Desde el día lunes, el presidente colombiano Iván Duque, viene recibiendo fuertes críticas tras declarar que los migrantes venezolanos que no estén regularizados en el país o no tengan doble nacionalidad no podrán acceder a las vacunas contra la covid-19 que empezarían a llegar en febrero de 2021.
Durante una entrevista en una radio local, Duque declaraba que "quienes no tengan en este momento la acreditación de ser ciudadanos colombianos y que no tengan regularizada su situación migratoria, por supuesto que no", que no recibirán la vacuna.
Negando así el derecho universal elemental al acceso a las vacunas para todos por igual de los que residen en Colombia, independiente de su condición migratoria. Duque llegó incluso a afirmar, para justificar su aberrante decisión, que de aprobarse la aplicación de la vacuna para quienes no tienen regularizada su situación migratoria en Colombia, "tendríamos un llamado a la estampida, a que todo el mundo cruce la frontera (con Venezuela), a pedir que lo vacunen".
Además del argumento prácticamente xenofóbico, afirma que la prioridad de su Gobierno "siempre serán los ciudadanos colombianos", como si las demás personas no tuvieran el derecho a la vida. Peor aun cuando es más que sabido que se trata de uno de los sectores de amplia mayoría más expuestos por los tipos de trabajo que realizan, precarios y sobre todo informales.
Se trata de personas por lo general de bajos recursos, donde por sus precarias condiciones de vida y el hecho de que no puedan aislarse porque su subsistencia depende de lo que ganan en el día a día, principalmente gracias al comercio ambulante, aumentan sus riesgos de contagio. Además se trata de migrantes que viven sin derechos sociales ni acceso a la salud elemental, en un país donde producto del neoliberalismo la medicina privada se ha impuesto como un negocio.
Colombia es considerado el mayor receptor de venezolanos y de acuerdo a datos migratorios de dicho país al 31 de octubre de este año esta nación tenía 1.717.352 ciudadanos de origen venezolano, de los cuales un 55 % está en situación de irregularidad.
Pero ha sido la propia política del Estado colombiano y del Gobierno de Duque así como anteriores gobiernos los que han impedido regularizar las condiciones migratorias de los venezolanos en dicho país, a sabiendas también que de esa manera pueden ser mucho más explotados, pues son los que por necesidades realizan los peores trabajos.
Es la política discriminatoria, y prácticamente xenofóbica de esa rancia derecha que se inspira en Álvaro Uribe por lo que hoy millares de venezolanos y de otras nacionalidades son excluidos de los elementales derechos, como el de residencia. Y ahora su situación la usan como “excusa”, de las más viles si las hay, para negarles el derecho a la vida con el acceso a la vacuna.
Pero las críticas ante chocantes afirmaciones de Duque, le empezaron caer desde la propia Colombia, comenzando por el exministro de Salud Alejandro Gaviria, quien al referirse a la población venezolana que vive en Colombia aseguró que "es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico" no permitirles el acceso a las vacunas.
"Pero es sobre todo una propuesta antiética: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio", agregó el exministro colombiano.
No faltaron otras críticas que consideraron las afirmaciones de Duque como “un disparate grave”, tal como lo hiciera el exministro Juan Camilo Restrepo. "Las campañas de vacunación contra enfermedades contagiosas deben ser tan universales como posible. Dejar de vacunar a unos puede generar contagios a otros muchos", afirmó Restrepo en Twitter.
Pero lo increíble en cuanto a declaraciones provino de la derecha venezolana, que en vez de considerar la medida de Duque como discriminatoria y que atenta contra el derecho a la vida, lo que hicieron fue no solo no criticar a Duque sino que salieron en su defensa.
Juan Guaidó, el autoproclamado hasta el día de hoy como "presidente interino", llegó a calificar de “estrategia certera” la política de Duque. "Con el inicio de la vacunación urgen todos los esfuerzos por lograrla en el menor tiempo posible, países como Colombia y el presidente Iván Duque ya inician estrategia certera en esa dirección", escribió Guaidó en Twitter.
Consideraba “certera” el política de Duque, cuando éste emitía declaraciones de excluir a un grueso de venezolanos a la vacuna, exponiéndolos a peligro de muerte. Y estos son los personeros que hablan de cuestión “humanitaria”, hipócritas a más no poder. Qué rápido se le cae la careta a estos sectores, tal como lo hacen cuando piden más sanciones económicas sobre Venezuela cuando éstas no hacen más que aumentar las calamidades del pueblo venezolano.
En la misma línea se expresaron otros dirigentes de la oposición de la derecha venezolana, sobre todo la referenciada en Guaidó. Así lo hizo Tomás Guanipa, el supuesto “embajador” del gobierno “interino” en Colombia, país que ahora alberga a Leopoldo López y que fuera bien recibido por todo el uribismo local.
Es que todos estos personeros no tienen reparos a la hora de los incondicionales alineamientos políticos, sin importarles las vidas humanas de millares de venezolanos, sobre todo los que viven en condiciones más precarias y miserables, .
No resta más que repudio la política del Gobierno de Duque, pues no se le puede negar uno de los derechos más elementales y universales, como es del derecho a la salud, a la vida, a ningún ser humano independiente de sus condición migratoria. El rostro de la miseria humana les salta por todos los poros a estos políticos de la rancia derecha colombiana y a quienes los acompañan, como la derecha venezolana.
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