Como parte de la serie de artículos que estamos lanzando estos días para contribuir a desmontar la Leyenda Negra que rodea a la URSS y más concretamente al periodo marxista-leninista, hoy queremos rescatar una entrevista concedida al periódico brasileño A Verdade por Grover Furr, catedrático estadounidense y experto en Historia del Movimiento Comunista Internacional.
A Verdade – Hace poco, un gran número de libros han sido publicados para atacar a la persona y la obra de Josif Stalin. ¿Cómo se explica la intensificación de la lucha contra el régimen “estalinista” en los EE.UU. y el mundo?
Grover Furr – Desde finales de 1920, Stalin ha sido el blanco principal del vocerío anticomunista y capitalista. León Trotsky atacó a Stalin para justificar su propia incapacidad para ganarse a las masas trabajadoras de la Unión Soviética. La verdadera causa de la derrota de Trotsky es su interpretación del marxismo –una especie de determinismo económico extremo–: sus predicciones decían que la revolución estaba condenada al fracaso si no era seguida por revoluciones en otros países industrialmente avanzados. Pero la dirección del Partido prefería el primer plan de Stalin para construir el socialismo en un país.
Las ideas de Trotsky tenían (y todavía tienen) una gran influencia en todos los capitalistas y anticomunistas. Los historiadores trotskistas son muy bien recibidos por los historiadores capitalistas.
Pierre Broué y Rogovin Vadim, los historiadores trotskistas más destacados de las últimas décadas, han sido elogiados y siguen siendo frecuentemente citados por los historiadores abiertamente reaccionarios. Muchos en la dirección del Partido en 1930 lucharon contra Stalin cuando defendió la democracia dentro del Partido y, sobre todo, mediante elecciones democráticas para los soviéticos.
Las conspiraciones en la década de 1930 revelaron la existencia de una amplia corriente de oposición a las políticas relacionadas con Stalin. Estas conspiraciones existían realmente: la oposición trataba de derrocar al Partido soviético y asesinar a los líderes de gobierno, o tomar el poder encabezando una revuelta en la parte trasera, en colaboración con los alemanes y los japoneses. Nikolai Ezhov, jefe de la NKVD, colaboró con su propia conspiración derechista, incluida la colaboración con el Eje. Con objeto de mantener sus propios fines, ejecutó a cientos de miles de ciudadanos soviéticos completamente inocentes, precisamente por su confianza y lealtad al gobierno soviético.
Cuando Stalin muere, Jruschov y muchos líderes del Partido ven que podían tener la culpa de estas restricciones generales sobre Stalin. También inventó muchas otras mentiras sobre Stalin. No sólo Jruschov, sino Lavrentii Beria y personas cercanas a ambos. Cuando, mucho más tarde (1985), Gorbachov asume el poder, también se da cuenta de que sus “reformas” capitalistas – la salida del socialismo hacia las relaciones capitalistas de mercado- podrían justificarse si su campaña anti- comunista se describiese como un intento de «rectificación de los crímenes de Stalin».
Estas mentiras e historias de terror siguen siendo la forma principal de la propaganda anticomunista, todavía a día de hoy. La tendencia nos muestra que estas medidas se están intensificando, porque los capitalistas están reduciendo los salarios y beneficios sociales de los trabajadores, fomentan la transición hacia un nacionalismo exacerbado, propagan y defienden el racismo y la guerra.
¿Qué le llevó a interesarse por la historia de la URSS?
Grover Furr – Cuando estaba en la universidad, desde 1965 hasta 1969, participé en las protestas contra la guerra de EE.UU. en Vietnam. Un día, alguien me dijo que los comunistas vietnamitas no podían ser “chicos buenos” porque todos eran estalinistas y «Stalin mató a millones de personas inocentes».
Eso se me quedó grabado. Probablemente fue por eso, a principios de 1970, por lo que leí la primera edición de El Gran Terror, de Robert Conquest. Me impresionó cuando lo leí. Pero yo conocía un determinado campo de Rusia y podía leer esta lengua, porque yo había estudiado literatura rusa desde la escuela secundaria. Entonces examiné el libro de Robert Conquest cuidadosamente.
¡Al parecer, nadie lo había hecho! Descubrí entonces el uso deshonesto que Conquest hace de sus fuentes. Sus notas no apoyan ninguna de sus conclusiones “anti-Stalin”. Básicamente, hizo uso de cualquier fuente que era hostil a Stalin, independientemente de si era fiable o no.
Así que decidí escribir algo coherente. Me tomó un tiempo largo, pero finalmente se publicó en 1988. Durante este tiempo he estudiado la investigación que están realizando nuevos historiadores de la URSS, Arch Getty, Robert Thurston y muchos otros.
Antistalinskaia Podlost, su libro (La Infamia Anti-Estalinista), se publicó recientemente en Moscú. Cuéntenos un poco sobre él.
Grover Furr – Hace una década me enteré de la gran cantidad de documentos que se estaban revelando de archivos secretos de la antigua Unión Soviética, y empecé a estudiarlos. Leí en alguna parte que una o dos declaraciones de Jruschov, en su famoso “informe secreto” de 1956, fueron identificadas como falsas de principio a fin. Por lo tanto, pensé que podría hacer una investigación y escribir un artículo señalando algunos errores expuestos por él durante el “informe secreto”.
Nunca me imaginé encontrar que todo lo que dijo Jruschov (60 de los 61 cargos presentados contra Stalin y Beria) iba a ser completamente falso. Del cargo nº 61 no pude encontrar nada que lo confirmara ni desmintiese. Me di cuenta de que este hecho iba a cambiar todo, ya que prácticamente toda la historia desde 1956 se basa en lo dicho por Jruschov o escritores afines a él. He encontrado que el periodo de la historia soviética con Stalin al frente ha sido completamente tergiversado.
