Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Nicaragua: A propósito de la Navidad y Año Nuevo : EL GRINCH

Algunos cinéfilos opinan que Jim Carrey no es un buen actor, incluso los más radicales dicen que ni siquiera es actor, solo un payaso de cara de chicle que domina la gesticulación facial a la perfección.

Como el arte es subjetivo, yo creo que aunque él nunca ganará un óscar (premio no menos subjetivo), es un maestro de la actuación en el género cómico. 

Prueba de ello es su interpretación de “El grinch”, una criatura abominable, misántropa y amargada que se ha impuesto como misión vital, robarle al mundo la alegría, la solidaridad y los nobles sentimientos que cada año trae la Navidad. Ese es el guion.

El difunto Stan Lee y su compañía, Marvel Productions inc., con sus cada vez más frecuentes y multimillonarios “remakes” computarizados de comics, nos estaban haciendo olvidar aquellas películas de Walt Disney basadas en historias infantiles, donde los malos son muy perversos y los buenos, superlativamente buenos (casi siempre originados en historias de Hans Cristian Anderson u otros clásicos de la narración corta europea o norteamericana, como esta del grinch del Dr. Seuss), van dirigidas a renovar los dudosos votos filiales de la humanidad en el doceavo mes de cada año.

Al final de estas películas, la sonrisa de los niños se impone sobre los derrotados brujos (as), madrastas arpías, reyes malévolos, criaturas deformes, dragones y una extensa caterva de ridículos y pretenciosos antihéroes.

The end. Nos acabamos los “pops corns”, la coca cola y todo mundo feliz a su casa.

Y es que hay tener verdaderamente negra el alma para odiar a la navidad. 

Vean como los supermercados en Managua o en Rio Blanco (Por si no lo sabían, ya en ese lugar hay un “Palí” de Walt Mart, donde la carne refrigerada compite con los matarifes tradicionales que van perdiendo la pelea) ya empezaron a amenizar el rito de la compra con villancicos de Ray Conif y ahora los ciudadanos van dejando su aguinaldo, mientras flotan graciosamente de un estante a otro embelesados, levitando como ninfas-libélulas, poniendo en el carrito rodante uvas, manzanas, vinos y güisquis para la santa cena.

El espíritu navideño también está en los exhibidores pletóricos de gordos y transgénicos chompipes, cabros y piernas de chancho que por estos días se les conoce con los convenientes seudónimos de pavos, corderos y jamones y demás está decir, en los primorosos y alumbrados abetos de plástico en un rincón de la sala.

En Managua, las inexplicablemente opulentas tiendas de los árabes (o “turcos” como les decíamos antes, cuando no teníamos Discovery chanel) están muy visitadas por estos días, tienen en baratillos (“promos”, les dicen ahora) mil y una chucherías chinas y desde los delgados “plasmas” - que ahora parecen espejos- las bonitas presentadoras del canal diez te sugieren que mandés tu mensajito (“0.50 ctvs. dólar y se aplican restricciones”) para que te ganes la canasta y la moto navideña.

Afuera, el taxista espera para llevarte a tu asentamiento periférico por una tarifa ajustada a la navidad y al costo de la gasolina. ! ¡Qué lindo es el espíritu navideño!

¿Pero saben Uds. que el Grinch existe fuera de ese logrado filme de Jim Carrey, los cuentos melosos para alienar conciencia infantil y la artificiosa e interesada actividad del sector comercial capitalista?

Y lo peor es que el maldito, está ahora intentándose salirse con la suya, queriéndose robarse el espíritu navideño nicaragüense, dejando caritas tristes y hogares sin regalos, sin arbolitos chinos navideños, sin cena de todos los días y anda rondando cerca, muy cerca de nosotros, que nos ” hacemos los suecos” para no verlo.

El verde y peludo engendro está como siempre intentando dejarnos no solo sin navidad, sino sin vida, sin alegría y esperanza.

Pero no sabe o trata de hacerse el “de a peso” ignorando nuestra resiliencia, nuestros güevos “bien puestos” como sociedad y como pueblo. Trata de pasar por alto que somos guiados por una organización revolucionaria inclaudicable forjada en el crisol de la lucha y que nos guía por sobre todos los escollos y barreras hacia el Socialismo.

Un grinch idiota vestido con ridícula casaca de barras y estrellas que no sabe que este pueblo estrenó su historia enfrentando la furia ígnea de la Tierra, reasentándose, perseguido por la lava milenaria desde Acahualinca, sobreviviendo al Momotombo y reconstruyendo sus ciudades fundacionales y luego su Managua (¡dos veces!), poniéndole el pecho y venciendo las secuelas de cinco huracanes monstruosos en los últimos treinta años y otros fenómenos naturales, a epidemias y pandemias, a 25 guerras fratricidas en su historia republicana, sobrellevando la estupidez de las clases oligárquicas y burguesas vendepatrias y saqueadoras y como si fuera poco, derrotando a varias dictaduras libero-conservadoras y venciendo a tres mega Imperios invasores, entre ellos el más letal: El imperialismo gringo.

El grinch híper poderoso que aunque tambaleante sigue empeñado en destruir a la revolución cubana y a la bolivariana y en otras latitudes del planeta, a democracias populares y gobiernos dignos y celosos de su soberanía y libertad.

El clavo es que este grinch, no se va a arrepentir, no tendrá nunca sentimientos humanos, no cantará nunca los melosos villancicos del “ropoponpón” o el ” burrito sabanero” y mientras los que viven del cuento “que trabajan por los niños y su visión y misión es que los menores pobres y en riesgo, no sigan invisibilizados”, que “luchan por la democracia y la paz”, que debemos de creer en sus instituciones religiosas, en su ideología del consumo capitalista (¡Cuanta mie*da retórica!) y mientras nuestro gobierno sandinista, la sociedad entera y cada uno de nosotros no nos propongamos de verdad mandarlo tras el espejo o al mundo del nunca-jamás , este verdadero diablo seguirá rondando nuestras calles y nuestras conciencias.

El grinch imperialista y lacayo seguirán en su propósito de destruirnos como nación independiente y soberana, como pueblo trabajador amante de la paz.

Tratará por todos los medios lícitos e ilícitos (ahora ya no se sabe en dónde están las fronteras de estos dos conceptos contrapuestos del Derecho Internacional) de descarrilar nuestro rumbo hacia el Socialismo, de conquistar a nuestros ciudadanos a la causa del liberalismo burgués, del consumismo y alienación, de las nefastas instituciones religiosas y las sectas contemporáneas.

Pero ahí está nuestro Frente Sandinista, nuestra convicción rojinegra, la herencia ideológica y política del Comandante Carlos, el ejemplo imperecedero de nuestros héroes y mártires y la guía correcta del Comandante Daniel para luchar por la alegría y por la certeza en la victoria final del pueblo trabajador de Nicaragua.
¡FELIZ NAVIDAD!


Edelberto Matus

Related Posts

Subscribe Our Newsletter