicación que "todos los que participaron en estos actos de violencia, equivalentes a un levantamiento armado, deben de rendirle cuentas a la justicia".

El autor de esta publicación es Andy Greenberg, quien también es conocido por haber escrito un libro llamado Sandworm: A New Era of Cyberwar and the Hunt for the Kremlin's Most Dangerous Hackers (2), el cual fue publicado en noviembre del 2019.

La reseña del libro dice que investiga "la verdadera historia que nos ayuda a identificar y rastrear la existencia de un equipo de élite compuestos por agentes rusos. Estos agentes están involucrados en trabajos de sabotaje digital y hacen parte de la historia de la ciberguerra moderna. También crearon y lanzaron el virus NotPetya, es decir, el gusano de la arena".

Greenberg afirma que la inteligencia militar rusa está detrás de estas operaciones y que el equipo está listo para lanzar ataques a gran escala contra la infraestructura de sus enemigos mediante operaciones que nadie será capaz de detener.

Aquí, por supuesto, somos testigos de una nueva contribución que demoniza a los rusos y realiza toda clase de acusaciones infundadas que terminan por justificar los altos gastos dedicados a la inteligencia militar por parte de los EE.UU., mientras se informa a los contribuyentes sobre la necesidad de emprender acciones urgentes contra los responsables.

Quienes sostienen posturas críticas en contra del intervencionismo estadounidense se refieren a estos métodos como una necesidad de buscar dragones que destruir. Estos dragones no existen, pero es imperativo encontrarlos, porque es un mal que es necesario combatir.

Sin embargo, este estudiante anónimo de Washington D.C. puede ser la clave para desacreditar todos los argumentos que defienden personas como Greenberg. Después de todo, si un joven desconocido fue capaz de descifrar rápidamente más de 42 gigabytes de video que se encontraban en Parler, entonces ¿qué impide que otro estudiante o un pequeño grupo de entusiastas lleven a cabo acciones parecidas a las que describe Greenberg en su libro? ¿O es que acaso no existe ese estudiante y fueron los servicios de inteligencia de los Estados Unidos quienes hakearon Parler?

Dado que el sitio web es alojado por Amazon y que su cuenta fue eliminada, resulta muy probable que haya sido parte de una colaboración mutua entre la empresa de Jeff Bezos, quien personalmente odia a Donald Trump, y el Estado Profundo de los EE.UU. Además, Amazon lleva mucho tiempo siendo un contratista de la CIA, por lo que se ha establecido una relación de confianza entre las dos agencias.

Resulta sorprendente que el New York Times hablara sobre el hack de Parler. En el artículo del New York Times se llega a mencionar a un hacker desconocido de origen austriaco (3). Y el New York Times, por supuesto, apoya a los demócratas.

En otro artículo se dice que el FBI está dedicado exclusivamente a la recopilación de datos GPS vinculados a los teléfonos de todos aquellos que asaltaron el Capitolio (4). 

Y también se habla de un hacker anónimo que tiene una cuenta en Twitter @donk_enby y que comentó sobre esta publicación, mientras que el FBI se negó a hacer comentarios sobre la investigación y el interés que tiene por los datos GPS.

¿Existe acaso alguien tan ingenuo como para creer en estas historias sobre hackers defensores de la democracia que trabajan solos y que han hecho más por identificar a los responsables del asalto al Capitolio que el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y otros organismos importantes? En el sitio web se escribieron varios comentarios hablando de esto.

Aquí vemos en la práctica una operación especial que se hacen realidad (5).

Notas:








Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

https://www.geopolitica.ru/es/article/los-hackers-del-fbi-los-medios-de-comunicacion-y-la-busqueda-de-dragones-que-asesinar

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