No solo “un error aquí y allá”, sino básicamente un enorme fraude, la mentira más grande del siglo. Y gracias a mi colega de Moscú, Vladimir L. Bobrov, que fue el primero que me mostró estos documentos, me dio valiosos consejos en varias ocasiones y realizó un excelente trabajo de traducción. Sin la dedicación de Vladimir, no habría pasado nada.
En su investigación, usted tenía acceso directo a los archivos soviéticos recientemente desclasificados. ¿Qué dicen estos documentos acerca de los millones de muertos en el socialismo, especialmente durante la administración de Stalin?
Grover Furr – La gente muere todo el tiempo, pero en este caso creo que estamos hablando de muertes “excedentes”. Rusia y Ucrania experimentaban hambre cada tres o cuatro años. La hambruna de 1932-33 se produjo durante la colectivización. No cabe duda de que murieron más personas de las que habrían muerto de forma natural. Sin embargo, muchas personas más morirían en hambrunas sucesivas –cada tres, cuatro años, indefinidamente en el futuro– si no se hacía la colectivización.
La colectivización significó que la hambruna de 1932-33 fue la última, con excepción de la grave hambruna de 1946-1947, que fue mucho peor, pero que se debió a la guerra. Y como he mencionado antes, Nikolai Ezhov deliberadamente mató a miles de personas inocentes. Es interesante considerar lo que podría haber pasado si Rusia no hubiera colectivizado la agricultura, y no hubiese acelerado su programa de industrialización, y si las intrigas de la oposición en la década de 1930 no hubieran sido aplastadas.
Si la URSS no hubiera hecho la colectivización, los nazis y los japoneses habrían ganado. Si el régimen de Stalin no hubiera contenido las conspiraciones derechistas, trotskistas, nacionalistas y los militares, los japoneses y los alemanes habrían conquistado el país. En ambos casos, las víctimas entre los ciudadanos soviéticos habrían sido mucho, mucho más numerosas que los 28 millones de muertos en la guerra. Los nazis habrían matado a más judíos, más eslavos y más antifascistas.
Con estos recursos, y tal vez incluso con los ejércitos de la URSS de su parte, los nazis habrían sido mucho, mucho más fuertes a la hora de luchar contra Inglaterra, Francia y los EE.UU. Con los soviéticos y los recursos de petróleo de Sakhalin, los japoneses habrían matado a muchos, muchos estadounidenses más. El hecho es que la URSS bajo Stalin salvó al mundo del fascismo no sólo una vez, durante la guerra, sino tres veces: por la colectivización, la derrota de los militares en la oposición derechista-trotskista y en la guerra. ¿Cuántos millones le da?
Algunos autores han tratado de encontrar similitudes entre Stalin y Hitler, y algunos incluso llegan a decir que el supuesto «estalinismo» fue «peor» que el nazismo. ¿Hubo realmente alguna relación entre Stalin y Hitler?
Grover Furr – Los anticomunistas y los capitalistas no examinan la lucha de clases y la explotación. De hecho, pretenden hacer ver que estas cosas no existen o no son importantes. Pero la lucha de clases causada por la opresión es el motor de la historia. Omitir esto es falsificar la historia. Hitler era un capitalista, un autoritario del tipo que es común en muchos países capitalistas. Stalin dirigió el Partido Bolchevique y la URSS, cuando los comunistas de todo el mundo estaban luchando contra todo tipo de explotación capitalista.
Cuando decimos “peor”, siempre debemos preguntarnos: “Peor para quién?” La URSS y el movimiento comunista durante el período de Stalin definitivamente fue “peor que los nazis” para los capitalistas. Por eso odian tanto los capitalistas a Stalin y al comunismo. El movimiento comunista durante el período de Lenin y Stalin, e incluso más tarde, fue la mayor fuerza para la liberación humana en la historia. Y de nuevo tenemos que preguntarnos: “Liberación de quién? Liberación de qué?” La respuesta es: la liberación de la clase obrera en todo el mundo de la explotación capitalista, la miseria y la guerra.
Uno de los ataques más frecuentes a Stalin es que él sería responsable de la hambruna en Ucrania en 1932-1933, también llamada la Gran Hambruna. ¿Esta versión de la historia se corresponde con lo que realmente ocurrió?
Grover Furr – El Holodomor es un mito. Nunca sucedió. Este mito fue inventado por nacionalistas ucranianos pro-fascistas, junto con los nazis. Douglas Tottle lo demostró en su libro El fraude, la hambruna y el fascismo (1988). Arch Getty, uno de los mejores historiadores burgueses (es decir, no marxista y no comunista), también tiene un buen artículo sobre esto. Robert Conquest es el que da la versión antigua de que los soviéticos deliberadamente causaron la hambruna en Ucrania.
No hay la más mínima prueba que pueda confirmar esta visión; por eso, una prueba así nunca ha salido a la luz. El mito del Holodomor persiste debido a que es el “mito fundacional” del nacionalismo ucraniano de derechas. Los nacionalistas ucranianos que invadieron la URSS junto con los nazis, mataron a millones de personas, entre ellas muchos ucranianos. Su única “excusa” es la propaganda de la mentira de que «lucharon por la libertad» contra los comunistas soviéticos, que eran «peores que los nazis».
A Verdade – Por último, deje un mensaje para los trabajadores brasileños.
Grover Furr – ¡Luchad por el comunismo! ¡Todo el poder a la clase obrera de todo el mundo!
https://universidadobrerablog.wordpress.com/2020/05/06/stalin-beria-cargos-falsos/?fbclid=IwAR3mUWJ1SHH8UDHupSHUa2pgS71PvTCmnLtawPleegRycn155kTSNH-p834